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Tal y como el pecado de la lujuria había dicho, nadie se percataba de las alas de Elaine, quien estaba muy agradecida. La caminata hasta la primera librería del pueblo fue amena para los dos enamorados, mientras que para Gowther fue silencioso.

El muñeco pensaba que libro compraría y cuantos serían. Al llegar al local se percató que Ban y Elaine se habían quedado atrás mirando una tienda. Eso ayudaría a su plan B de ser necesario. Empujó la puerta y entro al establecimiento.

El lugar estaba ordenado en estanterías y mesas, el mostrador tenía carteles especiales y nombres de libros que decían ser los éxitos de venta. El encargado, un señor mayor con bigote gris y poco cabello se acercó.

—¿Puedo ayudarlo?

—Si, busco libros de narración erótica. —sin pudor el pecado pidió la ubicación. —puede recomendarme los mejores, por favor.

—C-claro señor, —el hombre volteo sonrojado, saco tres libros de la estantería detrás del mostrador, y los colocó al frente del chico de cabello rosado. —estos son los más vendidos, prometen ser los mejores.

La cabra tomo los libros y observó su portada y contratapa, en cada uno.

—Me llevo los tres. —la monotonía de su voz no concordaba con lo que estaba comprando. —¿Cuánto es?

Metió su mano en uno de los bolsillos del pantalón y estaba por sacar las monedas de oro cuando el hombre lo freno.

—Señor, ¿usted es Gowther-sama, el pecado?

—Así es.

—Lo siento, pero no puedo venderle estos libros. Merlin-sama me lo prohibió. —comentó levantando un cartel con la pintura de su rostro en ella con unas palabras que decían "No vender libros de +18 a este sujeto".

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—Por favor.

—Es una broma, ¿Verdad?

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—S-señor, quiero los tres libros más vendidos d-de n-narración erótica...

Por fuera de la tienda Ban miraba a Elaine.

—¿Por qué necesitaba ser ella?

—Porque tu eres un pecado y sabría que lo comprarías para mi. —explicó la lujuria. —A ella no la conoce.

—¿Y por qué no usaste tu magia?

—No funcionó. Merlin puso una protección...

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En otro lugar del reino, Diane y King se probaban la ropa que usarían para la ceremonia de presentación de Meliodas y Elizabeth. Ella había elegido un vestido durazno claro hasta las rodillas, el chico, un traje negro con una corbata del mismo color del vestido. Iban en composé.

La decisión de ir de compras fue de King luego del episodio de la mañana con su pervertido capitán. Diane no vio nada pero acepto sin protestar. El hongo aún hacia efecto, pero pronto necesitaria una píldora de Merlin.

—Oye, King, ¿Te gusta? —salió del probador luciendo un vestido rojo acampanado.

El mensionado tuvo que tapar su nariz para que no vieran como comenzaba a sangrar. Diane mostraba un escote muy provocativo. Su cintura se definia notablemente antes de que se abriera en la vistosa caída de pollera que llegaba hasta su muslo, poco más arriba de sus rodillas.

—¿King?

—Me encanta, llevemoslo y vamos. —la voz del chico sonaba levemente nasal por el sangrado.

Un Verdadero Rey para Camelot (Meliodas x Elizabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora