¿Yo un ghoul? - Segunda temporada

CAPÍTULO 26

Cada vez empezaba a llover más y fuerte y los truenos eran más y más constantes cosa que me resultaba bastante desagradable.
-Venga... Vámonos ya... No tiene sentido seguir aquí...
-No quiero... No quiero... No quiero...
-Ichiro... Está lloviendo a mares, y estamos al lado de dos cadáveres...
-¡Cadáveres de personas que acabo de matar!
Dice Ichiro levantando la vista y mirándome todavía llorando.
-Querían hacernos daño...
-¡Podríamos habernos ido y ya está!
-Huir no es propio de ti...
-¡Lo sé! ¡Y nunca me he sentido culpable por matar! ¡Nunca!
No digo nada, simplemente me levanto y hago que Ichiro se levante también.
-Volver a Kaisaki ahora no es buena opción, nos mojaríamos aún más, lo mejor será esperar a que pare un poco...
Sin decir más, cambiando completamente de tema, sostengo la muñeca de Ichiro y lo guío por la lluvia hasta llegar a un puente en el cual nos refugiamos. En todo el camino ninguno a hablado y ahora estamos sentados contra la pared también en silencio hasta que decido romper el hielo.
-¿Cómo estás...?
-Bien...
-Nos conocemos, no me mientas...
-No lo hago...
-Sí...
-No...
-Sí...
-No...
-Sí...
-Déjame en paz... Vete a Kaisaki...
-No voy a dejar que te quedes aquí como si no tuvieras hogar...
-Yo no pertenezco ni a Kaisaki ni a ningún lugar... Soy la oveja negra... Si tan bien me conoces deberías saberlo...
-(Río) Perdona que me ría pero... ¿Le hablas de ovejas negras a la medio ghoul? ¿A la uniojo? ¿A la del trozo de hígado ajeno? Por favor Ichiro, prefiero exámenes y exámenes a montones antes que ser aprendiz de ghoul y tener que aprender a sacar mi kagune de nuevo. Además, todavía no me he adaptado del todo a este mundo.
-No te entiendo... Tienes una familia pero es como si no la tuvieras...
-Les echo mucho de menos, pero todavía no puedo volver... No hasta que derrotemos a Maiko y... Me sienta preparada...
-Ellos no van a echarte como si fueras un perro...
-Lo sé... Pero no es fácil convivir con un monstruo...
-Aquí el único monstruo soy yo...
-No digas eso. Aunque sea en el fondo tienes muchas cosas buenas.
-¿Cómo por ejemplo...?
-Eres muy avispado, valiente, cuando quieres eres capaz de consolar a alguien como nadie, también...
-Vale, vale, de acuerdo, sí tengo cosas buenas, ¿contenta?
-Más o menos. Vamos, cuéntame algo.
-¿El qué voy a contarte?
Me encogí de hombros y me pegué más a él.
-Cualquier cosa, nunca viene mal desahogarse.
-No quiero desahogarme.
-Lo has hecho antes, inconscientemente pero lo has hecho.
-Que sí, que sí, muy bien... Y apártate que sino no vas a secarte nunca.
-Es igual... Si antes o después tendremos que volver a Kaisaki.
-¿Por qué no paras de sacar punta a todo?
Tras ese comentario de Ichiro suelto una pequeña risa.
-No entiendo por qué te ríes...
-Estás más amargado que de costumbre.
-¿Perdona?
-Era broma.
Río de nuevo y apoyo mi cabeza en su hombro.
-Akiyama estaría muy orgulloso de ti...
-¿De mí?
-Sí... Y yo creo que querría que siguiésemos para adelante luchando por vencer a Maiko...
-¿Y acaso podremos hacerlo? No... Solo somos unos niñatos...
-No... Somos muchísimo más maduros que los adolescentes de nuestras edades, después de todo lo que hemos pasado hemos aprendido mucho y...
-Lo sé... Pero eso no quita que seamos adolescentes... No vamos al instituto... No podemos salir por ahí sin miedo a que matemos a alguien o nos ataquen... No tenemos amigos humanos en los que confiar... Bueno... Tú... Tienes a ese chico...
-Yo echo de menos muchas cosas del mundo humano, porque aunque no lo creas, ser medio ghoul tampoco es fácil...
-Me lo imagino...
-Tenemos que vencer a Maiko... Y quizá... Pueda introducirte un poco al mundo humano...
-¿Qué? Estás loca...
-Los humanos no son tan malos, hay gente muy buena. Si nos hubiésemos conocido antes de convertirme en ghoul, ¿me hubieras matado sin más?
-Probablemente... Ya viste que lo intenté dos veces aún siendo medio ghoul... En fin, vámonos, no quiero hablar de esto...
Ichiro se levanta sin decir más y se dispone a salir del puente, yo le sigo y vamos fuera. Ya ha parado de llover y se puede ver la luna. Ambos vamos caminando en silencio. En ese momento un gato se nos acerca. Yo me agacho y lo acaricio.
-¿No querías irte ya? Pues venga, deja al gato y vamos.
-No seas así.
Suspiro y tiro de la manga de su chaqueta haciendo que se acuclille a mi lado. Después pongo su mano encima del lomo del gato.
-No va a matarte, ¿lo ves?
-Ni que le tuviera miedo a un gato callejero... Podría matarle ahora si quisiera...
-Pero no quieres porque te da pena.
Ichiro suspira, se levanta y tira de mi muñeca haciendo que me levante también y continúa caminado.
-Puedo caminar sin guía.
-Pues no lo parece.
-Pesado.
-Cállate.
-Peliazul.
-Y lo dice la que tiene mechas blancas...
Río y le doy un pequeño codazo.
-Me favorecen, pero antes con las mechas azules íbamos a juego.
-Parecíamos hermanos más que novios.
-¿Novios? Pero si solo nos besamos.
-Está bien, amigos con derecho, ¿contenta?
-No, amigos y punto.
-(Ríe) No te preocupes, no voy a contarle nada a tu novio si es lo que piensas.
-Deja a Kenta, es buen chico.
-Como alguno de los dos os vayáis de la lengua con respecto a los ghouls, Kaisaki o...
-Ichiro, confía en mí, aunque sea como compañera.
-Confío en ti, pero no en ese chico.
-Repito; confía en mí, no estaría con él si no fuera porque de verdad pienso que es bueno.
-Ya...
-Estate tranquilo, tenemos que centrarnos en Kaisaki más que nunca.
-Aplícate el cuento también.
-Sí, sargento.
Ichiro me miró serio y después me soltó y metió las manos en los bolsillos. Yo sonreí y miré también al frente. En el fondo no quiere ser de esa forma y es buen chico, claro que está igual de dolido que todos después de lo que ha ocurrido con Akiyama...