Día 26
Perdió la cuenta de los días faltados. Le llegó una carta a cada uno diciéndole que se dirigieran a dirección. Ellos simplemente lo pasaron por alto. Habían decidido realizar un viaje juntos a la playa, como amigos y confidentes a pesar de que Eliot aun no podía ser sincero con Gorrión y abrirse completamente.
Empacaron agua y comida, una manta y unos abrigos en caso de que la lluvia pudiera hacerles frente. El invierno ya había llegado.
El tren demoró cerca de tres horas en llegar a la costa, pero el viaje valió la pena. Fue un plácido momento en el que ambos descansaron profundamente.
Una llovizna los recibió en una playa desierta, sin una sola alma que advirtiera el más hermoso paisaje de la soledad.
Gorrión estiró la manta sobre la arena humedecida y se recostó para sentir las pequeñas gotitas sobre su rostro.
- Amo el invierno- susurro Eliot admirando las majestuosas olas- es como si el mundo se detuviera.
- El reloj ya no hace tic tac en este pedazo mundo, Eliot.
- Cuando se enteren que hemos fracasado en la universidad...
- ¡Vamos! no pienses en esas boberías ahora- rio ella- disfruta esto, que no entiendes que dentro de unas horas el reloj en la pared volverá a torturarnos. Mi padre siempre decía que todos tenemos nuestro momento...al menos para él su momento fue crucial, tuvo opciones y escogió una, pero antes de partir simplemente se dejó llevar por las sensaciones y emociones del minuto- Gorrión sonrió dulcemente- él se despidió esa mañana de mi con un gran abrazo y me dijo "Oye, mañana serás una mujer mucho más fuerte de lo que hoy eres" beso mi mejilla y simplemente se marchó.
- Debió ser difícil para él dejarte...
- Claro que lo fue, pero sabes yo lo comprendía ¿Cómo puedes vivir con tanta mierda en la cabeza? él fue un luchador toda su existencia, incluso cuando tuvo que lidiar con esa enfermedad que lo consumía día tras día. Él sabía que, si no tomaba las riendas del asunto, ese trastorno lo mataría de todas formas.
- ¿Como se enteraron de que lo había ocurrido?
- Eliot, las malas noticias siempre se saben mucho antes que las buenas- se levantó y miro el mar- Una tía llamo a mi madre y le dijo "Escucha necesito que tomes asiento y que no hagas nada...debo contarte algo" Lo cómico de la situación es que mi madre actuó tan fríamente que parecía no importarle que mi padre se había suicidado, tomo mi mano y me dijo "Papá ya no está y no volverá...quiero que tomes todas sus fotos y me las entregues a mi"- sonrió- creo que ya no se amaban ni un poco y eso quedó claro cuando ella elimino cada recuerdo de él...Mi madre es igual que esas olas, dura, fuerte y destructiva y yo...yo solo soy el viento que la perturba....
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39 días: "Claraboya"
General FictionTodos en algún momento de nuestras vidas hemos perdido el rumbo, caemos y tratamos de levantarnos pero ¿Te has preguntado que pasa por la mente de una persona que lo ha perdido todo? Esta es la historia de Eliot y sus 39 días...