Capítulo 3

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Retorno


Camino de un lado a otro, tanto así que siento que me estoy mareando. La sensación es la misma, algo parecido a la desesperación. Sólo sucede cuando me estreso, y... en los últimos días se ha hecho más intenso.

Tengo que entrar a la Sala de Juntas y casi siempre me pongo nerviosa antes de entrar, lo tranquilizante de todo es que los nervios se van en cuanto me siento frente a todos.

Cada vez me doy cuenta que dirigir la constructora no es tarea fácil, nada fácil, y lo peor de todo es que yo sabía en lo que terminaría metiéndome. Pero, en fin. Debo domar todo esto porque si no yo seré domada.

― Tenemos que apresurarnos a entrar en Dubái, no quiero trabajar de lejos, nos urge tener un sucursal allí. ―hablo para luego mirar a mi padre, el cual se encuentra sentado a mi lado.

― Ese es un tema importante desde hace casi dos años, pienso que la razón por la cual no tenemos una serie de oficinas allí, es por el ente gubernamental.

― Por eso, debemos tener todo en regla, Dubái es una ciudad muy difícil de sobrellevas por las leyes que allí se implanten.

― Bueno, así tengan que ir usando sotanas, irán. ―cruzo mis brazos encima de la mesa y todos me miran―. Hablo en serio.

― Grace, no es necesario las sotanas. ―dice Jake y lo miro con una ceja alzada―. Y no se llaman sotanas.

― Como sea, estoy hasta el tope de ver cómo otras constructoras tienen acceso allí y Belfort aún no.

― La convención en Hawái será un punto clave para conocer a la competencia que allí hace vida. ―comenta mi padre y miro de reojo que Jake muestra una sonrisa parecida a Cheshire.

Dios, la bendita convención me trae mal.

― Eso es otra cosa de la que quería hablar. ―carraspeo y miro que Jake me mira con interés―. La fecha para esa convención cae el mismo día de la inauguración del Hotel Saint Christopher. ―llamado así por imposición de mi madre. Odié ese nombre.

― Eso es muy cierto. ―dice Jenkinson y asiento. Claro, él diseñó ese hotel con Lawrence.

― Bueno...

― Jake, es muy importante mi presencia allí. ―le recuerdo y él se inclina un poco, pero igual veo que pone los ojos en blanco.

― Ya mandé mis razones para no asistir.

― ¿Qué? ―Jake me mira con sorpresa y yo trago duro.

― Lo hice viernes. ―miro las hojas de mi carpeta con desinterés―. Así que, lamentándolo mucho no podremos...

― Oh, Señorita Belicov. ―la voz nerviosa de Gianna me sobresalta un poco. Ella se acerca y se coloca a mi lado con expresión segura―. Es necesario que sepa que hoy a primera hora llegó información referente a la convención. ―aprieto los dientes y evito preguntarle por qué no me lo informó con anterioridad.

― Bien, ¿Cuál es esa información?

― Para los anfitriones y coordinadores de la convención es menester que Belfort se presente en el evento. ―toma una corta respiración y ya puedo sentir la sonrisa de Jake―. Por esa razón, la convención ha propuesto la fecha.

― ¿Qué? Eso no se puede hacer. ―farfullo mirando a mi padre y éste se encoge de hombros, por otra parte, Jenkinson, Lawrence cuchuchean entre sí. Ni siquiera sé por qué mi padre insistió en que estuvieran en la reunión, hoy, realmente no era necesario.

No huyasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora