Capítulo 26

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Pov's Cristopher

—Virginia, déjanos entrar, por favor— suplique, golpeando la puerta

—¡Largo de aquí, no quiero asesinos en mi casa!

—¡Virginia abre la puerta por favor, te compraremos una nueva planta!

—¿Qué acabas de decir?— su tono de voz fue tan aterrador, incluso Ethan se asustó un poco —No tienen perdón ni de Dios. Hoy no duermen en la casa y no voy a discutirlo más.

Si, definitivamente la termine cagando aún más.

—¡Esto no es justo! Nos sacaste a patadas cuando Liv salió a comprar— Ethan recriminó de mal humor.

—Hay muchas fans suyas que, seguramente, estarían encantadas de convivir con ustedes ¿Por qué no prueban suerte con ella?— Virginia argumento.

—¡No nos hagas esto, sabes que esas chicas están locas!— conteste de manera inmediata.

—Otra solución es conseguir una sugar Mommy o daddy. Pues, lo que se quiera comer, ya eso es de su preferencia.

—Esas no son cosas de Diosito, yo no vendo mi cuerpecito de esa forma, atrevida— me ofendí, aunque no tanto como Ethan. Si se lo preguntan, creo que iba a derrumbar la puerta a este paso —Además, con la cara de odio puro que tiene Ethan ahora, dudo mucho que pueda conseguir un patrocinador.

—No lo voy a pedir una tercera vez, si no quieres que entre a la fuerza, es mejor que abras ahora, Virginia— no sé si eso fue una advertencia o una amenaza, pero Ethan ya estaba preparado para derrumbar todo a su paso

Unos ruidos de arrastre se oyeron desde la parte interna del apartamento. Antes de poder reaccionar a cualquier cosa, creo que Virginia había preparado una barricada para imposibilitar la entrada.

—¿Qué tan idiota debes de ser para revelar tus movimientos en una pelea?— ella se jactaba —Es tan tonto como cuando los Power Rangers gritan su color.

~Esto va a terminar muy mal~ no era un pensamiento exagerado, esto era una batalla de voluntades, y yo sabía que la ganadora no se iba a detener con solo destruir al perdedor ~que alguien venga y detenga está catástrofe~ no quiero morir tan joven.

—¿Qué hacen aquí afuera? Obstaculizan el paso— la voz de una chica me iluminó el rostro esperanzado.

Mientras Virginia era la más cruel en el grupo, Lea era la más imparcial en las discusiones. Ella podría ayudarnos con su punto de vista externo al problema.

—Lea— sonreí.

—Tu cara me da asco— había olvidado lo mucho que ella me odia —Ah, hola Ethan— pero adora al líder, eso era una ventaja —¿Por qué te ves tan enojado? No te estreses, te saldrán arrugas.

Ella pellizco la nariz de Ethan. Si no estuviera tan desesperado por arreglar el problema con Virginia, podría reír por la situación.

—Hola Lea— respondió él, calmando su irá.

—Espera, yo conozco esa planta— señale.

—Ah, eso es porque esta es María Sofía Teresa Carlota de las margaritas azules segunda... No preguntes por qué me se su nombre.

—¿Cómo es posible?

Mi confusión tuvo que esperar por todo el ruido que nuevamente se oyó al otro lado de la puerta. Solo basto unos segundos, cuando finalmente Virginia salió del apartamento llorando. Ni siquiera se detuvo a saludar a su amiga, solo la apartó una vez que tuvo en sus manos la dichosa planta.

Princesos  >Zodiaco< Donde viven las historias. Descúbrelo ahora