DOS AÑOS DESPUÉS
NARRADOR EN TERCERA PERSONA
Leslie se sentó en los escalones del porche de la mansión infestada de universitarios. Observó como una chica, no muy lejos de donde estaba ella, vomitaba el contenido de su estómago en el césped bien cuidado de la mansión, y como un chico sujetaba su cabello en un intento por hacerla sentir menos incómoda.
La rubia suspiró al ver a la pareja besarse después de que ella devolviera en la hierba recientemente cortada. Aunque fuese algo asqueroso que sus babas llenas de vómito se estuvieran mezclando, probablemente al muchacho le diera igual. El vaso rojo que tenía entre los dedos y el tambaleo de sus pies le hacían pensar a Leslie que su estabilidad dejaba mucho que desear, y que, por lo tanto, estaba bastante borracho.
La pareja pasó abrazada al lado de la universitaria, que, sentada en los escalones, se aburría monumentalmente. Su segundo año de universidad acababa de terminar y con el final de este, también las ansiadas vacaciones de verano. Volver a San Francisco durante un largo periodo de tiempo era lo que Leslie necesitaba para recuperar las fuerzas tras un duro curso universitario. ¿Y qué es en lo primero en lo que pensó Gabrielle cuando Leslie le dijo que iba a volver a San Francisco durante el verano?
Exacto, fiesta.
Así es como la veinteañera acabó en una emboscada para apagar su televisor, donde estaba viendo un documental de National Geographic, decirle a su padre que no la esperara despierto, embutirla en un vestido de fiesta y arrastrarla hasta la mansión de un compañero universitario de Gabrielle, donde se estaba celebrando una gran fiesta.
Se suponía que Leslie tenía que desmelenarse en esta fiesta todo lo que no lo había podido hacer durante el año; un curso universitario es duro, y mucho más si estudias arquitectura en Brown. Leslie había pasado el noventa y tres por ciento de su año escolar con la nariz en un libro, y como mucho, había salido para las fiestas de cumpleaños de los numerosos hermanos de su compañera de habitación en la residencia. Los chicos y salir con ellos era algo que ella descartaba totalmente de su agenda.
Tras una mala experiencia amorosa el primer año en Providence, Leslie decidió concentrarse en sus estudios, al menos hasta que terminase la carrera y pudiera permitirse estar distraída con corazones rotos, abdominales y brazos hercúleos.
Después de la trágica despedida de Shawn en el aeropuerto, Leslie no había podido pensar en otra cosa que no fuese él durante su primer semestre en Brown. Por alguna razón, el muchacho había cortado toda forma de comunicación con ella, y cada vez que Leslie intentó llamarlo el buzón de voz le contestaba. Como consecuencia, las notas de la estudiante de arquitectura comenzaron a bajar durante estos meses, y antes de que pudiera darse cuenta, su compañera de cuarto la había llevado de fiesta para sacarla —a rastras si hacía falta— de la depresión en la que llevaba sumida los últimos seis meses. En el club al que Ivy la llevó conoció al que sería su primera desilusión amorosa post-Shawn.
ESTÁS LEYENDO
El cliché perfecto ©
JugendliteraturLeslie Sparks es el sinónimo de perfección. Shawn Coleman es un auténtico desastre. Ella se vio liberada cuando Shawn se fue de la ciudad tras haberla atormentado durante cinco años sin descanso. Ahora, él ha vuelto. El plan de Leslie es terminar s...