Capítulo 24

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Después de que Alicia, Camila y los chicos (excepto Thomas y Adam) sacarán a todas las ranas de la universidad, el resto pudo bajar de los árboles donde se escondían.

Bueno, solo faltaba una persona en realidad...

—¡Ya no hay ranitas, bájate de ahí mujer!— Camila pico a su amiga con un palo de escoba. En respuesta, la castaña le arrojó su zapato a la cara —Mejor quédate donde estás, ya eres problema de Diosito.

—Camila, tú dijiste que podías hacer que se soltara de esa rama— Lea se impaciento.

—No se que le pasa, está no es la peor cosa que he hecho. Las otras veces cae con solo picarle el ojo.

—¡No pienso ir con ustedes hasta que Liv y Virginia se aseguren de que no quede ni uno solo de esos monstruos saltarines!— la chica protesto.

—¡Piper, sabemos que estás asustada! ¿No quieres bajar por una nutritiva croqueta?— Alicia llamo la atención de los presentes con su propuesta —¿Qué? No es la primera vez que les doy de comer de esas croquetas para perro, hasta yo las he ingerido por accidente. No entiendo porque Camila guarda esas cajas en la repisa al lado del cereal si ni animales tenemos.

—Es para alimentar a los bebés que encuentro fuera del apartamento— respondió obvia la rubia.

—Ah, por eso me sabía tan raro los choco flakes de la mañana— George se deprimió —Mi madre tenía razón, cuando entrara en la universidad iba a comer comida de perro al menos una vez en mi vida.

—¡No importa que cosas raras digan, no voy a ceder!

—Pero ¿Cual es la fobia de esa niña?- Simón se exaltó.

Las chicas guardaron silencio por unos segundos, se vieron entre ellas para preguntarse si debían revelar algo tan personal para Piper. Entonces, la castaña arrojo el zapato que le quedaba, y sin ver a sus amigas a la cara, ellas comprendieron su mensaje.

—En secundaria, Camila hizo algo parecido a esto— Liv inició la conversación.

—¿Qué?— los chicos vieron a Camila.

—Tengo problemas ¿Si? No me enorgullezco de ese día, pero los animales son como yo, tiernas máquinas asesinas. Merecen ser libres— se excuso, exhibiendo la última rana por liberar.

Los demás menos Alicia y Ethan dieron un paso atrás, Camila intentó acercar al animal para generar empatía. Su idea no salió muy bien.

—No me la acerques, no quiero que me acusen de maltrato animal por golpear a la burra que tengo en frente... Y de paso, dejar a la ranita sola— Virginia se alejó.

—¿Me amenazo a mi?

—Si, rubia tarada— Alicia afirmó.

—Oh, ¡oki!— siguió en su labor.

—No la quiero cerca, a menos de que me asegures que no respira— Lea comentó, Camila la miró mal —¿Qué? Si no te gusta mi opinión, entonces no me presiones.

—Perdón, pero si te acercas con esa criatura en manos, te juro que romperé todo lo que encuentre en tu habitación— Liv amenazó.

Camila rodó los ojos y resignada, probó suerte con los chicos.

—No soy yo, eres tú— Adam hizo una mueca y Camila le saco la lengua.

—No, gracias. Vete, por favor— Thomas trago saliva por lo cerca que estaba la rana.

—Vamos, ella es inofensiva— insistió.

—¡El no quiere tu rana de mierda!— Virgnia explotó, pero Liv la detuvo de golpear a su amiga.

Princesos  >Zodiaco< Donde viven las historias. Descúbrelo ahora