—¡No, por favor! ¡No!— Piper corría despavorida por todo el apartamento.
—¡Piper, regresa aquí! Si no uso esto en tu cara se te notará el marcador- reclamaba Camila con enfado y se lanzó sobre Piper.
La muchacha atrapó a la castaña que había estado huyendo hace media hora. Camila había tratado con mil formas distintas de quitar el marcador de la cara de su amiga, el problema era que aún se podía notar en su cara los dibujos que le pintaron Liv y Virginia. Sin más opciones disponibles, Camila recurrió a la cosa que Piper más odia en este planeta, más que los cólicos, más que el rival de su equipo favorito de fútbol, más que la ropa de princesa, más que a la gente y si, más que despertarse temprano un sábado o domingo. Así es amigas mías, Camila traía en sus manos el maquillaje que Lea amablemente se había dejado robar por la rubia en su juventud, cuando se le dio por aprender a maquillar, aunque, un día después de usarlo lo arrojó al ático junto a los restos de sus primeros tacones (los destruyó después de 5 minutos de haberlos usados).
—¡Cami, por favor, piedad!— suplicó —Prefiero que todo el mundo vea el marcador antes de usar eso.
—Lo siento amiga, pero es esto o cambiarte de cara, y como la segunda opción es biológicamente imposible según internet y Virginia. No hay más opciones disponibles— Camila se acercó peligrosamente la base al rostro de Piper.
—¡No!— Piper lloraba y pataleaba, peor nada me ayudo a escapar.
Una hora después, se escuchaban ruidos fuertes del apartamento inferior por los gritos de dos chicas. Reclamos y demás maldiciones era todo lo que se oía.
—Perdóname— Camila pedía.
—Nunca voy a perdonarte— susurro Piper en respuesta, se había quedado sin voz por gritar tanto tiempo.
—No seas caprichosa, yo no sabía que el marcador se borraba con pañitos húmedos.
—Pero te diste cuenta cuando ya me habías aplicado el maldito maquillaje. Maldita enana.
—Lo dice la que mide metro cincuenta— respondió Camila vagamente —Cambiando de tema, ¿Te aceptaron?
—Claro que si, soy Piper después de todo— nerviosa, sus mejillas se tiñeron de un tono carmesí.
—¿Quién es?— su interés regreso con rapidez en la plática.
—No debería decirte, eres peligrosa.
—Te sacaré la respuesta por las buenas o por las malas, así que dime para ahorrarnos el tiempo— mostró su puño en señal de amenaza —¿Que es lo que elijes amiga?
—Tu ganas— Piper realizó la señal de paz —Es Adam.
—¿Quién?— Camila trato de recordar a los chicos, pero solo podía pensar en Simón.
—¿Te fijaste en el chico que estaba discutiendo con Alicia?
—¿Te refieres al muchacho que no podía quitarle los ojos de encima a Ali? Vamos Piper, escuchaste los rumores de ese chico, solo tiene aventuras. Se que no eres muy inteligente, pero ese tipo no solo es una mala opción, también es una pésima influencia.
—Tu no sabes nada, no seas hipócrita— se molestó —Odias que te juzguen por los rumores, pero aquí estás, juzgando a un chico que no te has molestado en conocer.
—Ha besado dos veces a Alicia.
—La primera vez fue un accidente, y la segunda, la tarada lo beso para escapar no se gustan, y yo ya lo pedí para mí— obvio la castaña —Dale el beneficio de la duda.
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Princesos >Zodiaco<
RandomEstás historia no se trata de chicas que son princesas o chicos que son reyes no, no, no, ¡no!, Esta es la historia.... Créditos a la creadora de la portada: boluda__ Gracias por tu ayuda