Capítulo 18

2.7K 166 18
                                    

—Tengo hambre— Thomas se quejaba.

—Agradecido deberías de estar, no te rompí los dientes por comerte ¡Mi comida! Solo porque Lea me detuvo— protesto Alicia.

—Pues que te digo... Era comer tu desayuno o el de Lea— se justifico Thomas y su estómago rugió —Pero no podría hacerle ese daño a mi princesa.

—Mierda ¿Por qué demonios eres tú compañero de trabajo?- pregunto Alicia con fastidió

—Porque le robamos el desayuno al profesor López, y el dijo “estarán todo el día trabajando en grupo, cuando terminen, deberán traer los trabajos de todos sus compañeros a mi oficina”.

—Pendejo, no digas “nos robamos” yo la robe, tú te la tragaste— Alicia se molestó.

—Lea dijo que estabas a dieta, yo solo te ayudo.

—Lea es tan mentirosa como un político en elección.

—¿A qué te refieres?

—Escucha bien, yo no estoy a dieta y ¡Jamas! Pero ¡Jamás, lo estaré!— exaltada.

—Entonces, lo lamento. Dime ¿qué prefieres? ¿hamburguesa o hot dog?

—Hamburguesa.

—bien— Thomas saco de su mochila un paquete de Macdonald.

Alicia estaba sorprendida, pero en cuanto el hambre se apoderó de ella, no dudó en tomar el paquete, sacar la enorme hamburguesa y comer como si su vida dependiera de ello.

—¡Delicioso!— exclamó Alicia maravillada. Era la hamburguesa más deliciosa que había probado en su vida.

—¡Lo sé!

—¿Dónde compraste esto? Porque en Macdonald no fue.

—Mis padres pagan extra a la señora de la cafetería, mamá siempre dice que un Tauro con hambre genera violencia.

—Eso es cierto— la chica abrazo a Thomás —¡Puedes considerarme parte de tu familia ahora!

—Se honesta, solo quieres mi comida ¿Cierto?

—Cierto— ella se alejó, provocando una risa entre ambos.

Realmente era evidente la existencia de las almas gemelas, y en este caso, esos eran Alicia y Thomas. No necesariamente tu alma gemela debe ser romántica, solo debes sentir que hace parte de ti. Era una conexión de amistad, probablemente la más extraña.

Por otro lado, había una chica que no paraba de mirar a su compañero fijamente a los ojos

—¿Te encuentras bien, Lea?— Cristopher se veía notoriamente incómodo por la mirada penetrante que Lea le lanzaba.

—Hay algo en ti que ni me gusta, ni me termina de encajar— el tono de voz de la chica era algo frío.

—¿Por que dices eso?

—Se que tramas algo, Cristopher.

—No se de qué me hablas...

—Mira, podré ser una rubia estereotipada si se te da la gana decir eso. Pero yo, no soy estúpida, estoy aquí por mi reputación, no hay nada que yo no pueda ver.

—Yo...

—¡Maldita sea! ¿Quién robó mi postre?— exclamó enfadado el profesor López —¿Fueron ustedes de nuevo? ¿Thomas o Alicia?

—¿Sho?— Alicia se ofendió, pero seguía saboreando su deliciosa comida —Pejo si sho soi jun halma de deoz.

Ooz, sho no komo kosaz el diablo— respondió Thomas con la boca llena.

Princesos  >Zodiaco< Donde viven las historias. Descúbrelo ahora