Capítulo 26

8.5K 550 173
                                    

Gracias

Hay momentos en la vida, en los cuales la persona que parece ser más fuerte siente que ya no puede más. Creo que he tenido muchos momentos de esos en mi vida, y muchos a mi alrededor lo ignoran, primero porque sé ocultar esos momentos, y segundo... porque no se interesan en saberlo.

― Lo siento mucho. ―pronuncio y miro mis manos, están entrelazadas en mi regazo ocultando un leve temblor.

No pensé que algún día me atrevería a hacer esto.

Estoy sentada frente el escritorio de mi madre, en su despacho, ubicada en su casa. Se ve tal cual como la que tenía en Belfort.

― ¿Crees que voy a aceptar tu renuncia, Grace Victoria?

― Bueno, es eso o darme unas vacaciones largas.

La escucho suspirar.

― ¿Qué fue lo que te pasó? ―pregunta suavemente, con un poco de curiosidad, no preocupación, sólo curiosidad.

No es bueno que ella pregunte eso, no quiero hablar ahora de lo que me pasó anoche, y mucho menos con ella.

― Yo...

― ¿Me has estado mintiendo con tu salud?

― ¿Qué? ―la miro confundida―. No, yo no...

― Sospecho que algo va mal, ¿Cómo vas con los dolores de cabeza? ―ella me mira con algo de enojo y yo no sé a dónde mirar porque no sabía que la conversación iba a cambiar de esta manera.

― Madre, todo va bien.

― Si no quieres seguir trabajando porque la Constructora te estresa significa que algo va mal, ¿Has sufrido de ansiedad nuevamente? ―trago duro ante su mirada llena de indignación porque sinceramente no quiero hablar con ella de este tema―. Te dije, te pregunté mil veces si querías ejercer el cargo...

― Nunca sonó como pregunta, tú simplemente me dijiste que yo iba a ser tu sucesora y luego...

― No me interrumpas, Grace Victoria, te estoy preguntando...

― ¡Es que estás diciendo que me preguntaste si quería esto y no fue así! ―exploto y luego hago un gesto de cansancio―. No creo que pueda seguir, es todo.

Un silencio sepulcral invade todo el espacio.

― Sé que... Belfort es una gran carga, sé el estrés que produce, pero... luego, más adelante... ―no quiero verla y ahora menos que está sonando indecisa―. Escúchame, yo también hice lo que acabas de hacer, acudí a mi padre queriendo renunciar o pedir un tiempo libre, pero...

― No quiero que me digas lo que él te dijo, mamá. ―susurro sintiendo muchas ganas de llorar porque ella suena a decepción pura.

Más silencio.

Puede que esto salga peor de lo que pensé.

― ¿Cuánto tiempo libre quieres? ―pregunta y alzo mis cejas sin mirarla―. Sí, estoy accediendo a tus vacaciones, no a tu renuncia. Dime el tiempo, Grace. ―presiona y respiro hondo antes de responder.

― Tiempo libre. ―sacudo la cabeza―. Hasta que yo me sienta bien.

― No, eso no suena bien, ¿Qué tal si te tomas un año?

― Madre, si te digo una fecha...

― Belfort necesita alguien al frente durante todo este tiempo.

― Lo sé, mi padre...

― Tú padre ya tiene su trabajo en la Constructora, no podrá con los dos cargos. Jake está igual.

Joder.

No huyasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora