CAPÍTULO 24

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Ninguno podemos creer todavía lo que ha ocurrido... No hemos sido capaces de abrir la boca ni un momento... ¿Qué se supone que vamos a hacer ahora? Sin Akiyama Kaisaki se nos va a venir encima...
-¿Vamos a quedarnos aquí todo el día...?
Tras escuchar las palabras de Ichiro, suelto suavemente a Yuki, me levanto y le miro fijamente.
-Si es necesario sí, pero tranquilo, puedes irte si quieres, todos sabemos que no te importa nada que Akiyama haya muerto, aunque al menos podrías tener un mínimo de respeto.
-No hay quien te entienda... Un rato estamos bien, como si fuéramos los mejores amigos... Al otro es como si fuéramos enemigos...
-Yo tampoco te entiendo a ti, ¿cómo eres capaz de no sentir nada cuando el hombre que te acogió ha muerto delante de tus narices?
-Siento más de lo que crees... ¿Pero que quieres que haga? ¿Derrumbarme como todos vosotros?
Iba a responder pero justo en ese momento Yuki se levanta y encara a Ichiro.
-(Llorando) ¡Eres un sinvergüenza Ichiro! ¡Akiyama fue como un padre para todos, nos cuidó en todo momento y tú ni siquiera le defendiste y ahora no eres capaz de perder tu orgullo llorando con nosotros!
Yuki agarra la chaqueta de Ichiro y le mira todavía llorando.
-Tú eres como mi hermano mayor... Tendrías que dar ejemplo... Tendrías que estar a mi lado y al de todo... ¿Por qué no puedes hacer eso?
Yuki se pega a la chaqueta de Ichiro y llora sobre su pecho, él no es capaz de abrazarla, lo único que hace es apartarse.
-Yo no soy como vosotros, lo siento si no muestro mis sentimientos como lo hacéis todos...
Tras esas palabras, Ichiro se va a su cuarto y nosotros nos quedamos ahí. Si las cosas iban mal antes ahora van muchísimo peor...

Las horas pasan... Todavía no hemos decidido lo que vamos a hacer... Yo he salido a dar una vuelta para despejar la mente pero es inútil...
-¡Hikari!
Reconozco esa voz al instante, así que me giro y, efectivamente, es Kenta...
-Kenta...
-¿Qué haces de madrugada por aquí? Yo ya volvía a casa, en la cafetería hemos tenido mucho ajetreo.
-Yo también he tenido un día muy largo... Quería... Despejar la mente...
-¿Qué ha ocurrido?
Miro a Kenta y trato de ocultar las lágrimas.
-¿Hikari?
-Ha muerto nuestro jefe...
-¿Cómo?
-Le secuestraron, fuimos a rescatarle pero al salir todos nos esperaban y... Y...
No puedo seguir contando ya que comienzo a llorar, Kenta rápidamente me abraza.
-Lo siento muchísimo Hikari... Si puedo hacer algo para ayudar...
-No sé que va a pasar con nosotros... Sin nuestro jefe... Que era como un padre... Ahora ya no... No sabemos que hacer...
-Déjame ayudar, quizá pueda hacer algo y...
-Eres humano...
-No me importa, déjame hacer algo... Por favor...
-Lo... Lo hablaré con uno de los chicos... Y... Y te diré... Pero... No puedo garantizarte nada...
-Está bien, pero cuenta conmigo para lo que sea...
-Lo haré...
Le abracé de nuevo y después nos separamos.
Tras un rato hablando le convencí para que fuera a casa, yo seguí caminando pero vi una sombra que reconocí inmediatamente...
-Así que ese es el chico...
-A ti eso no te importa... Ichiro...
-¿Es él mejor que yo?
-Sí... Antes lo hubiera dudado... Pero ahora lo tengo muy claro...
-¿Un humano es mejor?
-Me da igual si es humano... Yo también lo soy...
-También eres ghoul... Si llevas a ese chico a Kaisaki vamos a estar aún peor, ¿qué pasa? ¿Acaso quieres fastidiarla?
-No, no quiero.
-Pues eso parece. Ese humano va a traernos nada bueno, es una sucia rata de alcantarilla como todos.
-¡No le insultes! Quiere ayudarnos, a él no le importa si somos ghouls o no.
-Y veo que tampoco le importa que seas un monstruo.
Tras escuchar esas palabras me quedé sin saber que decir, él se fue y yo seguí ahí parada... Me ha llamado monstruo de nuevo...
Sin pensarlo corro detrás de él y cuando le alcanzo agarro su hombro haciendo que se gire.
-¡No soy un monstruo!
-¡Sí lo eres! ¡¿Por qué no te has ido ya de Kaisaki?! ¡Es más! ¡¿Por qué tuviste que volver?!
-¡Tú quisiste que lo hiciera!
-¡Y me arrepiento! ¡Vete!
-¡Vete tú! ¡Al fin y al cabo solo haces que quejarte y ser un imbécil con todo el mundo!
Ichiro se acerca más y coge mi brazo con fuerza mirándome fijamente.
-Contigo me he portado como nunca lo he hecho con nadie.
-Y eso no dura más de dos días.
-Porque tú (apuntando con el dedo) te empeñas en que sea así. Si no te hubieras ido nosotros estaríamos bien y...
-¿Es que no te das cuenta? Aunque me hubiese quedado todo seguiría igual o incluso peor, nosotros somos incompatibles.
Tras decir eso me solté de su agarre y me fui de vuelta a Kaisaki. No quiero seguir escuchándole... No quiero seguir discutiendo con él... Y menos después de un día como hoy... ¿Por qué siempre acabamos así...?

Por fin estoy en mi cuarto, cuando he llegado no había nadie así que supongo que se habrían ido a dormir también. Ichiro todavía no ha vuelto pero me da igual... Que haga lo que quiera...
En ese momento, alguien da un leve toque a la puerta y yo me levanto. Al abrir veo a Kiatzu.
-¿Kiatzu?
-¿Puedo pasar...?
Asiento y dejo que entre, después cierro la puerta de nuevo y ambos nos sentamos en la cama.
-¿Cómo estás?
Digo poniendo mi mano en su espalda.
-Mal... Siento que esto es culpa mía...
-Kiatzu...
-Yo sabía de ese proyecto de leer mentes que están llevando a cabo... Si lo hubiese dicho antes u os hubiese acompañado a Ichiro y a ti...
-Tú no tienes la culpa... Estábamos acorralados... Akiyama encaró a Maiko y... Bueno...
-¿Qué vamos a hacer...?
-No lo sé... Mañana nos reuniremos para hablar... Supongo...
-¿Qué crees que pasará...?
-No lo sé... Pero Maiko va a causar muchos problemas...
-¿Los de Kakasi querrán ayudar?
-En casos tan extremos tienen que hacerlo... No pueden dejarnos solos como si nada...
-Ya...
Suspiro y rodeo a Kiatzu por los hombros con mi brazo. No tengo ni idea de lo que puede ocurrir...

¿Yo un ghoul? - Segunda temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora