Día 35

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Las materias solo quedan escritas en el pizarrón. No escribía nada y mucho menos prestaba atención ¿Qué diablos estaba haciendo ahí si no quería aprender? Las únicas notas traspasadas al papel eran simples y cortas, como si se tratara de una mini historia. Hundido en los pensamientos dejaba plasmadas las emociones y los silencios que nadie quería oír.

- Tan callado como siempre Eliot.

- Pensé que no vendrías- dijo cerrando el cuaderno- he traído el portátil para seguir con el trabajo.

- No seas aguafiestas Eliot- susurro arreglándose el abrigo- hoy no pretendo quedarme por mucho, he venido a buscarte.

- ¿A buscarme? - pregunto mirando el pizarrón.

- Si. Quiero mostrarte algo.

Se coloco de pie y tomo la mano de Eliot. Salieron silenciosos hasta el pasillo y caminaron hasta llegar a la entrada principal de la facultad. Ella parecía tan decidida a huir del lugar, que no le importo dejar de lado el informe que debían presentar mañana.

- ¿A dónde vamos? - Eliot estaba descolocado

- A un buen lugar...solo a un mejor lugar.

Vagaron por horas antes de que Gorrión se decidiera a tomar una línea de metro. Eliot no sentía hambre ni cansancio, de hecho, no sentía nada desde hace ya mucho tiempo. Los dos se fueron mirando el paisaje, cada uno en su respectivo mundo con la música ideal y los pensamientos exactos.

Bajaron en un pueblo a las afueras de la gran ciudad y caminaron por senderos frondosos de pinos hasta detenerse en una pequeña colina. Subieron hasta la cima, donde tomaron asiento en la punta de una gigantesca roca. Ambos permanecieron en silencio hasta que el anaranjado atardecer tiño las nubes del majestuoso cielo.

- De donde vengo, estos paisajes eran pan de cada día- la voz de Gorrión pareció quebrarse- tenía miedo...mucho miedo y fue a tal punto que ya no quería seguir sintiendo...así que muchos me llamaron cobarde, incluso mi madre y supuse que escapar ya no era una solución factible, por ello decidí buscar maneras de sobrellevar todo y encontré este lugar casi al final del recorrido- suspiro tristemente- es verídico el hecho de que muchas veces nos destruimos a nosotros mismo tratando de buscarle un significado a nuestro existir, pero también es cierto que somos la copia de la copia de la copia de una sociedad que espera mucho más de nosotros cada día y te das cuenta que ya no eres un niño cuando deberías serlo, que no eres una adolescente cuando en realidad aun adoleces y que no eres un adulto incluso cuando las líneas en tu piel dicen lo contrario...y ahora te preguntarás ¿A qué viene todo esto? pues seré sincera...ni yo misma lo sé...creo que en ti vi mi reflejo, vi mi cara en tus ojos y comprendí que ya no estaba sola- miro fijamente a Eliot- no espero nada de ti...claro que no...no espero que seas mi compañero de vida ni mucho menos "algo más" , sin embargo si deseo que atestigües lo que fui, lo que soy y lo que seré en estos días, al menos espero que tu memoria sea mi confidente hasta que no quede rastros de mi existencia.

39 días: "Claraboya"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora