Capítulo 14: Bébeme

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Abrí los ojos. Me detuve de allí adonde me estuviera dirigiendo y miré a mi alrededor. Esta vez, a diferencia de las anteriores, no me había desmayado. No, había tenido como un "flash". Como si hubiera recordado algo que había olvidado. Sí, realmente estaba seguro de que esa escena que acababa de ver en primera persona formaba parte de mis recuerdos. Por otro lado, también sabía con seguridad que jamás había tenido tal vivencia. Era todo tan extraño... Y yo ahí, en medio de una puerta, buscando respuestas como un idiota. De pronto la voz de Prue me despertó:

- Mark, ¿Estás bien?

- ¿Eh? -Dije, sin saber bien como reaccionar.- Sí, sí, estoy bien. Solo ha sido un mareo.

- Entonces sigamos avanzando.

Asentí con la cabeza y seguí pensando. "Fuera como fuere, ese recuerdo es mío, de eso no hay duda." Pensé. Y cabe decir que, si era una visión del futuro, era realmente horrible. ¿Despojados de nuestros poderes y a punto de no recordar haberlos tenido por culpa de un conjuto? Es el mayor miedo que podemos tener como brujas.

Recordé la importancia de la misión que estaba llevando a cabo y decidí salir de mis pensamientos y poner más atención a lo que estaba haciendo. En ese momento avanzábamos lentamente por un pasillo oscuro y frío. Al final de este había una puerta que intentamos abrir, sin éxito.

- Parece que está bloqueada. -Dijo Prue.

- Sí, no creo que nadie esté empujando desde dentro.

De pronto una fuerza desconocida se apoderó de mí y dio un paso al frente. Casi sin pensar acerqué la mano a la puerta y tracé con mis dedos índice y corazón un ojo con una "A" mayúscula en su pupila, lo cual provocó un ruido metálico que indicaba que la puerta había sido desbloqueada.

- ¿Cómo has...? -Preguntó Prue sorprendida.

- No... No lo sé...

Estaba tan sorprendido como ella en aquel momento. ¿Que clase de fuerza era la que había tomado el control para tomar impulso y luego me había dejado a mí solo trazando aquel extraño dibujo? ¿Y por qué sabía que dibujo hacer? De hecho, ¿Qué significaba ese dibujo?

Todas esas preguntas nublaban mi mente pero el rey no se quedaría encerrado mucho tiempo, así que debíamos seguir avanzando. Cruzamos la puerta y entonces nos dimos cuenta de todo lo que podía haber oculto en aquel castillo.

Era una habitación espaciosa, no más grande que la habitación, pero espaciosa al fin y al cabo. Lógicamente carecía de ventanas, o dejaría de ser una habitación secreta. Las paredes eran de fría roca y toda la estancia estaba iluminada por pequeños candiles anclados a la pared. Alcé la mano y se encendieron al unísono, permitiéndonos ver lo que había dentro de la sala.

Varias estanterías, una de ellas repleta de libros, y la otra con varios botes, algunos con hierbas, otros con brebajes tan extraños que algunos incluso parecían brillar. En la pared derecha había un escritorio antiguo con unos matraces, uno de estos puesto al fuego de un mechero bunsen. Aparentemente el rey estaba preparando una poción bastante compleja, la pregunta es: ¿Para qué servía?

- ¿Para qué servirá esa pócima? -Preguntó Prue, como si nuestros pensamientos estuvieran sincronizados.

- Es para transportarse en primera persona a un recuerdo. -Dije, sin pensar.

¿Por qué había dicho eso? No sabía para que valía aquel brebaje, ¿O sí? Todo estaba desordenado en mi cabeza y al parecer también en la de Prue, porque unos segundos después de decir de forma casi inconsciente la utilidad de la poción me apuntó con su falso cetro cuya gema, situada en la punta, comenzó a brillar amenazadoramente.

Cuidado con lo que deseasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora