CAPÍTULO 42

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-Hay que ver lo fácil que ha sido recopilar datos. Eres muy manejable, Hikari. Yo pensaba que estabas hecha de otra pasta.
Seguí sin responder a sus palabras. No movía ni un dedo y tampoco la miraba.
-¿Te ha comido la lengua el gato?
Me mantuve en silencio, entonces, Maiko quitó las esposas de mis pies y mis manos y se puso a mi lado.
-Ahí tienes la puerta, vete.
Me quedé sentada en la silla con la cabeza agachada.
-¿Tan efectivas son esas espirales y ese pitido? Vaya, interesante. Pero te hablo en serio, puedes irte, ya no me eres útil, tu mente ya es un libro abierto para mí, no tiene sentido mantenerte aquí. Vete. Dos de mis hombres estarán esperándote fuera para llevarte a Kaisaki.
Tiene sentido... Ya no le soy útil... Ya no tiene nada que hacer conmigo... Soy libre... Soy libre...
Me levanté pesadamente de la silla tambaleándome y me dirigí a la puerta, entonces, Maiko me dio una patada en la espalda tirándome al suelo y puso su pie encima mía para que no me moviese.
-Que ilusa, ¿en serio pensabas que te estaba diciendo la verdad? Por favor, todavía me queda mucho que hacer contigo. Pero ahora dejaré que te relajes con una bonita película.
Maiko soltó una risa y me dio una patada echándome a un lado y ella salió. A los pocos segundos, la blanca sala volvió a transformarse en pantallas pero esta vez llenas de mis recuerdos... Desde el primero hasta el último... Todos juntos, cada escena, cada palabra... Todas las voces juntas de cada momento... De nuevo todo... No... No...
Retrocedí hasta una esquina de la sala y encogí las rodillas tapándome los oídos y cerrando fuertemente los ojos para no ver ni escuchar nada. Todos esos recuerdos inundaban mi mente...

Tres horas... Tres horas de recuerdos... Todos juntos... Todos a mi alrededor... Siento que me estoy volviendo loca... 
En ese instante, la puerta se abrió de nuevo, la sala volvió a ser blanca y Maiko entró. Se acercó a mí y aprovechó a que estaba tirada en el suelo para cogerme del cuello con un tentáculo.
-Espero que hayas disfrutado de la película (ríe). Ahora vas a ver algo mejor.
Maiko sonrió de forma siniestra y la pared de en frente se transformó en una enorme pantalla que a los pocos segundos mostró la sala de Kaisaki y a todos...
-Esto no es una ilusión, Hikari, es real.
Todos gritaron mi nombre asustados y preocupados, yo simplemente les miré fijamente sin poder decir nada...
-Vuestra amiguita está un poco cansada, es una pena que se os vaya un miembro más de Kaisaki, así es la vida. Pero pensé que despedirla os dejaría libres de remordimientos.
-¡Monstruo! ¡Voy a arrancarte la cara a bocados! ¡Tócale un solo pelo más y estás muerta!
Ichiro gritaba lleno de furia y podía ver sus ojos mirando a Maiko fulminante, el resto le sujetaban tratando de calmarle.
-Hikari... Aguanta... Estamos en tu búsqueda...
Dijo Yuki a punto de llorar.
-No te des por vencida, eres muy fuerte. Recuérdalo Hikari.
Kiatzu me miró decidido y se tapó su ojo derecho. Yo quise hacer lo mismo con el izquierdo para corresponderle pero no tenía fuerzas.
-Hikari, por favor, espéranos...
Suplicó Keiji mirándome.
El resto también me animó y pidió que aguantase, entonces Yuki, se acercó y me enseñó el colgante.
-Salimos a buscarte porque tardabas en volver... Entonces encontré esto en un callejón lleno de espejos rotos y me temí lo peor...
Explicó Yuki soltando algunas lágrimas.
-Hikari... No puedes rendirte... Hazlo por nosotros, y por tu familia... Ellos también están preocupados... Les tuvimos que informar y han avisado a la policía... Si no te encontramos nosotros lo harán ellos, pero te prometo que vamos a encontrarte... Aguanta.. 
Dijo Ichiro algo más calmado mientras me miraba preocupado.
-Suficiente charla. Es obvio que no vais a encontrarla, y si lo hacéis será muerta, ¿no veis que no puede ni moverse? (Ríe)
En ese momento, cogí aire debido a que el tentáculo estaba estrangulándome.
-¡Estoy en...!
Maiko justo cortó la comunicación y la pantalla desapareció. Ella me tiro contra la pared.
-Estúpida, no gastes energía si no quieres morir antes de tiempo...
-Ve-vendrán...
Dije tratando de levantarme.
-No... No lo harán... Ellos arriesgaron su vida por ti una vez, pero no lo harán otra. Ni siquiera Ichiro... Él no mira por los demás, no pienses que va a hacerlo por ti.
-Te equivocas...
-La equivocada eres tú... Deja de hacerte daño a ti misma... Acepta que estás sola...
-No lo estoy...
Maiko se quedó en silencio y se fue hacia la puerta para después salir. A los pocos segundos, más pantallas aparecieron, esta vez, eran fotos mías junto a mi familia, Kimi, mis compañeros de clase, Kaisaki... Me acerqué a las paredes y toqué una de las pantallas con una de las fotos con mi familia... Ahí estaba mi abuela... Murió cuando yo tenía diez años... En ese momento, desapareció de la foto junto a mis padres y mi hermano, miré otra al azar, esta vez estábamos Kimi y yo en un festival de Tokyo Ghoul que se celebró hace tiempo... Entonces, cuando iba a tocar la imagen, Kimi desapareció, en otra foto, mis compañeros de clase también se desvanecieron... En la de Kaisaki igual... En todas las fotos acabé quedándome yo sola... Mirase donde mirase solo estaba yo...
Me eché al suelo de rodillas y comencé a llorar, en ese momento, noté como si alguien me estuviera abrazando.
-No estás sola... Nunca lo estuviste y nunca lo estarás... Son todo ilusiones... Sé fuerte...
La voz de Kimi era suave y tranquilizadora. Cuando me di la vuelta para verla ya no estaba.
Tiene razón... Nada es real... Maiko solo quiere hacerme sufrir y volverme loca... Pero tengo que aguantar y confiar en que pronto podré salir de aquí... De algún modo u otro saldré... Tengo que aguantar... Tengo que pensar algo... No puedo rendirme tan fácilmente...

¿Yo un ghoul? - Segunda temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora