Dos meses han pasado... Dos meses y sigo sin encontrar a ese hombre... Mis heridas ya han cicatrizado, no sé nada de Kaisaki, Kakasi o mi familia y estoy viviendo en un pequeño apartamento en una parte de la ciudad bastante tranquila, también conseguí trabajo en una pequeña cafetería. He aprendido a controlar mis impulsos, mi kagune y consigo mi comida por mis propios medios, también paso totalmente desapercibida entre la gente. En este tiempo no he tenido contacto con ningún ghoul o miembro de la ABG y eso me resulta bastante extraño. Desde hace un par de semanas he considerado seriamente unirme a Kakasi, pero al pensar en Kaisaki o mi familia me echo atrás... Es cierto que ahora soy muchísimo más decidida y no le tengo miedo a nada, pero eso es una decisión muy importante y tengo que tomarla muy bien.
-Hikari, ¿estás en casa?
Mi vecina...
-Buenas tardes...
-Hola pequeña, hay que ver lo rápido que abres la puerta (ríe). En fin, solo me preguntaba si podrías cuidar un rato de mi gato, tengo que salir a hacer unas compras y no me gusta dejarlo solo.
-¿Y su hija?
-Ha salido.
-(Suspiro) Bien... Me haré cargo de él...
-Genial (sonríe). No sabes el gran favor que me haces, muchísimas gracias Hikari. Enseguida vuelvo.
Asiento y cierro la puerta. No puedo negarle la ayuda a esta señora, ella me ayudó cuando yo llegué a esta parte de la ciudad, estaba muy perdida.
En ese momento tocan de nuevo la puerta así que abro otra vez y puedo ver a la señora con un gato negro de ojos verdes en brazos.
-Pues aquí está. En un rato vuelvo.
-Tómese su tiempo.
La señora me sonríe amablemente y deja al gato en mis brazos para después irse, yo cierro la puerta y dejo al gato en el suelo. Me acuclillo en frente suya.
-¿Y ahora que hago contigo?
El gato ladea un poco la cabeza.
-Tú si sabes que soy un ghoul, ¿verdad?
El gato ladea un poco más la cabeza y después maulla para luego pegar un salto hacia la ventana, la cual estaba abierta e irse. ¡Maldita sea! Ahora me toca ir a buscarlo y más me vale darme prisa porque está atardeciendo y si se hace de noche va a ser imposible encontrarlo...
Resoplo y salgo yo también por la ventana. Ese animal no lleva ni cinco minutos en casa y ya se ha ido...Llevo un buen rato buscando al gato pero nada, encima el sol cada vez se pone más y estoy en un puente bastante alejado de mi apartamento.
En ese instante oigo un maullido así que me giro y veo que el gato estaba en brazos de alguien, levanto la mirada y me quedo paralizada al ver quien es...
-Hikari...
-Ichiro...
El gato maulla y salta de los brazos de Ichiro para acercarse a mí, yo lo cojo y mantengo la mirada baja. Ambos estamos en un silencio bastante incómodo hasta que Ichiro habla de nuevo.
-Así que ahora tienes gato...
-No es mío...
De nuevo nos quedamos en silencio. Él tiene el mismo tono frío que cuando le conocí...
Tras unos segundos me doy la vuelta dispuesta a irme pero él habla otra vez.
-¿No vas a decir nada más...?
-¿Qué quieres que diga...?
-¿Por qué te dejaste llevar por la venganza...?
Me quedo callada ante esa pregunta y comienzo a caminar despacio.
-¡Responde!
Ignoro ese grito y sigo caminando.
-¡Huye! ¡Huye como aquella noche!
Tras escuchar eso agarro un poco más fuerte al gato y continúo caminando.
-¡Cobarde! ¡Eres una cobarde de pacotilla!
Al escuchar eso me paro pero no me doy la vuelta.
-No soy una cobarde...
-¡Sí lo eres! La Hikari que yo conocí no era así... Era valiente y dispuesta a ayudar en cualquier cosa...
Me doy la vuelta y levanto la mirada un poco. Ichiro estaba mirándome fulminante con los puños apretados.
-¡Dime por qué te empeñas en comportarte así! ¡Dímelo!
-¡Tu padre me convirtió en esto!
Ichiro baja la mirada de nuevo, deja de apretar los puños y relaja los hombros. Ambos nos quedamos en otro silencio incómodo. Después yo me doy la vuelta de nuevo.
-Adiós...
Tras decir eso comienzo a caminar de nuevo con la mirada baja. De reojo puedo ver que Ichiro seguía ahí quieto mirando al suelo y con los puños cerrados.Una vez en el apartamento me siento en el suelo y apoyo la cabeza en la puerta mirando al techo. Ese encuentro no tendría que haber sucedido... Si ese maldito animal no se hubiera escapado...
Aparto la mirada del techo y miro al gato el cual estaba sentado en frente mía mirándome fijamente.
-Tú tienes la culpa...
El gato maulla y ladea la cabeza.
-¿Acaso lo tenías todo planeado?
El gato sigue ladeando la cabeza confundido.
-(Suspiro) ¿Pero que estoy diciendo...?
En ese momento alguien llama a la puerta así que me levanto y cojo al gato en brazos. Cuando abro veo que es mi vecina.
-Buenas noches Hikari. ¿Te ha dado muchos problemas?
-Para nada...
Tras fingir esa respuesta pongo al gato en brazos de la señora.
-(Sonríe) Gracias de nuevo por este gran favor. Y perdona por las molestias.
La señora me da una bolsa con unos cuantos bollos de crema. Ella me sonríe amablemente y se va, yo cierro la puerta y me siento de nuevo en el suelo dejando la bolsa a mi lado y apoyando de nuevo la cabeza en la puerta y mirando al techo.
Por una vez que cuido a ese gato resulta que se escapa y va a parar precisamente a los brazos de Ichiro... ¿Es que no había otra persona u otro lugar? No sé que habrá pensando Ichiro de ese encuentro... ¿Se lo habrá contado a los de Kaisaki? Lo dudo... Él era el mismo de antes... Pero ahora sí que no puedo volver a Kaisaki, sería algo muy incómodo y muy poco conveniente... En fin, será mejor que me vaya a dormir aunque solo sean unas horas... También debo olvidarme de ese encuentro, no me conviene nada tenerlo en mente...
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¿Yo un ghoul? - Segunda temporada
Fiksi PenggemarHikari Kobayashi, tras abandonar Kaisaki y no aceptar la invitación de Kakasi para unirse, busca al sucesor de Takana, el antiguo jefe de la ABG. ¿Volverá Hikari con sus compañeros, amigos, o familia? ¿Con qué bando irá? ¿Qué habrá sido de todos? ¿...