Un Verdadero Rey para Camelot (Meliodas x Elizabeth)

♦11♦

Meliodas estaba en su cama mirando el techo de la habitación, Elizabeth estaba en el baño interno del cuarto, se había acostumbrado a ese lugar, cada tanto iba al bar, allí acomodaba y limpiaba un poco, sería bueno regresar a dar vueltas por Britania como antes, pero ahora tenía responsabilidades, puede que un reino estuviera a su mando, pero la que más le importaba era su amada princesa y sus hermanos. Ellos eran su familia ahora.

—Familia, eh, ¿Quién lo diría...? —hablaba solo.

Jamás había pensado que realmente pudiera tenerla, se veía perdiendola como siempre con la diosa. Elizabeth salió del baño cambiada y arreglada, el chico por su parte solo tenía un pantalón gris.

—Podríamos ir a un día de campo todos...

—¿Quiénes son todos? —indagó la princesa.

—Los pecados, tu, los chicos y yo, y Hawk también. —dijo incorporandose. —Puede salir bien, iremos en el sombrero de jabalí.

—Me parece una gran idea.

—¡Gowther! ¡Diles a todos!

—Si, capitán. —salió del armario el muñeco.

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King y Diane se estíraron, les gustaba dormir juntos pero terminaban al revés o uno casi en el suelo, en ocasiones el hada finalizaba sobre chastiefol en el aire roncando. La chica se froto un ojo, mientras bostezaba.

—King...

—¿Eh? —la pereza abrió los ojos, miro a la chica —¿Qué...pasa Diane?

—Despierta... Nos perderemos en desayuno...

—Quiero dormir... —poco se le entendía al oso.

Ella se levantó y comenzo a cambiarse, de que servía ir al cambiador si el chico estaba dormido. Lastimosamente, un poco errada estaba, al quitarse la remera, King pudo ver su espalda desnuda, cuando puso las manos en la cama para levantarse la sintió húmeda, al darse vuelta, sin ropa, vió al chico rojo sangrando de la nariz, en respuesta se tapó los pechos y tomó su vestido rosa para correr al vestidor de la esquina del cuarto.

—¡King! ¿Cómo vas a hacer eso? —gritaba desde el otro lado del mueble, estaba avergonzada.

—¡Y-yo no hice nada! —se defendió limpiandose la cara. —¡Tú te quitaste la ropa! 

—¡Mirón!

—¿Por qué? —el chico estaba confundido y no sabía porque gritaba.

—¡Eres un mirón!

—Diane. —se calmó y paro de la cama, camino hasta donde estaba la chica. —¿Qué somos?

La chica salió vestida. Sin sus botas.

—No sé... ¿Novios? ¿No deberías saber tu? —hizo silencio y pensó—Aunque nunca me preguntaste...

—Diane, hace siglos te dije que te amaba, ¿Sientes lo mismo? —como nunca, el chico se armó de valor.

—... S-si King... —estaba sonrojada, se veía adorable a sus ojos.

—¿Quieres ser mi pareja? Acompañarme en todo, ayudarme si es necesario, corregirme en lo que creas... S-ser íntimos... ¿Q-quieres ser mi novia? —se sonrojo y cerró los ojos, había estirado la mano esperando que la tome.

—Si, King. —sonrió dulcemente mientras tomaba su mano. El chico la miro.

Flotó un poco y la beso.

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—Gowther.

—Capitan.

—Ya sabes, ya leíste mi mente. —dijo moviendo la mano Meliodas.