[Lya]
Miedo.
No podía explicar como me sentía, sin mencionar que estaba total y completamente aterrada. Era de noche, estaba en mi habitación con mi hermanita, no podía dormir, había algo que me ponía la piel de gallina. Esa tarde había visto a Camile muy estresada y apenas cruzamos palabras. Todo estaba tan silencioso en la mansión me levanté de la cama y me acerqué a mirar por la ventana, algo no marchaba bien, era algún tipo de corazonada que sentía y de repente siento el metal frío contra mi nuca, debía ser una jodida broma de Matt, aunque él nunca me hacía este tipo de cosas. Me obligó a voltearme y sus ojos fríos me miraron de pie a cabeza, esta totalmente cubierto de negro, solo le veía los ojos, de un marrón tan potente que me intimidaba.
Tragué duro, posiblemente iba a matarme y nadie lo sabría hasta la mañana por el silenciador.
¿Pero por qué justamente a mi? No había hecho daño a nadie, o era por los asuntos pendientes que tenía el hombre que se hacía llamar mi padre. Me estiró del brazo tan rápido que ni tuve tiempo de improvisar un grito; estaba temblando y mis movimientos eran cada vez más torpes y descuidados. Me llevó fuera de la mansión hasta la camioneta, una vez ahí, prácticamente obligada tuve que entrar en los asientos traseros.
No emití ni una palabra, ¿qué podía decirle? Solo analizaba los pro y los contras. Lo bueno es que por su descuido de huir conmigo no puso el seguro de las puertas la contra es que íbamos a una buena velocidad ya en la parte urbana tuvo que disminuir la velocidad o levantaría sospechas, estábamos entrando a una zona conocida, pasamos por el campus donde Cam había cursado los primeros meses.
Mi cuerpo pareció responder y mi mente idear algo para intentar escapar.
Abrí la puerta bruscamente y sin pensar dos veces salté, casí sobre mis pies mis rodillas rechinaron y dolieron pero no me importó, corrí y seguí corriendo hasta que vi un cartel que indicaba que era el área de dormitorios. Me alegré tanto Andrew podría estar por aquí y salvarme.
Pero no, toda mi alegría se fue por el caño cuando lo sentí siguiendome, sentí una bala rozándome la pierna y grité, sin poder evitarlo, la adrenalina me impedía parar, volteé a mirar un segundo e impacté contra algo.
¡Era imposible! Caí en el cesped, el banquito de madera fue el responsable de que esté de esta forma.
-¿Quién anda ahí?- escuché una voz a mi espalda.
-Ayúdame por favor- rogué.
-Oh, eres tú, Max, te dejo en lo tuyo.- mi única esperanza y conocía a mi captor.
El hombre volvió sobre sus pasos y me quedé sola.
-Somos tú y yo- sentenció- no debiste escaparte.
Tiemblo; cada célula de mi cuerpo arde bajo sus palabras. Morir a esta edad, con tantos sueños que cumplir, mi hermanita... Tenía que ser fuerte por ella.
El arma seguía apuntándome, estaba acorralada, herida y apunto de rendirme.
Cam podría cuidarla, sabía que lo haría de la mejor manera, sabía que la trataría bien, le daría más de lo que necesitara; jamás le faltaría nada. Tal vez no me recordaría y el duelo no le afectaría tanto.
-¿Por qué yo?- mis ojos se inundaban bajo la tormenta de emociones por la que pasaba.
-¡¿Por qué?! Traicionaste a la familia, a tu padre. Esas personas lo mataron.
-Él nunca fue un padre, nos tenía en la misería, nos maltrataba y cuando no estaba bajo el efecto de sus vicios, estaba haciendo daño a otras personas.- me trato de levantar. La adrenalina de repente se convierte en valor- ¿Sabes? Muchas veces yo también pensé en matarlo, pero no pude, no tuve el valor. Era mi miedo más grande, Cam solo destruyó a alguien que me hacía daño.
-Cam te va destruir cuando ya no te necesite. Ella solo te utiliza.
-No voy a creerte, no me necesita para nada, por el contrario tú, solo pretendes encontrarme con la guardia baja y estorcionarlos. Me quieres a mi para llegar a ellos.
Sería mi fin.
- ¡Callate maldita!- lo estaba provocando iba a disparar.
Cerré mis ojos, no había opción, mi alma abandonó mi cuerpo cuando escuché el disparo, todo pasó tan lento y rápido al mismo tiempo...
-¡No!- grité- sentí la sangre salpicarme toda la ropa, y mis lágrimas descendían en cascadas.
Los temblores aumentaron y el estado de shock en el que me encontraba no me dejaba pensar con claridad, vi la silueta borrosa de Matt tras el hombre que había recibido el impacto de bala. Sí, Matt lo había acabado. Todos los dolores se intensificaron en mi cuerpo y rendida caí desmayada en el suelo.
Nunca fui de muchas emociones fuertes, o tal vez ya había soportado bastante, este era un ritmo de vida insano, no podía creer que mi noche del terror haya acabado, me negaba a abrir los ojos y encontarme con una realidad distinta, una en la que mi captor aún me tenía. O peor que... realmente no esté viva.
El ruido finalmente comenzaba a invadirme, voces, llantos. Pero todos esos ruídos me hacían sentirme viva ¿realmente lo estaba? Abrí lentamente los ojos y ahí estaba mi familia. Cam, mi hermanita, Josh, Matt y Andrew... no estaba en la mansión, la estancia era pequeña pero acogedora, todavía seguía con la sangre sobre mí.
-Tranquila, estas bien- dijo despacio Matt, estaba casi susurrando.- llegué justo a tiempo.
-¿Dónde estamos?- pregunté sintiendo todo mi cuerpo tensarse.
Miré las paredes cubiertas por camisetas de algún tipo de equipo deportivo. Parecía la habitación de un chico.
-Es la recidencia donde vive Andrew, creímos que lo mejor ha sido alejarnos de la manción, puede ser un blanco fácil.- Cam se acercó a mí- Nos preocupamos mucho, cuando Matt dijo que algo andaba mal y que estabas fuera...- su voz falló- teníamos miedo de perderte- dijo entre lágrimas.
-Por culpa mía ahora los tres están en peligro- terminó por decir y salió.
Josh acercó a Lily a mí y salió tras ella.
Andrew miró a través de la puerta por donde se habían marchado, debía ser muy incomodo para él, como lo era para mi verlo mirar de esa forma a Cam. Dolía.
-Él doctor vino a revisar tu pierna, afortunadamente, la bala no entró tan profundo y te lo sacó mientras estabas desmayada.
-¿Tanto tiempo...?
-No, pero te inyectó un tranquilizante y algo más creo, para que recuperes fuerzas. Descansa. Te quedarás con Andrew esta tarde, mientras reorganizamos y salimos de esta, hay alguien siguiéndonos los pasos, ya nos amenazaron. Estamos en peligro.
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Sendero de Venganza
AcciónMuchas cosas cambiaron ese día, en un solo minuto se me esfumó de las manos a la única persona que me quedaba. Si no lo hubiera visto morir de aquella forma, tal vez intentaría superarlo. Nada de esto fue un accidente. Estuvo planeado por alguien...