-Mama -Isobel se acerco a su madre y deposito algo en sus manos -Creo que deberías llevarlo.
Jannet bajo la vista y observo el colgante en sus manos. La concha, una concha de la playa, el único recuerdo que había llevado consigo cuando se marcho de aquí. Una concha que encontró el día que Eder le dio su primer beso, su primer beso en aquellos acantilados. La guardo siempre como un tesoro y cuando su niña fue creciendo y preguntando sobre su pasado. Le entrego ese colgante, diciéndole que algún día le enseñaría la playa en la que lo había encontrado.
Las lagrimas acudieron a sus ojos y la miro.
Era hermosa, muy hermosa. Y nadie nunca podría decir que no era querida. La amaba con toda su alma, lo hizo desde el primer instante que supo que estaba en su interior. Ella fue el motivo de que se levantara, de que luchara por volver a sonreír. Por ella seguía viva.
-Gracias mi amor -la abrazo, apretándola contra ella. Nadie se la quitaría, jamás. Era su niña. Suya.
-Deberíamos dejar que tu madre termine de arreglarse -Ayla las miro limpiando las lagrimas en sus mejillas -Mi hermano podría impacientarse y venir a buscarte.
-Tiene razón, vamos -Niara abrió la puerta y espero a que Ayla e Isobel salieran por ella, miro a Jannet y asintió, saliendo después.
Cerro el puño, apretando en su mano el colgante. Camino hacia el espejo y se paro ante él, se lo coloco y se observo. Mirando su reflejo, los recuerdos del día anterior llegaron a ella, cuando hablo con Eder.
" -¿Que estás haciendo? -se acerco a él, consciente de que todos se marcharon dejándoles a solas.
-Ahora nadie podrá reclamar a Isobel -el la miro a la cara con tristeza -Es mi hija, nuestra hija.
-No tienes que hacer esto -ella hablo conteniendo las lagrimas -No necesito tu lastima.
-Pero yo si necesito la tuya -se acerco a ella -No puedo borrar lo que paso, no puedo cambiar lo que hice pero si puedo decidir el futuro. Y quiero que vosotras estéis en ese futuro. Se mi esposa Jannet.-y entonces la sorprendió, se arrodillo ante ella y la abrazo por la cintura, escondiendo el rostro en su vientre y...llorando. -Perdóname.
Se quedo alli, de pie, sintiendo los sollozos de él contra su vientre, su fuerte agarre en la cintura. Cerró los ojos con fuerza sintiendo las lagrimas caer de ellos, y sus manos se movieron solas, hasta su cabeza.
Y juntos lloraron. "
-Vaya, estoy pensando raptarte -Niaj sonrió observándola desde la puerta.
-¿Y entonces por qué pusiste la idea de una boda en su cabeza? -se giro hacia él y alzo ambas cejas.
-¿Yo? -puso cara de inocencia y después sonrió. -Vale -alzo las manos caminando por la habitación, hacia ella -Yo no puse ninguna idea en su cabeza, solo le dije que había pensado en reclamaros, para que el no pudiera acercarse. Entonces seriáis Bukchaman. -se paro cerca y alzo la mano, acariciando su mejilla -Te quiere. Y os merecéis esto, te mereces la oportunidad de ser feliz y tu hija se merece tener un padre, uno como el que llevas años describiéndole.
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El Laird
RomanceEder MacPearson lleva demasiado tiempo buscando, buscando la oportunidad que nunca debió haber dejado marchar. Y ahora ella no está. Ha desaparecido como si la tierra se la hubiera tragado. Y tras años de búsqueda, no tiene nada. Y cuando aquella mu...