—Entonces... ¿Cómo van las cosas con el némesis de tu infancia?
Alzo la mirada para clavar mis ojos en Gabrielle, que se pinta las uñas de la mano derecha con una sonrisa divertida curvada en sus labios. Mientras que ella se hace la manicura, yo termino de rizarme el cabello, que ahora flota en tirabuzones alrededor de mi cabeza. Jade suelta una carcajada desde el baño cuando escucha la pregunta de Gabrielle, y Madison y Amelie sonríen desde la otra punta de la habitación, la primera maquillando a la segunda.
—No hay "cosas" entre Shawn y yo, Gab —contesto, arqueando mis cejas.
—¿Sí? La última vez que hablamos de él no nos dijiste lo mismo —dice Madison, riéndose por lo bajo. Amelie respalda su posición, asintiendo, y las otras dos me miran con diversión mientras mis mejillas enrojecen.
—Todavía no puedo creer que no nos dijeras que te acostaste con él. —Jade sale del baño ahuecándose el pelo con una mano y mirándome acusatoriamente. Después, me señala con su dedo índice—. ¡Perdiste tu virginidad y no nos lo dijiste hasta más de un mes después! ¿Qué clase de persona hace eso?
Sí... Mis amigas acabaron enterándose de eso. Como Shawn y yo no hemos podido estar juntos las últimas semanas, en parte por culpa de los exámenes y también por mi culpa (me sentía demasiado incómoda a su alrededor sabiendo mis sentimientos hacia él), hemos estado hablando bastante por teléfono. Hace una semana, Gabrielle vino a mi casa para hacer un trabajo del instituto, pero me interrumpió en medio de una conversación telefónica con Shawn en la que él se estaba burlando de mí por esa noche que pasamos juntos y yo le estaba diciendo que se callara. Las palabras "virginidad" y "Shawn" no escaparon del agudo oído de mi amiga, y la tarde terminó con una ansiosa Gabrielle exigiéndome respuestas al respecto.
Después de eso, la pelirroja no tardó en correr la voz entre nuestras amigas, y un día se presentaron todas en mi casa decididas a sacarme, aunque fuese a almohadazos, la verdad sobre Shawn y yo. Les tuve que contar aquella noche, de la que por suerte no recuerdo mucho, y cuando me preguntaron acerca de lo que sentía por él... No pude mentir.
Les dije la verdad: que Shawn me gusta.
—¿Una que prefiere guardarse sus experiencias sexuales para sí misma? —respondo a la pregunta de Jade cruzándome de brazos.
—No, una que no confía lo suficiente en sus amigas para contarles que perdió su virginidad con Shawn Coleman —apunta Gabrielle. Sopla sobre sus largas uñas pintadas de rojo esperando a que se sequen.
—¡Eso no es cierto! —niego—. No podía contároslo. Ya sabéis la vergüenza que me da hablar de estos temas. Imaginad que os tuviera que contar que mi primera experiencia sexual fue con el chico que me atormentó durante toda mi infancia. No hubiese pasado de la tercera palabra.
—Ni que Shawn fuera un esperpento, Les —comenta Amelie—. He oído que está yendo al gimnasio y eso se nota en su cuerpo —termina diciendo, arqueando sus cejas con burla.
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El cliché perfecto ©
Teen FictionLeslie Sparks es el sinónimo de perfección. Shawn Coleman es un auténtico desastre. Ella se vio liberada cuando Shawn se fue de la ciudad tras haberla atormentado durante cinco años sin descanso. Ahora, él ha vuelto. El plan de Leslie es terminar s...