-Tranquila -Helen abrazo a Jannet
-Se la ha llevado -Jannet lloraba desconsolada -Se la ha llevado, lo se.
-¡¿Habéis averiguado algo?! -Eder entro en la casa, mojado por la lluvia, miro a Ewan, también mojado. -¿Y los demás?
-Aun no han regresado -Ewan le miro a los ojos.
-¡¿Algo?! -Duncan entro con Mail a su lado.
-Nada -Eder paso las manos por su pelo desesperado.
El Invencible y Freya regresaron, también sin noticias. Robert llego también con Niara.
-¡¿A dónde vas?! -Duncan sujeto a su hijo del brazo.
-¡A buscarla! -El grito su padre soltándose de su agarre, sorprendiendo a todos. -¡No puedo quedarme aquí!
-¡Freya! -Niaj grito, entrando en la casa, con Dalias a su lado. -¿Esta es la daga que le regalaste?
-Déjame ver -ella la tomo y alzo la vista -Si.
-Tiene sangre -Jannet se acerco a ella, después miro a Eder -¡La tiene el! ¡Se la ha llevado!
-La encontraremos -Eder la abrazo, sintiéndose impotente miro a todos -Te prometo que la encontraremos.
-¡Ve por ella! -Alzo el rostro mirándolo desesperada -Ve por nuestra hija.
-Ir ahora no es una opción -El Invencible hablo y todos le miraron -En la oscuridad y con la tormenta. Probablemente nos tengan preparada una emboscada.
-Lo sé -Eder asintió.
-¡¿Qué?! -Ella se aparto de su marido -¡No! ¡Ahora! ¡No puede estar en manos de el!
-Jannet -Niara la abrazo -Tranquila.
-Nos prepararemos para el amanecer -Duncan miro a los demás -Atacaremos en cuanto salga el sol.
-Rodearemos el campamento -Mail asintió.
-¡No! - ella se soltó de Niara y camino hacia la puerta.
-¡¿Que haces?! -Eder la agarro, evitando sus golpes -¡Jannet!
-¡No voy a dejar alli a mi hija! -ella lloraba resistiéndose -¡Iré yo! ¡Me dejara llegar a el! ¡Puedo llegar hasta el! ¡Vosotros podréis atacar cuando...!
-¡No! -Eder la agarro por los brazos y la miro a los ojos -¡No te acercaras a ese hombre!
ESTÁS LEYENDO
El Laird
RomanceEder MacPearson lleva demasiado tiempo buscando, buscando la oportunidad que nunca debió haber dejado marchar. Y ahora ella no está. Ha desaparecido como si la tierra se la hubiera tragado. Y tras años de búsqueda, no tiene nada. Y cuando aquella mu...