CAPÍTULO 7

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La mujer comienza a hablar y yo la miro fijamente con mucha atención.
-¿Es difícil, Hikari?
-¿Cómo?
-Ya sabes a que me refiero.
-No entiendo.
-(Sonríe) ¿Es difícil ser un ghoul?
Al escuchar eso me quedo de piedra.
-Me di cuenta nada más verte, pero no quise decirte nada.
-¿Cómo sabe de la existencia de los ghouls? Se supone que solo existen en el anime y el manga.
-Yo de joven trabajé en la ABG, me entrenaron muy bien para reconocer a los ghouls. Acabé retirándome porque estaba harta de ver lo que hacían con ellos, yo no podía ser parte de tal barbaridad.
-¿Por qué me cuenta esto a mí?
-Eres la única ghoul que vive aquí, a parte de que eres muy joven y se te ve muy atormentada. Por cierto, tengo una pregunta, ¿eres de Kakasi o Kaisaki?
-Antes era de Kaisaki, pero ahora no soy de ningún bando... Estoy muy confundida...
-¿Por qué no vuelves a Kaisaki? Al fin y al cabo siempre estamos mejor en el lugar a donde pertenecemos.
-No puedo volver... Soy un monstruo...
-He oído eso de la boca de muchísimos ghouls, pero te aseguro que no sois monstruos. Vuelve a Kaisaki, no vas a arrepentirte.
-¿Y el trabajo? No puedo dejarlo sin más.
-Trabajas en la cafetería de aquí al lado, ¿no? Pues tú tranquila, yo me ocuparé de hablar con ellos.
-¿Qué va a decirles?
-Eso dejámelo a mí.
La señora me guiña un ojo y sonríe.
-Muchas gracias por todo...
-De nada pequeña, ahora vete.
-¿A estás horas?
-Cuanto antes mejor.
La señora se levanta y yo hago lo mismo, ambas vamos hacia la puerta.
-Ya sabes que aquí estoy para lo que necesites.
-Gracias.
-(Sonríe) Ah, y por cierto, lo del té era solo para ver como te manejabas ante situaciones así (guiña un ojo).
Le doy una leve sonrisa y después ella abre la puerta.
-Buenas noches y suerte.
-Buenas noches.
La señora sonríe y yo salgo, después voy hacia mi apartamento y según entro me voy a mi cuarto, saco una pequeña bolsa de viaje y empiezo a guardar mis cosas, en ese momento aparece Kimi.
-¿Dónde vas?
-A Kaisaki?
-¡¿De verdad?!
-Sí, es una larga historia.
-¡Cuánto me alegro! Pero... ¿No es un poco tarde?
-Cuanto antes mejor, así no tendré oportunidad de arrepentirme, además, aquí no puedo estar con esa mujer y sus dos hombres.
-¿Y el trabajo?
-Luego te explico.
Kimi asiente y yo continúo guardando cosas.

Tras un buen rato, ya tengo todo listo, así que me voy del apartamento. Las calles estaban prácticamente vacías, solo estamos Kimi y yo, bueno, a ojos de la gente, solo estoy yo.
-Oye Hikari, ¿cómo crees que reaccionarán al verte?
-No lo sé...
-¿Crees que habrá alguien despierto a estas horas?
-Tal vez... Por cierto, sé que nadie puede verte, pero trata de no aparecer te mucho porque se me hace un poco raro.
-Tranquila, no te darás ni cuenta de que estoy, como al principio.
Asiento y ambas seguimos caminando en silencio.

Llevo ya un buen rato caminando, pero ya estoy llegando a Kaisaki, noto como si el corazón se me fuera a salir del pecho.
Desde aquí puedo ver el callejón.
-Venga, tú puedes, ánimo.
Tras decir eso, Kimi desaparece y yo cojo todo el aire posible para después entrar. Como siempre, aparto las cajas y bajo las escaleras, cuando llego a la puerta me quedo unos segundos quieta hasta que decido poner la contraseña y al segundo se abre la puerta mostrando la sala. Todo está igual, nada ha cambiado.
Decido dejar la bolsa en el suelo y me pongo a caminar. Estarán todos durmiendo a estas horas.
Mientras paseo por la sala veo que en la pared hay fotos nuevas. En unas cuantas está Kiatzu solo, junto a algunos, con Yuki o simplemente con todos, y en otra estoy yo, y si no recuerdo mal ese fue el día que fui con Ichiro de vigilancia, ¿cómo se supone que logró hacerme una foto sin que me diera cuenta?
-Esa foto la encontró Yuki rebuscando en la habitación de Ichiro, él se enfadó al enterarse de que ella la había encontrado (ríe levemente).
Al escuchar la voz de Akiyama me doy rápidamente la vuelta.
-Es un placer tenerte aquí de nuevo, Hikari. Sabía que te tendríamos de vuelta.
-Siento muchísimo todo... Lo siento...
Hago una referencia a modo de disculpa, Akiyama pone su mano en mi hombro y yo levanto la mirada enderezándome de nuevo.
-No tienes que disculparte, todos pasamos por momentos en los que no tomamos decisiones correctas o necesitamos alejarnos de todo, pero Kaisaki es tu casa, y siempre serás bienvenida.
-Muchísimas gracias... Pero no estoy segura de nada... No sé si estoy haciendo lo correcto...
-Es normal tener dudas, pero ya que estás aquí no puedes irte, Yukiko no aguantaría mucho más tiempo sin ti, te considera su hermana mayor.
-Lo sé...
Se me escapa una leve sonrisa al pensar en ella.
-¿Y sabes una cosa? Kiatzu se unió aquí una semana después de lo sucedido, ella se ha hecho muy amigo de Yuki, por eso tienen tantas fotos juntos, él ya no sabía de que forma levantarle el ánimo, él estuvo muy poco tiempo contigo pero también te echa mucho de menos.
-Lo sé...
-Ichiro también ha estado bastante mal aunque no quiera demostrarlo. Todos en general te hemos echado muchísimo en falta.
-Pero yo me he convertido en... En esto y...
-Dentro de ti sigues siendo la misma.
-¿Eso cree?
-Por supuesto.
-¿Cree que todo pueda volver a ser como antes?
-Intentaremos que sea así, pero tenerte de vuelta sería un gran paso. ¿Sabes? Estamos investigando mucho sobre la ABG y en ocasiones Kakasi nos ayuda.
-¿Qué ha ocurrido con ellos?
-De momento no sabemos nada. Pero bueno, no hablemos de esto ahora, estarás cansada, así que ve a la última habitación del pasillo de la derecha y descansa ahí, la hicimos nueva hace nada porque el espacio ya escaseaba (ríe levemente). Kiatzu está en la penúltima habitación, también es nueva, así que cuidado de que no se despierte porque tiene un oído muy agudo.
-(Asiento) Muchas gracias.
Akiyama me sonríe levemente, yo cojo mi bolsa y me voy por el segundo pasillo hacia la habitación. No sé realmente como me siento... Es una mezcla rara entre miedo, algo de emoción e incertidumbre...

¿Yo un ghoul? - Segunda temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora