¿Yo un ghoul? - Segunda temporada

CAPÍTULO 40

Los días han pasado, por fin Hiroki ha salido del hospital. Yo por mi parte, he decidido que ya es hora de ir a ver a mis padres. Había salido a entrenar con Ichiro para relajarme antes.
-¿Por qué no has ido con Shigeko y Naoki?
-Porque sus entrenamientos ya me los conozco.
-Ya. Por cierto, el otro día cuando volviste tan tarde con Yuki no me contaste por qué la perseguías.
-¿Debería hacerlo?
-Tengo curiosidad.
-La curiosidad mató al gato.
-Pero no al ghoul.
Ichiro lanza uno de sus tentáculos y yo lo esquivo para después tirarle al suelo y ponerme encima suya agarrando sus muñecas.
-Gané.
-Oh, mira, por ahí vienen tus padres.
-¡¿Qué?!
Rápidamente guardé mi kagune, me quité de encima de Ichiro y miré para atrás.
-¡No hay nadie! ¡No me hagas esas bromas!
Ichiro ríe, se levanta del suelo y guarda su kagune.
-Estabas más pendiente de la charla con tus padres que de la pelea.
-Lo sé...
Ichiro me coge la mano y me levanta del suelo.
-Si fuera una pelea contra Maiko hubieses perdido.
-Lo sé.
-No puedes distraerte con tanta facilidad, es la diferencia entre ganar o perder.
-Lo sé Ichiro, lo sé. Deja de repetirme constantemente que necesito centrarme.
-Lo hago por tu bien.
-Ya... Bueno, será mejor que me vaya antes de que empecemos a discutir como siempre.
-¿Acaso no estábamos haciéndolo ya?
Le miré fulminante sin decir nada y me fui.

Llegué a casa tras un eterno camino. No sabía que hacer... ¿Y si se asustan al verme así? ¿Y si ya no me quieren?
Pero nunca lo sabré si no hablo con ellos...
Decidí llamar al timbre y a los pocos segundos la puerta se abrió, Hiroki me recibió con una brazo y me dejó pasar.
-Mamá y papá ya te están esperando...
-Vale...
Miré la casa anonadada... Estaba todo igual... No me podía creer que estuviera pisándola de nuevo...
Fui hacia el salón con Hiroki y vi a mis padres sentados en el sofá.
-Mamá... Papá...
Al escuchar la voz de mi hermano, ellos se giraron y al verme se levantaron rápidamente mirándome boquiabiertos.
Se acercaron a mí y me abrazaron con fuerza mientras yo trataba de no llorar.
-Hikari cariño...
Mi madre comenzó a llorar mientras me abrazaba.
-Por fin has vuelto... Mi pequeña...
Mi padre también comenzó a llorar y yo no pude evitar hacerlo también.
-Os he echado mucho de menos... Perdón por abandonaros y convertirme en un monstruo... Lo siento...
-Tu padre, tu hermano y yo también te hemos echado mucho de menos... No eres ningún monstruo cielo, eres nuestra hija y te queremos muchísimo...
Yo seguí llorando y me abrace más fuerte a ellos, Hiroki se unió al abrazo. Ahora realmente me siento en familia... Les he echado tanto de menos...

Tras un largo rato con mi familia, decidí volver a Kaisaki a pesar de que no quería. Por alguna razón, seguía sintiendo un vacío... Mi padres no me han rechazado... Vuelvo a tener familia... En Kaisaki ya casi tenemos un plan conjunto con Kakasi para derrotar a Maiko...
-Hikari...
-Kimi...
-Sé que no estás bien... La pregunta es por qué...
-No lo sé...
¿Por qué Kimi siempre aparece cuando me siento mal o necesito a alguien?
-Te gustaría ser humana de nuevo, ¿no?
-Sí y no... No sé que me ocurre...
-Cuando derrotes a Maiko te sentirás mejor... Ella es ese peso que llevas encima porque te da miedo que pueda destruir a tus seres queridos... Pero ten cuidado, ella puede destruir a cualquiera, incluyéndote a ti, o a mí...
En ese momento, Kimi desapareció dejándome confundida. ¿A ella? Ni siquiera está viva...
Sin darme cuenta, llegué a un callejón. Nunca antes lo había visto, estaba lleno de espejos, cajas, cuerdas...
Caminé por ahí y me miré a uno de los espejos el cual estaba rajado y hacía que no pudiese ver bien mi cara, pero sí lo suficiente para ver mi pelo con mechas blancas y mi cara de tristeza y amargura...
-¿Por qué soy un monstruo?
Me dije a mí misma activando mi ojo de ghoul.
-¿Por qué no puedo ser normal?
Comenzaron a salir lágrimas de mis ojos y me miré a mí misma con rabia. Le pegué un puñetazo al espejo rompiéndolo del todo y haciéndome sangre en el puño el cual me quedé mirando.
-Los monstruos nunca van a poder ser normales... Hikari... Tú nunca fuiste una chica común...
Esa voz...
-Mírate... ¿Acaso crees que puedes tener una familia humana y pretender que todo es igual que antes?
-Sal de mi cabeza... ¡No me leas la mente!
Me giré rabiosa esperando ver a Maiko para matarla pero en su lugar vi más espejos.
-Mírate..  Mírate... Tu ojo y tu pelo solo gritan una cosa... "Monstruo"... Tú sabes que no eres normal... Ni siquiera eres cien por cien parte de Kaisaki... Y mucho menos del mundo humano... ¿Qué lado crees que te acepta tal y como eres? Ninguno... Está claro...
-¡Eso es mentira!
Rompí otro espejo y seguí buscando a Maiko con la mirada. Lo que dice no es verdad... No lo es...
-Hikari... Deja de intentar ser alguien... Yo puedo hacerte formar parte de algo...
Me eché al suelo de rodillas y me quedé mirándolo cabizbaja, en ese momento, noté que alguien tocaba mi hombro.
-No eres nadie ahora... Pero conmigo... Pertenecerás a donde tú quieras... Podrás estar segura de lo que eres... No serás un monstruo...
-¡Déjame!
De nuevo, salieron más lágrimas de mis ojos y ella se dio la vuelta poniéndose en frente mía.
-Puedo ver todos tus pensamientos con claridad... Sé lo que piensas... Eres un monstruo y lo sabes... Al fin y al cabo los ghouls somos monstruos de nacimiento y los humanos normales y perfectos, ¿pero tú? No eres ni un monstruo por ser ghoul ni perfecta por ser humana... ¡Eres un monstruo por ser carne mixta!
Maiko me cogió del cuello y se levantó elevándome del suelo. Traté de forcejear pero poco a poco noté que perdía la consciencia y lo último que vi fue el suelo con un montón de cristales de los espejos que había roto y mi puño lleno de sangre...