*Siento haber tardado tanto en subir un capítulo, pero es que últimamente no tengo nada de tiempo*
Estaba en un largo pasillo cuyas paredes eran como una cinta de película con las escenas de mi vida. Ante mi había una puerta que me llevaría al recuerdo que escogiera con sólo concentrarme profundamente en él. Rocé el pomo redondo y dorado de esta y me concentré en el último momento que recordaba: La pelea contra las sombras. Abrí la puerta y una potentísima luz me cegó y cuando se pasó la ceguera vi que estaba ya en ese momento.
- ¿Qué narices acaba de pasar? -Preguntó Lucía con un hilito de voz débil.
- Magia. -Alcancé a decir al no encontrar una respuesta mejor para su corta pero compleja pregunta.
- ¿Cómo que "Magia"?
- Creo que tengo que darte una larga charla.
Tras darle una larga charla donde le explicaba mis poderes y todo lo que estaba relacionado con ellos Lucía y yo permanecíamos sentados en un banco del parque.
- Aún me cuesta creer lo que me estás contando... -Dijo, confusa.
- Lo entiendo, pero tú misma lo has visto... Las sombras eran muy reales.
- Sí... Aunque aún tengo una duda: ¿Por qué me perseguían?
- Las sombras persiguen a gente "luminosa" para robarles la luz que albergan en su corazón.
Lucía sonrió tímidamente, pero su sonrisa se borró cuando la siguiente preocupación asaltó su mente.
- ¿Volverán?
- No, esos no. Pero si forman parte de un grupo es posible que vengan a por ti.
De pronto vi que el brazo de Lucía tenía un corte posiblemente provocado mientras yo destruía a las sombras.
- Estas herida... - Dije, mientras cogía su brazo y pasaba suavemente mi mano sobre su herida, que pronto desapareció.
- ¿Este es tu poder? -Dijo maravillada.
- Bueno, curar heridas es uno de mis poderes. Realmente no es el que más domino, pero es una de mis aptitudes. Bastante útil, por cierto.
Lucía se rió tímidamente pero sus risas fueron interrumpidas por el politono de mi teléfono móvil. Lo descolgué y lo pegué a mi oreja: Era Andy. Parecía preocupado.
- Mark, estamos en mi casa... Estamos empezando a tener recuerdos extraños. Será mejor que vengas. -Dijo, antes de colgar el teléfono sin dejarme decir nada.
Me levanté del banco y guardé el móvil.
- Siento ser descortés, pero debo irme ahora. Es que me has pillado inmerso en un problema y...
- ¿Un problema de brujería?
- No todos mis problemas tienen que ver con la brujería. -Dije, esbozando una sonrisa. - Pero este en concreto sí.
Me fui corriendo del lugar.
La casa de Andy no era exactamente pequeña, pues necesitaba mucho espacio para todos los extraños artefactos que guardaba. Tenía dos habitaciones, una de ellas la usaba para dormir y la otra de sala de alquimia y hechizos. Y allí era donde estaban Flora y Andy, leyendo un grueso y antiguo libro de brujería.
- Bueno, llevamos media hora buscando, pero al fin hemos encontrado lo que buscábamos. -Dijo Andy aliviado.
El capítulo de la página en la que estaba abierto el libro se titulaba "Hechizos desmemorizantes".
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Cuidado con lo que deseas
FantasyEn la vida de estos hermanos todo es "normal" (Si es que tener poderes mágicos y destruir bestias sobrenaturales continuamente puede llamarse normal) Hasta que la hermana mayor tuvo una preciosa niña y unos ladrones del futuro vinieron a robársela...