Lo que resto de mi tarde y mi noche, deje que mi madre hiciera lo que quisiera, así que nos sentamos a ver películas de terror aunque no ayudaban mucho a los nervios que tenía desde el incidente del miércoles, mi madre se había quedado dormida a mitad de la película y yo continué viéndola sola. No lo podía negar, me encantaban esas películas.
Así fue hasta que me quedé dormida junto a mi madre.
Al día siguiente me desperté lentamente y noté que estaba cubierta con una cobija aún en la sala de estar, me levante y solté un bostezo mientras encendía el televisor, estaba uno de esos programas de entretenimiento de los sábados, entonces me fijé en la hora que aparecía. Era la 1 de la tarde... MALDITA SEA! Había dormido como un completa piedra y tenía solo una mísera hora para bañarme, vestirme y arreglarme.
Me levante corriendo y subí las escaleras de dos en dos, no sabía dónde estaba mi madre pero esperaba que ya se hubiera bañado y hubiera dejado algo de agua caliente. Me quite la ropa del día anterior y corrí hacia la ducha, abrí la llave para que corriera el agua pero esta estaba fría, no me importó así que me metí, mi agradable sorpresa fue que después de un momento el agua comenzara a salir tibia, me duché más rápido que en toda mi vida. Cubierta por una toalla alrededor del cuerpo fui a mi armario a revisar toda mi ropa.
-Dios santo, dios santo, que me pongo que me pongo- me decía a mi misma mientras revisaba cada uno de los rincones de mi armario -No no no, demasiado rosa, agh, donde compre esto? Que rayos?-.
Fue hasta que encontré una blusa holgada blanca con letras negras y unos jeans negros que comencé a vestirme lo más rápido del mundo. Mire la hora en mi celular y noté que faltaban 15 minutos para las dos. Y si mi memoria no me fallaba, Jack nunca había llegado tarde.
Diablos, era un desastre total.
Cuando termine de vestirme entonces fue el verdadero reto. Tenía que secar mi cabello con la secadora si es que quería alisarlo un poco ya que casi siempre se me esponjaba, pero al mismo tiempo quería cubrir mi rostro con una ligera capa de maquillaje. Así que tenía que hacer todo en menos de lo que cantaba un gallo.
-Maldición maldición- repetía una y otra vez.
El timbre sonó.
MALDITA SEA!
La puerta de mi habitación se abrió dejando ver a mi madre somnolienta y bostezando, todavía llevaba el pijama puesto.
-Cariño, alguien toca- dijo con pereza y me miro -a donde vas?-.
-La temporada de exámenes acaba de terminar así que los chicos quieren ir a Scream Dream- estaba terminándome de maquillar -y como sino fuera obvio, me quedé dormida y se me hizo increíblemente tarde-.
Mi tono fastidiado hizo reír a mi madre y eso era porque me ocurría más seguido de lo que me gustara admitir, así que mi madre ya estaba acostumbrada al show que me montaba para terminar mis cosas a tiempo.
-Ya veo, no llegues tan tarde- parecía despreocupada.
-Podrías abrirle a Jack para no dejarlo esperando afuera?- estaba recogiendo las cosas que había tirado.
-Oh Dios, si me hubieras dicho desde un inicio que era el me hubiera ido corriendo a ponerme presentable!- dijo mi madre mientras iba corriendo a su cuarto para ponerse algo más decente que la pijama.
Mi madre no se cansaba de repetirme que Jack le recordaba a un novio "guapísimo" que había tenido en la preparatoria y que yo no lo dejara ir. Solo giraba los ojos cada vez que me repetía lo mismo.
Yo estaba terminando de tomar mis cosas cuando escuche la puerta principal abrirse y la voz animada de mi madre diciendo que yo estaba terminando.
Finalmente baje y vi a Jack sonriéndome desde abajo, mi madre le estaba contando un par de cosas de su viaje pero este parecía no prestarle mucha atención.
-Perdona la demora- me acerque a él.
-Te cobraré, pero primero me parece que tenemos que ir a un lugar- dijo con una sonrisa de lado, miro a mi madre -bien, Berenice, me llevare a su hija por un rato, me permite?-.
A mi madre se le iluminaron las mejillas de carmesí. Jack era tan peligroso como para hacer sonrojar a la mujer que tuviera en frente.
-Claro que si, tráela sana y salva o me enojare con usted, jovencito- dijo mi madre siguiéndole la corriente.
-Si si, vámonos- jale del brazo a Jack.
-Claro que si, preciosa-.
Salimos de la casa y nos dirigimos a su Harley, Jack saco del compartimiento de la moto el casco que siempre me prestaba y me lo dio.
-Se puede saber desde cuando se volvieron cómplices ustedes dos?- dije curiosa.
-Que puedo decir? Ninguna chica se resiste a mi encantos- parecía bastante seguro.
-Si si, lo que digas, galán de telenovela- le di unas palmadas en el hombro.
-Oh vamos, sabes que es cierto- se sentó en su Harley.
-Ajá- giré los ojos.
Entonces Jack me jalo del brazo acercándome a él y después me abrazo por la cintura. Yo lo veía desde arriba gracias a que él estaba sentado y me sonrió.
-Entonces miento, preciosa?- sonrió.
-Si- me agache un poco hasta que sentí su aliento sobre mis labios -serás sexy y encantador pero se necesita algo más que una cara bonita-.
El entrecerró los ojos levemente pero su sonrisa se mantuvo.
-Como que?- susurro acercándose un poco más.
-Tienes que descubrirlo- sonreí.
-No me importaría saberlo-.
Nos deshicimos del espacio que existía entre nosotros uniendo nuestros labios en una lenta y provocadora danza que hizo mi cuerpo vibrar. Siendo un demonio e infectándome con el, parecía bastante adictivo, cada vez más me hacía desear acercarme.
Nos separamos y yo me subí detrás de él, me coloqué el casco y vi como él también se lo ponía. Sonreí por debajo del casco y lo abracé como siempre apoyando mi cabeza en su espalda.
Jack arrancó la moto y nos fuimos. El camino fue totalmente tranquilo, callado y agradable, yo me limitaba a apreciar los paisajes de alrededor. Deseaba que esa paz no terminara y que continuara por mucho tiempo.
Cuando llegamos se podía apreciar los juegos mecánicos del parque, eran bastante coloridos y se lograban escuchar los gritos de los valientes que se habían subido. Me quite el casco y me baje de la moto cuando Jack se estacionó.
-Wow- me limite a decir.
-Es la primera vez que vienes?- pregunto el ojiazul mientras guardaba los cascos.
-No pero hacia mucho que no venía- dije emocionada.
Entonces mi teléfono comenzó a sonar y en la pantalla apareció el nombre de Ivy, sonreí y conteste.
-Aló- hable cantarina.
-Aló, ya llegaste?-
-Jack y yo acabamos de llegar, donde estás?-
-Pues ya estamos dentro así que date prisa!- colgó.
Solté una pequeña risa y miré a Jack que me sonreía. Comenzamos a caminar y en la fila para entrar nos detuvimos un poco.
-Mucha gente- hable mirando a todos los que estaban entrando.
-Señorita, debe trabajar su paciencia- dijo burlón.
Solamente apoye mi frente en su hombro y este me dio unas ligeras palmaditas en la cabeza.
-No te desesperes-.
-Eso va a ser muy difícil- me queje.
-Así que... crees que soy sexy?- apareció si sonrisa de lado.
Lo miré sintiendo como la temperatura se almacenaba en mis mejillas y me di una bofetada mental al recordar que efectivamente había sido yo la que había dicho eso pero porque teníamos que hablar de eso en público. Y seguramente el no me dejaría olvidarlo tan fácilmente.
-Olvídalo, quieres?- giré los ojos con las mejillas al rojo vivo.
-Oh vamos- se acercó a mi -Tu si lo crees y no lo puedes negar-.
-Sabias que eres desesperante?-
Escuche la risa de el.
-No seria la primera vez que me lo vendrías diciendo, preciosa-
Ese pequeña platica hizo que avanzáramos más rápido de lo que pensé, cuando menos lo espere ya estábamos entrando. Entramos y lo primero que escuche fue un grito, después sentí un empujón y un peso extra sobre mi. Si, Ivy se había trepado a mi espalda.
-Por fin llegas! Te estamos esperando desde hace 20 minutos!- dijo fuerte y claro muy cerca de mi oído.
-Ya te escuche! No me grites!- respondí de la misma manera.
Entonces vi como Byron se acercaba a nosotros trotando. Seguramente mi amiga lo había dejado atrás cuando corrió al vernos.
-Hola Em, Hola Jack- saludó sonriendo alternando la mirada entre nosotros -salió disparada cuando los vio-.
Punto para Emily.
-Me lo imaginaba, podrías quitármela de encima?- trate de sonar lo más tranquila que pude.
-Ah, claro-.
Entre el y Jack trataron de hacer que Ivy me soltara, aunque les costó bastantes intentos mientras también trataban de no tirarme en el proceso.
-Bien! Que quieren hacer primero!- dijo Jack animado.
Después de eso estuvimos cerca de dos horas siguiendo a mi amiga por todo el parque y subiéndonos a todas las atracciones que ella quería, aunque estaba evitando completamente la montaña rusa, pero eso no me molestó, al contrario, se lo agradecía de sobre manera.
El parque estaba lleno de luces, los gritos de las personas que disfrutaban de subirse a las atracciones, la gente se formaba también para los juegos de destreza donde se ganaban premios aunque noté que la mayoría eran parejas, el aire era fresco pero lo inundaba un olor a comida de todos los puestos que yacían ahí y que eran visitados por las personas que disfrutaban de manzanas acarameladas, hot dogs y palomitas. Mi estómago rugió en cierta parte del recorrido, recordándome que no había desayunado ni comido nada desde la noche pasada, me podía estar muriendo y yo lo había dejado pasar por alto.
-Chicos!- grite tratando de hacerme escuchar por sobre todo el ruido.
Estos voltearon a verme, Jack estaba abrazándome por el hombro y me di cuenta que Ivy y Byron se habían tomado de la mano en cierto punto del recorrido. Después le preguntaría a mi amiga que clase de relación mantenía con el chico y que me había perdido de la historia.
-Tengo hambre!- Volví a hablar cuando me miraron -vamos por comida!-
-Yo también tengo un poco de hambre- dijo Ivy.
-Pero antes vamos a la montaña rusa "Nightmare"- dijo Jack señalando la gran estructura.
Era la atracción más alta y sobresaliente del parque, era la más grande y tenía tantas vueltas que hizo que mi piel se erizara. Trague grueso. Me gustaban las montañas rusas pero esa en específico era como si algo me dijera "no te subas!"
-Paso- dije mirando con algo de miedo.
-No me gustan las montañas rusas- secundo Ivy.
Byron sólo se limitó a levantar los hombros en un gesto de "no puedo dejarla sola"
-Oh vamos, preciosa- me atrajo más hacia el -o acaso será que la gran Emily Rose tiene miedo?-.
Ok, el quería fastidiarme, tal vez mi paciencia no era mucha pero no lo lograría y se saldría con la suya en ese momento.
-Ni lo sueñes- negué.
-Anda, Em, acompáñalo, a ti te gustan esa clase de juegos- insistió la pelirroja haciendo un guiño.
Sabía cuales eran sus segundas intenciones y al ver sus enormes ojos azul cielo rogándome por dejarla un rato a solas con Byron. no pude hacer más que aceptar.
-Esta bien pero no te quejes si grito demasiado- advertí a Jack.
-Claro que no, preciosa- dijo satisfecho.
Nos separamos de los chicos y nos fuimos por un lado completamente diferente. Un camino que me llevaría a tener un infarto a mi temprana edad de 18 años.
Llegamos a la fila que era un poco corta para ser la "mejor" atracción del parque. Entonces comencé a dudar sobre el subirme o no, aunque en realidad en ningún momento había estado completamente segura de ello. Fue entonces que noté la mirada del chico de ojos azul eléctrico sobre mi, me miraba curioso y después se acercó para formarse, yo lo seguí pero mis manos estaban comenzando a sudar. Lo que más necesitaba en ese momento era una completa distracción así qué tal vez una buena charla para quitarme los miedos ayudaría a que mis nervios volvieran a la normalidad.
-Crees que Byron y está Ivy ya hayan dado el siguiente paso?- le pregunte a Jack tratando de actuar natural.
-No lo sé, porque lo dices?- contestó un poco serio.
-Pues pareciera que son un poco más íntimos, realmente me gustaría que fueran pareja pero también quisiera estar enterada de eso- dije tranquila -quiero decir, soy su mejor amiga, a mí debería contarme hasta cuando respira-.
-Oh por Dios, eres una acosadora- dijo entre carcajadas -Ya dile que te diga cuantas veces va al baño-.
-No! Que asco!- conteste entre risas.
-Pero hablando enserio, yo creo qué hay cosas que le gusta guardar aunque sea más que evidente- pareció relajarse y después me sonrió -de todas maneras, tu tampoco le has dicho que tu y yo estamos saliendo-.
Esas palabras habían salido con tanta naturalidad de su boca que habían sido como si alguien me hubiera abofeteado con un pez.
Si hubiera estado bebiendo algo lo más seguro se lo hubiera escupido en la cara por la sorpresa pero solo me limité abrir la boca.
-Que?- pregunto riéndose, lo más seguro de la cara que yo estaba poniendo.
-Pero cuando? Como? Donde?- realice las preguntas más rápidas de mi vida -en qué momento comenzamos a salir?-.
-Pues vendría siendo algo normal, no? Nos hemos besado, hemos tenido citas, tenemos la aprobación de tu madre y de tus amigos, no veo porque no- dijo relajado.
Enserio estaba tan tranquilo? Yo sentía que mi alma se quería salir de mi cuerpo pero no sabía si era por algo bueno o malo.
-Acaso no quieres ser mi novia?- dijo mientras miraba a otro lado.
Pero sus ojos decían todo, lucían apagados, me sentí triste al verlo y mi corazón se estrujó dentro de mi pecho.
-No es que yo no...- comencé a hablar.
-Hagamos esto- me interrumpió con una gran sonrisa que me hizo temblar, que estaba planeando? -Si te subes conmigo a esta atracción entonces significará que aceptas y comenzaremos a salir como se debe, pero si te sales de la fila y no te subes entonces lo tomaré como un rechazo y me resignaré-.
Sentí el peso de sus palabras haciendo que una presión en mi pecho me estrujara y que mi corazón quisiera detenerse por un segundo. No quería dejarlo ir, pero al igual que "Nightmare" me daba miedo aventurarme, sentir esa emoción que se desbordaba al experimentarlo. Sería todo o nada?
Lo miré y este avanzó la fila hasta que se colocó para la siguiente vuelta de la atracción mientras que yo me mantuve en el mismo lugar, me miró pero no era la misma mirada que demostraba que estaba seguro de cuál decisión tomaría, sino una completamente penetrante e intensa, una mirada que hizo mi cuerpo vibrar. Quería correr a él pero algo parecía decir que no estaba bien.
"Es un demonio" dijo mi mente. El siguiente carro llegó y las pequeñas compuertas se abrieron dejando que las personas pudieran subirse. Mi cuerpo temblaba.
"Puede hacerte daño" volvió a decir mi mente mientras yo daba un paso acercándome.
El se sentó dejando un lugar a su lado, por un momento sentí el vacío en mi pecho, un sentimiento de abandono se coló bajo mi piel trayendo consigo algunos recuerdos de aquella familia que me había sido arrebatada tiempo atrás. Pero esa vez era tan distinto, no era alguien de mi misma sangre, sino alguien que se había abierto paso en mi corazón como si fuera su casa. Había entrado a mi vida como un terrorista, a la fuerza.
"Me importa una mierda" conteste a esa voz que me retenía y corrí detrás de él, sentándome en el lugar que había dejado.
Este me miró con una sonrisa y bajamos las barras de seguridad dándonos una mirada cómplice. El me tomo del mentón con su mano y me beso suave en los labios, había sido un pequeño roce pero que parecía cargado de sentimientos; después tomó mi mano entrelazando nuestros dedos.
-Asustada, preciosa?- susurro a mi oído.
-Si- conteste y lo miré a los ojos con toda la seguridad que cabía en mi ser -Pero me importa una mierda-.
-Así se habla- sonrió.
Después de eso el juego arrancó.
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Mi Amado Demonio
RomanceEl amor. Un sentimiento tan maravilloso y mágico. Pero todo lo maravilloso tiene su lado oscuro. El amor es como una rosa, hermoso pero no se pueden ignorar las espinas. Emily no tenía en sus planes enamorarse y tampoco dejaba entrar a las personas...