Shanti Carnival
― Hay cosas más importantes de qué hablar.
Mi hermana se tira de los cabellos y exaspera ante mis palabras. Ella ha venido a visitarme, suele hacerlo cuando se entera de cosas que saben que me afectan.
― No puedo contigo.
― Giselle, superémoslo.
― Sólo te pido que me cuentes lo que has hecho con él.
― Dios. ―exaspero―. Suenas como si quisieras que te dijera que he tenido sexo con él, demonios. ―me ruborizo a escondidas de ella y aprieto los dientes. Anoche tuve un sueño alocado con Harry, y ella sólo me lo está recordando sin saberlo.
― Sé que no, pero él es un miserable, sabes que no lo trago. ―Me giro para verla con cara seria.
― Mira, no viviré odiándolo para siempre, y tú tampoco.
― No lo odio.
― Bueno, supéralo. ―no me creo que haya dicho eso.
― ¡¿Eso es todo?! ―chilla con drama―. ¡Pensé que duraría más tiempo enojada con él!
― Dos años son suficientes, y te recuerdo que soy su jefe, nuestra relación estrictamente laboral.
― ¿Y más nada? ¿Piensas que te voy a creer? ―indaga y vuelvo a poner mi atención a mi reflejo en el espejo de la peinadora―. Si tan sólo hubieses tenido una relación en estos dos años podría creer eso.
― Que no haya tenido una relación sentimental en estos dos años no quiere decir que no haya tenido una relación... ―manoteo buscando la palabra―. Sexual.
― Oh, sí, genial.
― Piensa lo que quieras.
― ¿Aún lo amas?
― Giselle. ―le advierto.
― Sé que no es mi problema, pero sabes que ambas hemos hablado del tema ese, el tema imposible...
― Somos amigos, por favor, sea lo que sea que haya pasado en el pasado ―enfatizo la última palabra―, ya pasó.
― Entonces, supongo que debo sonreírle y tratarle como la familia.
― Ajá, es el hijo de la esposa de tu padre. ―le recuerdo sin mucha importancia.
― Y tu gran amor. ―dice a modo de burla y la miro ceñuda desde el espejo, ella se ríe y manotea dándose por vencida.
No está vestida para la ocasión y eso me descoloca.
― ¿No piensas ir a la fiesta?
― No, tengo cosas mejores que hacer que verle la cara a Elena.
― Dios mío, no entiendo por qué actúas como yo debería.
― Bueno, todavía tienes chance de irte conmigo a tomarnos unas...
― No, le prometí a papá que lo acompañaría.
― Que lo acompañarías y que planearías todo. ―parece celosa―. ¿Todo por ella? ―exaspera―. Pensé que no te caía bien.
― Lo hago por papá.
― Allá estará Sonya. ―su voz suena maliciosa.
― ¿Y?
― Tienes razón, ve y coquetéale a Harry para que Sonya se muerda la lengua.
― Ella no sabe nada.