Era viernes por la mañana y no me había levantado, no quería hacerlo pero el sol llegaba a mi cara y eso era algo completamente molesto. Solté un quejido de enojo por no poder dormir más y después me levante lentamente. Al ver a mi alrededor me di cuenta de que no estaba en mi habitación, al principio fruncí el ceño confundida pero después de unos segundos recordé lo que había pasado la noche anterior, había tomado de más hasta el punto en que me costaba ponerme de pie, mi amiga al inicio me iba a llevar a mi casa pero al ver mi condición prefirió cuidarme que dejar que mi hermano descubriera lo que su dulce hermanita había hecho.
Baje levemente la mirada dándome cuenta que había un colchón inflable justo a lado de la cama y sobre él se encontraba Ivy hecha bolita junto con su cobija. Sonreí levemente, vaya que tenía una buena amiga.
Solté un bostezo y me estiré quitándome la pereza, después deje caer mis manos sobre mi regazo quedándome unos segundos mirando a la nada. Tuve una pequeña idea. Tome la punta de una de las almohadas y la arroje sobre mi amiga dándole de lleno en el cuerpo. Vi como ella dio un pequeño brinco y después se deshizo del pequeño nido que había formado, me miró con el ceño fruncido soltando un quejido.
-Eres una tonta, mala y tonta- mantenía sus ojos entrecerrados.
-Tengo hambre, vamos a desayunar- conteste.
-Que solo piensas en comida?- pregunto rascándose la cabeza con todo el pelo rojizo revuelto.
-A primera hora de la mañana? Si- solté cínicamente.
Está soltó un quejido y volvió a hacerse bolita cubriendo todo su cuerpo con su gruesa cobija. Hice un ligero puchero y comencé a arrojarle lo que restaba de las muchas almohadas que Ivy poseía encima de su cama, está solo soltaba pequeños quejidos.
-Oh vamos! Vamos a desayunar!- grite mientras le arrojaba una almohada que tenía forma de la cara de un gato -no me obligues a usar al oso de peluche-.
Al decir esto tome al gran oso de peluche que ocupaba la mitad de la cama de mi amiga, ella se levantó con muchísima pereza y me vio con una mirada asesina mientras que un mechón rojizo se le iba al rostro.
-Juró que después de comer te mataré-.
Mostré una sonrisa victoriosa.
Nos levantamos y nos dirigimos a su cocina que solo estaba separada por una pared baja, gracias a eso podíamos ver la televisión desde la cocina. Yo me dirigí hacia la sala mientras que mi amiga estaba en la cocina, encendí el televisor y me di cuenta que eran cerca de las 12 del día. Faltar a mi último día de universidad si que era perfecto.
Tome el control remoto y comencé a cambiar de canal pues no quería ver las noticias así que lo dejé en una película infantil ya que Ivy y yo ya la habíamos vistos varías veces y cada vez que iniciaba una canción comenzábamos a cantarla a todo pulmón.
Arroje el control al sofá y después camine a la cocina, olía delicioso, me di cuenta que Ivy estaba preparando hot cakes.
-Vaya que huele rico- hable cantarina acercándome a ella -en que te ayudo?-.
-Prepara la mesa y sirve los vasos de leche, esto ya casi está- contestó soltando después un bostezo.
Hice una seña militar, comencé a sacar los cubiertos de un cajón y saqué los platos de la alacena para después dejarlos sobre la mesa. Todo estaba listo y comenzamos a desayunar aún viendo la película, ambas parábamos de comer para cantar cuando una canción sonaba en la pantalla.
Estábamos justo en la parte más interesante cuando sonó el teléfono de Ivy que tenía en el bolsillo del pijama, miró la pantalla y contestó inmediatamente con una sonrisa. Supuse que se trataba de Byron. Lo confirme cuando escuche a mi amiga decirle amor.
Yo seguía viendo la película hasta que escuche el tono preocupado de ella y me fijé que tenía una expresión entre molesta y preocupada. Algo había pasado?
Cuando colgó la llamada dejó el celular sobre la mesa.
-Todo está bien? Pasó algo?- pregunte mientras ella permanecía en silencio.
Torció la boca dudando de si debía decirlo o no. Optó por la primera.
-Pues parece que Aura dará una fiesta mañana para celebrar el fin de curso- dijo como si fuera algo malo.
-Bien por ella- dije indiferente.
No le iba a dar importancia a algo que no me incumbía.
-Parece que Jack va a ir- complemento.
Ok, si me incumbía y mucho. Que rayos?!
-Hah?!-.
Levante una ceja y golpee la mesa con ambos puños haciendo que el sonido de los cubiertos contra el plato me hiciera compañía.
-Estás de broma?!- dije con enojo.
Ella negó con la cabeza y yo retrocedí apoyando la espalda en el respaldo de la silla procesando lo que acababa de decirme.
Definitivamente él había perdido la cabeza y tal vez necesitaba que yo le acomodara las ideas con un golpe en su linda nariz. Demonio o no, era un imbecil.
Ivy me veía, asustada y preocupada. Mis sentimientos rencorosos estaban a flor de piel y nada mejor que una mirada asesina para demostrarlo.
-Vamos a ir- solté -iremos a esa fiesta, haremos reaccionar a ese idiota y pondremos a esa zorra en su lugar- dije decidida.
-Pero no estamos invi...- no le deje terminar.
-Eso no me interesa, iremos-.
Justo en ese momento se escuchó la risa de la villana en la televisión, mira la pantalla y levante la ceja con una sonrisa de lado. Vaya coincidencia.
Terminamos nuestro desayuno, nos dirigimos al cuarto para bañarnos y nos arreglamos aunque Ivy tuvo que prestarme un cambio de ropa. Cuando dieron las dos de la tarde estábamos saliendo para que Ivy pudiera llevarme a mi casa, ella estaba algo silenciosa durante el trayecto así que me encargué de buscar una buena estación de radio pero todas eran aburridas así que tome mi celular para conectarlo y poner música de nuestro gusto. Comencé poniendo una canción que sabía que a ambas nos encantaría.
Ambas comenzamos a cantar bajo pero después de unos segundos ya estábamos cantando a todo pulmón.
Llegamos, yo me despedí de Ivy y después me adentré a mi hogar. Apenas estaba cerrando la puerta cuando me di cuenta que Caleb estaba parado detrás mío con el ceño fruncido y los brazos cruzados sobre el pecho.
-Se puede saber porque anoche no llegaste?- hablo autoritario.
-Fui con Ivy a su trabajo y terminamos muy tarde así que me quede a dormir con ella-.
-Y la universidad?- levantó una ceja.
-Hoy era el último día así que decidimos no ir- me senté en el sofá.
Él parecía que quería decir otra cosa pero se mantuvo callado para después sentarse a lado mío. Encendí la tele y comencé a buscar algo interesante que ver.
-Emily, me asuste por un segundo- dijo un poco más tranquilo -ayer estaba viendo que varias desapariciones habían ocurrido y que una fue de uno de los profesores de tu universidad así que creí que algo te había ocurrido-.
Lo miré y sonreí.
-Lo siento, fue mi culpa por no avisar-.
-Aunque sea deja un mensaje la próxima vez- suspiro pesado.
Asentí y continué viendo viendo la televisión.
Con todo lo que había pasado con Jack se me había olvidado que era peligroso salir sola en la noche, aunque casi nunca estaba sola.
Durante lo que restaba ese día no pude dejar de pensar en que era lo que pasaría en esa fiesta. Varios cientos de escenarios aparecían en mi mente, algunos nos eran buenos y otros no tanto pero quería estar ahí para descubrirlo. Dieron las 12 de la noche y decidí irme a dormir dándome cuenta que al estar tan sumida en mis pensamientos no noté el momento en que me había quedado sola en la sala.
A la mañana siguiente me levante tranquilamente, me di un baño y baje para comer algo. Estaba en la cocina preparando el desayuno cuando escuche la madera de las escaleras crujir bajo las pesadas botas de piel que usaba Caleb.
-Buenos días- dijo desde la sala de estar.
-Buenos días- conteste sin darme vuelta.
Escuche voces que provenían del televisor y comencé a prestar atención desde mi lugar, seguí preparando todo.
-Se encontró el cuerpo de un hombre está mañana, aunque se encontró en su casa se cree que es parte de la cadena de desapariciones que han estado sucediendo durante estos últimos 10 años, la tasa de víctimas ha subido peligrosamente a los 35 en sólo unas semanas, el cuerpo de estas se nota saludable hasta que se descubren que faltan algunos órganos lo cual nos hace pensar que se encuentra relacionado con el tráfico de órganos aunque todavía no se tiene información concreta- decía la conductora de algún noticiero.
Unos escalofríos recorrieron toda mi columna vertebral al escuchar toda esa información, casi diez víctimas en poco tiempo. Que estaba sucediendo?
Con las manos temblorosas tome un plato para servir el desayuno pero este resbaló de entre mis dedos chocando contra el suelo creando un estruendo que hizo reventar mis tímpanos, la cerámica se hizo añicos y estos se expandieron por todo el suelo, mi respiración se agitó por unos instantes al punto de hiperventilarme, mis manos temblaban y un sudor frío recorría mi espalda. Porque en un momento así sentía miedo?
Mi hermano entró rápidamente sobresaltado por el ruido y al verme se sorprendió. Tape mis oídos con mis manos y presioné con fuerza tratando de evitar que el sonido llegara a mi.
-Apaga eso- susurre.
-Que? Em, que sucede?- dijo preocupado.
-Apaga eso!- grite.
Él pareció entenderlo y enseguida corrió a la sala para apagar el televisor dejándome respirar nuevamente, sentía que me asfixiaba el seguir escuchando acerca de ese tema. Caleb regresó y me envolvió en sus brazos dándome un beso en la frente.
-Tranquila, no pasa nada, estás a salvo-.
Me quede envuelta en sus brazos sintiendo el calor que emanaba de su cuerpo, me tranquilizaba el simple hecho de pensar que no me encontraba sola. Era tranquilizador.
Mi hermano se encargó de hacer lo demás, sirvió los platos, recogió el roto y nos sentamos a comer, terminamos y el se encargó de limpiar los platos mientras yo me encontraba sentada en el sofá con las rodillas abrazadas al pecho. Suspiré.
-Se te va a escapar la felicidad- dijo Caleb al mismo tiempo que se sentaba a mi lado.
-Perdona por lo de hace rato, no sé qué me ocurrió, escuchar las noticias me puso mal y me aterré-.
Pasó un brazo por mis hombros atrayéndome a él.
-No debes preocuparte, yo también estoy asustado de que algo ocurra, pero te cuidaré- dijo con seguridad.
Asentí y sonreí levemente.
-Gracias- suspiré, tenía que decirle acerca de la fiesta -Hoy iré a una fiesta de la universidad-.
Mi hermano me vio pero no dijo nada.
-Y quería saber si me podrías acompañar- dije bajo.
-Es necesario que vayas?- levantó una ceja.
-No realmente pero...-tome coraje desde lo más profundo de mi ser rezando porque no reaccionará mal -últimamente Jack a estado comportándose muy raro y quiero saber porque, él irá a la fiesta así que yo también voy-.
El me miró con el ceño fruncido por unos instantes hasta que su mirada cambió a una cansada y soltó un suspiro.
-Bien, iré pero si ese cabron hace algo malo te juro que lo golpeare- dijo en advertencia.
Yo asentí.
Las horas parecían pasar lento y yo no me podía estar quieta así que hice todas las tareas del hogar aunque no era muy común. Termine las tareas cuando el sol estaba comenzando a ocultarse y me recosté sobre mi cama, esperaba que no tardara mucho para que recibiera el mensaje de que Ivy ya estaba en camino. Ese evento no ameritaba que me arreglara y tampoco estaba dispuesta a hacerlo, menos cuando se trataba de un evento de Aura. Mi celular sonó avisando que había un nuevo mensaje.
"Ya voy, llevo a Byron conmigo, tú traerás a Caleb?"
Parecía más una cacería que solo ir a vigilar.
"Si, date prisa".
Deje mi teléfono y me puse de pie para lavarme la cara, cuando levante la mirada del lavabo para apreciar mi rostro en el espejo pude ver mi cabello, se encontraba algo desordenado y tenía unas pequeñas bolsas bajo los ojos, debía dormir más.
Un claxon fuera de mi casa me hizo dar un pequeño brinco y después baje corriendo, mi hermano se encontraba sentado en la sala y cuando me vio supo que era hora así que se levantó, salimos y nos encontramos con los chicos que ya estaban esperándonos.
El trayecto estuvo lleno de insultos a Jack y a su forma de actuar últimamente, gracias a mi hermano y Byron. Yo solo evitaba pensar en que era lo que pasaría, evitaba pensar en el peor escenario.
Después de un largo recorrido por fin llegamos a la tan afamada fiesta de fin de curso que ofrecía Aura.
El lugar estaba lleno de estudiantes que se la pasaban bailando al ritmo de la música y otros tantos bebiendo como si la vida se les fuera en el alcohol, había parejas por doquier que parecían a punto de tener sexo frente a la multitud. Miraba a todos lados pero no tenía ninguna señal de Aura ni de Jack. Miré a los chicos.
-Vamos a separarnos, Ivy viene conmigo, ustedes busquen en el patio trasero y quien lo encuentre lo golpea- dije y me escabullí entre la gente que estaba entrando a la casa.
La multitud bailando no me permitía moverme y entre empujones y jaloneos empecé a sentir desesperación. Desesperación por encontrarlo. Que hacía yo ahí? Ese no era mi lugar y jamás lo sería. También tenía la sensación de que algo no estaba bien, algo malo ocurriría.
-No veo a nadie!- grito Ivy por encima de la música.
-Tenemos que llegar afuera!- respondí y comenzamos a movernos para llegar al patio trasero.
Mientras me movía vi una cabellera blanca y unos ojos muy peculiares que se me hacían familiares pero decidí pasarlo por alto. Cuando llegue al umbral de la puerta que se dirigía al patio trasero que recargue en ella buscando recuperar el aliento. Sentí una mano apoyarse en mi hombro. Ivy me miró preocupada mientras yo trataba de recobrar la compostura.
-Estoy bien- susurre.
Físicamente si, pero mis pensamientos me decían que no.
-Continuemos- retome mi camino.
Ivy iba detrás mío buscando, yo caminaba por delante buscando como si mi vida dependiera de eso. Entonces escuche el grito ahogado de la pelirroja. Voltee hacia donde estaba ella. Esta tenía los ojos muy abiertos y las manos sobre la boca mirando hacia un punto. Mi mirada lentamente fue dirigiéndose hacia donde ella veía.
Jack estaba ahí, hablando con Aura mientras esta se acercaba provocadora y este parecía complacido.
Me quede observando la escena como una piedra apretando mis puños hasta que los nudillos se pusieran blancos. La escena en cámara lenta sucedió ante mis ojos, Aura se acercaba sonriendo a él y este no despegaba la mirada de ella cuando esta envolvió su cuello con sus brazos para después atraerlo hacia sí plantando un fogoso beso en sus labios, este correspondía y abrazaba la cintura de ella. Era algo candente y asqueroso. Jack abrió lentamente los ojos y por un momento juré que nuestras miradas se habían cruzado entonces el beso terminó de una manera abrupta, pude ver como Caleb se acercaba enfurecido y le propinaba un golpe que hizo que Jack cayera al suelo con un hilo de sangre escurriendo de la comisura de su labio.
-Emily- dijo Ivy al ver que yo solo estaba de pie viéndolo todo.
No me moví, sentía que parte de mi mundo se había caído, que estaba flotando sin un ancla que me mantuviera en tierra. Enserio había caído.
"Crees que alguna vez fue sincero?" Esa frase me rondó por la cabeza hasta que sentía la voz de ese hombre nuevamente.
Me torturaba, me había arrastrado a su mundo para dejarme a la deriva y ahora buscaba arrastrar a esa.
Vi como Byron también se acercaba y le daba otro golpe esta vez dejando que la sangre brotara de la nariz de Jack.
Respire pesado y mis pies se movieron en la dirección de esa escena.
Miré a Aura y esta estaba sorprendida pero tenía una pequeña chispa de alegría en su rostro, así que ella quería provocar eso y salir impune. Pues no se lo permitiría así que a paso lento me acerqué a ella.
Ella me miró y su cara cambió a una de temerosa al verme a solo unos pasos de distancia.
-Esto te parece divertido?- dije con una sonrisa torcida -así que esto es lo que querías no?-
Di un paso hacia adelante y esta retrocedió un paso mientras lentamente aquella sonrisa se borraba y daba paso a la mirada asesina que me caracterizaba.
-No dejare que sigas metiéndote en mi vida! Esta vez cruzaste una línea que jamás debiste! Sabía que eras una zorra pero no creí que caerías tan bajo!Solo eres una puta más!- dije fuerte y claro.
Me acerque, la tome del cabello jalando su cabeza hacia atrás y la miré con ira mientras varios ojos curiosos observaban la escena sorprendidos.
-Siempre quisiste arruinarme, te metiste con mi mejor amiga y ahora lo hiciste con mi novio, me hiciste enojar- le di un tirón más fuerte a sus rubios cabellos haciendo que suelte pequeño grito -Nunca debiste meterte conmigo, porque te juro que te arruinare-.
La solté y miré a Jack. Este me miraba como si no comprendiera el porqué de mi presencia.
-Espero que estés satisfecho maldito demonio, lograste tu cometido, felicitaciones! Te metiste en mi vida y ahora yo tuve que pagar los platos rotos... Me usaste para lograr lo que querías! Espero que estes feliz!- me dirigí a la salida.
Varias personas veían la escena sorprendidos pero otros no le prestaban mucha atención.
Sentí una mano tomar mi muñeca.
-Emily, espera- encare a Jack.
-Sueltame!- grite apartando mi mano -no me toques!-.
Las lágrimas que amenazaban con salir empezaron a surgir, me aleje rápidamente de él y de todos. Corrí hasta llegar afuera y no me detuve, seguí corriendo, como si quisiera llegar a mi casa a pie. Pero solo quería alejarme lo más posible.
Nada me detendría.
Corría sin siquiera saber a donde me dirigía. Solo lo hacia.
Corrí atravesando calles, sin mirar, escuche el claxon de algunos autos que habían parado a tiempo para no atropellarme. Mis pasos retumbaban en el cemento y el silencio inundó la ciudad. Era extraño aunque lo ignoré.
Entonces unas luces de auto aparecieron a lado mío de entre la oscuridad. No tuve tiempo de reaccionar. El impacto fue inmediato. Sentí mi cuerpo chocar contra el frío metal y el dolor en mi cuerpo por unos instantes. Hasta que el mundo desapareció y se esfumó, dejándome en completa oscuridad.
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Mi Amado Demonio
RomanceEl amor. Un sentimiento tan maravilloso y mágico. Pero todo lo maravilloso tiene su lado oscuro. El amor es como una rosa, hermoso pero no se pueden ignorar las espinas. Emily no tenía en sus planes enamorarse y tampoco dejaba entrar a las personas...