Capítulo 25

8.4K 588 119
                                    



Necesito que me perdones


¿Qué posibilidad hay de que Harry no esté buscando lo que creo que está buscando? ¿Kate le habló sobre el sobre rosado? ¿Pudo ella haberme traicionado de esa manera?

Mi ritmo cardíaco va aumentando a medida que voy acelerando. Probablemente me multen, pero es importante llegar a casa, si Harry está buscando los documentos donde se menciona mi embarazo fallido... no sé qué va a pasar.

Kate me traicionó, no cabe dudas, le dijo a Harry mi dirección para que él llegase, y justamente pasa esto, justamente lo dejé solo en mi casa con las posibilidades de revisar todo en busca de los "documentos personales". ¡Demonios! ¡Eso me pasa por confiar! ¡¿Cómo me pudo haber traicionado de esa manera?! ¿No se supone que es mi mejor amiga? ¡Ella juro nunca decirle a nadie y mucho menos a Harry!

¿Por qué? ¿Por qué lo hizo?

Aprieto los dientes con fuerza reprimiendo las ganas que tengo de gritar, estoy a cinco minutos de mi casa, y Harry lleva cerca de una hora solo allí. No quiero pensar en las posibilidades que hay de que él consiga algún tipo de información... ¡Información que debí tirar a la basura hace dos años! Dios mío, ¿Por qué me pasan estas cosas a mí? No sé si pueda vivir para darle... una explicación a eso.

En cuanto estoy cerca de casa empiezo a temblar sin poder controlarme, hace mucho que no sufro de nervios y había olvidado cómo tranquilizarme. Mi corazón late con rapidez y mi respiración es irregular. Y eso no me sorprende, tengo las suficientes razones para morirme de un ataque cardíaco ahora mismo. De hecho, sería estupendo porque no quiero entrar a enfrentarme a nada.

Es como si mi corazón supiese que él encontró lo que vino a buscar.

― Oh, vamos. ―me animo y apago la moto frente la cochera, ahora mismo me importa un pito si pasa toda la noche acá afuera. No es como si la luz de la luna le fuera a hacer daño.

Voy tomando bocanadas de aire a medida que me acerco a la puerta principal y siento que las piernas me fallan, todo me está fallando porque hay suficiente información sobre aquello que me sucedió hace dos años. Hay mucha información.

Abro un poco la puerta y allí me quedo cinco segundos antes de entrar. No hay nadie en la sala y eso solo empeora la situación. Respiro hondo y avanzo con pasos temblorosos hacia las escaleras.

Me detengo un par de veces en mi camino para respirar hondo y mover mis manos en busca de concentración.

Aún no he acomodado a la perfección la habitación que destiné para que fuera mi despacho aquí en mi casa, por eso... algunos documentos están en mi habitación, y para mi mala suerte los documentos que debe estar buscando Harry están en la primera gaveta de la mesita de noche en un sobre rosado.

― ¡No, no! ―Harriet está riéndose y se escucha claramente desde las escaleras, lo que me da a entender que Harry dejó la puerta abierta.

Quisiera enojarme, sólo así la angustia que siento ahora mismo se iría y mis dedos dejarían de temblar. Harriet emite una gran carcajada y yo respiro hondo antes de asomar mi cabeza por la puerta.

― ¡Abre, abre, abre la ventana...! ―canta ella y yo trago duro al ver que está sola. Harry la dejó sola sabiendo que ella podría salir de la habitación.

Miro hacia la mesita de noche, pero no hay nada. Harry no está en la habitación y yo respiro para poder articular bien una palabra.

― ¡Mamá Gace! ―grita Harriet y yo le hago un gesto dócil para que se calle.

No huyasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora