#DobleMiércolesDeCliché
Oigo el timbre de casa sonar, y acto seguido, la voz de mi madre gritando con emoción.
—¡Leslie, baja! ¡Acaban de llegar todos!
Me levanto, perezosa, de la cama, donde llevo tirada prácticamente toda la tarde. Las vacaciones me gustan, sí, pero no cuando todos mis amigos deciden pasarlas en la otra punta del país y yo me quedo en casa, completamente aburrida. Habría incluso aceptado ir a alguna fiesta, y eso ya es decir bastante para mí. Las mañanas de navidad las paso adelantando deberes, y las tardes mirando a las musarañas sin nada que hacer. Por una vez en mi vida, me gustaría tener un hermano con quién entretenerme. Echo de menos a Gabrielle, a Madison, a Amelie, a Jade, a Easton e incluso a Steve, el del consejo escolar.
Pero, sin duda, al que más extraño es a Shawn.
Mientras observo mi reflejo en el largo espejo de pared que hay en mi habitación, no puedo evitar pensar en él. Shawn y yo no hemos hablado desde que le abandoné en un parque en mitad de la noche, después de compartir el beso más increíble que me han dado nunca. Ese beso... Los pelos se me ponen de punta al recordarlo. Llevo la mano a mis labios y los rozo con las yemas de mis dedos, recordando la sensación de la boca de Shawn acariciando la mía, besándome, queriéndome. Puedo recordar con exactitud su sabor y la forma en la que sus manos acariciaban mi rostro, casi como si estuviera hecha de cristal. La lluvia cayendo sobre nosotros y todo desapareciendo excepto él.
Sacudo la cabeza y guardo la mano detrás de mi cuerpo, cubierto por el vestido plateado y brillante que mi madre me ha obligado a vestir. Hace casi dos meses desde que Shawn y yo no hablamos, y siento que no soy la misma. Incluso mis amigas me lo han dicho; que estoy más triste, más abatida, que me ausento constantemente. Supongo que son los efectos secundarios de estar enamorada de Shawn Coleman.
Sí, enamorada.
Tras dos meses de mucho recapacitar, me he dado cuenta de que eso es lo único que puede estar pasándome. Devon tenía razón. Estoy enamorada de Shawn, y como él predijo, acabó haciéndome daño.
Tomo aire y agarro el pomo de la puerta de mi habitación. Nada de Shawn esta noche. Su imagen lleva ocupando mi mente durante dos meses sin descanso, y ya es hora de que lo supere. Lo que sea que había entre él y yo ya no existe. Él ha intentado hablar conmigo, por supuesto, pero lo he evitado. Prefiero ahorrarme problemas. Siempre dije que los chicos eran una distracción, y tenía razón. Cuanto antes me olvide de Shawn, antes podré centrarme en mis aplicaciones para la universidad.
Animada con el pensamiento de pasar una noche con mi familia, bajo las escaleras trotando sobre mis ridículamente altos zapatos de tacón. No tiene demasiado sentido arreglarme tanto para pasar Nochevieja con mi familia, y así se lo he comunicado a mi madre, pero ella ha insistido. Y yo no he tenido fuerzas para replicarle. Es así desde hace un par de meses: ya no tengo razón para llevarle la contraria a mi madre.
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El cliché perfecto ©
Teen FictionLeslie Sparks es el sinónimo de perfección. Shawn Coleman es un auténtico desastre. Ella se vio liberada cuando Shawn se fue de la ciudad tras haberla atormentado durante cinco años sin descanso. Ahora, él ha vuelto. El plan de Leslie es terminar s...