Capítulo 7

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El impacto


     Félix Farías baja del estrado y es el turno de Alex. Desde que Coleman bajó del estrado no he mirado en otra dirección que no sea el púlpito de cristal. Ha habido muchos comentarios sobre Harry en mi mesa, Jake no se cansa de especular y Andrés no cesa de decir que quiere irse. Parece más afectado que yo, pero en realidad sé que está enojado con Harry porque por su culpa Esther lo mandó al diablo. Primero sus intereses, luego los míos.

En realidad, no me he tomado el tiempo suficiente para procesar que esta noche he vuelto a ver a Harry después de dos años. No tengo esa capacidad, no ahora que estoy sumamente nerviosa por este evento y porque justamente Oliver está acompañándome hoy.

― Bien, ¿Quién hablará con el hijo de Elena? ―mi mirada se posa en la persona que generó la pregunta.

― Si tú quieres puedes ir. ―le digo con desdén―. Y si quieres, puedes llevarles flores. Wilmer, pide flores... ―bromeo y mi asistente sonríe.

― Grace, tienes que hacer algo. ―me regaña Jake en respuesta―. Tenemos todas las posibilidades de tener...

― Que sea el hijo de la esposa de mi padre no implica que yo deba ir...

― Sí implica.

― Jake, deja de soñar. Seguro él ya aceptó una propuesta. ―manoteo volviendo mi vista hacia el estrado donde Alex ya ha empezado a hablar sobre sus proyectos en Belfort.

― Coleman está a dos mesas detrás de nosotros. ―dice Wilmer.

― Quien sea que quiera ir a lamerle los pies puede ir ahora.

― Tú no lo entiendes Hill. ―espeta Jake y yo respiro hondo.

― Vale, ¿Quieres tener al mejor Arquitecto? Pues, yo hablaré con él. ―me doy por vencida―. Pero, ya sabes que no quiero drama cuando te diga que él ya tiene trabajo. ―lo señalo con mi dedo sin importarme mis modales y él asiente.

― Aceptará. No te dirá que no.

― Eso está en tela de juicio. ―dice Andrés y yo le doy una mirada despectiva.

― Como sea, esperemos que termine el protocolo. ―murmuro y Oliver me acaricia el muslo para tranquilizarme.

― No hagas eso. ―le advierto y él desiste.

Apoyo mi espalda en el respaldar de mi silla y exhalo.

Nunca he estado tan nerviosa y asustada en mi vida. ¿Qué le diré? ¿Me responderá? ¿Querrá hablar conmigo? ¿Me dirigirá la palabra? ¿Me ignorará delante de su novia? Hablando de su novia, Elena le dio un ocho, yo le daría un nueve. Es perfecta para Harry, con tacones, ella le llega a la misma altura, tiene lindo cabello lleno de reflejos, elegancia al caminar... quizás le falte algo más de trasero, y algo de...

― Esa es la novia de Harry. ―le susurro a Oliver y éste mira de reojo cuando la mujer pasa por su lado dirigiéndose hacia el pasillo más cercano. Probablemente va hacia los baños.

― Wow. ―musita mi primo y evito rodar los ojos.

― No está mal. ―admito.

― No, pero es muy alta para mi gusto. ―dice y Andrés hace un sonido de aprobación.

― Demasiado alta. ―afirma.

Alex toma asiento. Los minutos pasan y yo reprimo las ganas de mover mi pie izquierdo en señal de nerviosismo, las luces se iluminan más y ahora es hora de entablar conversaciones con los demás invitados.

No huyasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora