¿Qué nos ha pasado? [ 2ª TEMP. Elrubius. Una historia de amor ]

12. El peor día de mi vida.

Salimos de esa atracción y nos fuimos a otra un poco más grande. Al salir, todo me daba vueltas y Rubius se sentó junto a mí en un banco para que me diera el aire. Me fue a buscar un refresco, según él "tenía la cara más blanca que sus tetas", no entiendo porqué siempre comparaba todo con sus tetas, pero me hacía tanta gracia...

Después de eso, fuimos a comer algo a un Fast-food que había allí. Yo me cogí un perrito caliente, y él una hamburguesa ENORME, y no exagero, eso era más grande que mi cara. Me hacía gracia ver como se comía las patatas fritas, parecía que no había comido en años. 

Luego, dimos un paseo, cogidos de la mano, y algunas veces, unos cuantos niños se paraban con él a hablar o a hacerse fotos. Él quiso que me montara en un tren del terror con él, a lo que accedí, por lo menos no mareaba. Nos montamos, nos metimos en un pasillo que parecía que no terminaba. Derepente, salió un zombie con un cuchillo y mientras yo gritaba, él se reía de mí. Más tarde salió una bruja sin un ojo. Luego, salió un hombre con la cara llena de sangre, ahí, Rubius gritó más que yo. Cuando salimos de la atracción, me estuve riendo de él un rato, y Rubén se avergonzaba. Según él, era igual a un tío de Outlast.

Mientras yo me seguía riendo de sus grititos de niña, nos pusimos sin darnos cuenta, delante de la montaña rusa principal del parque. Él cuando vio mi cara al verlo, añadió: " Veamos ahora quien se ríe ¿eh?". Fue directo a coger los tickets para montarnos LOS DOS. Yo le tiraba del brazo, pero yo soy más baja que él, y aunque Rubius sea un Peter Languila de la vida, me puede en fuerza. Total, que acabamos en la cola de la montaña rusa, que era el doble de cuando fuimos a coger las entradas para entrar en el Parque. 

Mientras esperábamos más de veinte minutos, yo me estaba muriendo de miedo, y le repetía muchos insultos a él. Al fin, nos tocó, por un lado era un alivio dejar esa cola, me estaba empezando a agobiar, pero por otro... La montaña.

Nos pusimos en nuestros dos asientos, y esperamos unos pocos minutos a que los de atrás estuvieran llenos. El hombre que trabaja allí, no puso en las piernas, un hierro, para que no nos caigamos. Yo agarré de la mano a Rubius, a lo que él respondió con un mini-grito, de dolor, se la estaba rompiendo. 

Llegó la hora, los asientos comenzaron a moverse hacia delante. Depronto, una enorme subida, en la que acabamos boca abajo, hasta que llegó una enorme bajada. Yo me dejé los pulmones en esa atracción. Rubius gritaba, pero menos. No lo había pasado tan mal en mi vida. 

Diez minutos en ese sitio. Sube y baja, sube y baja. Cuando salimos, lo primer que hice fue pegar a Rubius. Él se rió y vio la hora, eran casi las diez. Nos fuimos de aquel horrible lugar para mí. Cuando llegamos a mi portal, él me puso los morritos para darle un beso, pero yo le cerré la puerta en la cara. O sea, que se besó con la puerta de mi portal. Cuando se dio cuenta, se comenzó a reír mucho. Yo, desde dentro, le lancé un beso con la mano. Sabía que por la noche me iba a tocar sesión de risas de mis caras en la montaña rusa, por whatsapp.

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HOLAAAAAAAAAAAAAAAA, BUENO AQUÍ TENÉIS OTRO CAPÍTULOO. UN BONITO DÍA EN EL PARQUE DE ATRACCIONES EH.

MUCHAS GRACIAS POR LEER. :D