Sonríe [KookJin]

-Sonríe XLIX-

Seok Jin llegó a la hora acordada al departamento de su primo. Le había preocupado que lo llamara esa tarde y le pidiera de verlo lo más pronto posible. En su mente imaginaba que había peleado con HoSeok o tal vez se trataba de algún problema con su trabajo. No lo sabía y era esa incertidumbre la que no le permitía estar tranquilo, por eso esa tarde optó por ir a verlo, comunicándole a JungKook del problema para no preocuparlo con una salida repentina.

La puerta se abrió y TaeHyung lo atendió con un rostro que se debatía entre la molestia y la tristeza. El problema debía ser realmente grave si su primo estaba así. Ingresó y tan pronto la puerta se cerró, acarició una de las mejillas del mayor. Su mirada casi suplicando por saber qué ocurría.

Tae no le respondió con palabras, pero sí lo abrazó, muy fuerte y soportando el llanto, aunque algunas lágrimas habían escapados y unos sollozos rompieron el silencio. Seok Jin no era muy bueno adivinando, pero no era tan complicado adivinar la razón de aquel llanto cuando lo oyó nombrar a YoonGi y a una llamada que le había hecho hacía ya tres días. Supo que su mejor amigo le había dicho la verdad, su primo había estado muy preocupado por él últimamente y de seguro había buscado una solución en otro lado ya que él no planeaba decirle nada. Al menos no por el momento.

Se sentó con él en el sillón, acunándolo en sus brazos y buscando mermar las lágrimas que ahora salían con mayor libertad. Se quedó callado, esperando para poder hablar con él y pedirle que no dijera nada al respecto. Aun no quería que su madre y su hermana se enteraran, esperaba para poder viajar a Daegu y decírselo en persona, pasando los últimos meses con ellas y evitando que JungKook vea su deterioro. Lo que menos soportaría sería verlo sufrir por él.

Miró hacia la ventana donde el sol se mostraba en todo su esplendor. ¿Cuántos soles más sería capaz de ver a partir de ese día?

~Sonríe~

Eun Yeong había notado algo extraño desde hacía ya días. Seok Jin a pesar de fingir que todo estaba bien y engañar a su hijo con eso, a ella no podía engañarla tan fácilmente. Necesitaba saber qué ocultaba, pero era complicado. Cada vez que se había animado a preguntar él sonreía y afirmaba que todo estaba bien. Lo mismo había dicho a Elizabeth, Sook, Joseph y Aoi cuando le preguntaron por pedido de ella. Nunca decía nada al respecto y eso la preocupaba demasiado. ¿Qué es lo que tanto ocultaba? ¿Por qué se empecinaba a no decir nada al respecto? ¿Tan malo era su secreto?

Caminó de un lado a otro, llevando y trayendo cosas para despejar su mente, pero era imposible. Con cada segundo que pasaba su mente le recordaba a Jin y su secreto. El chico y sus mentiras. Una y otra vez en su mente, repitiéndose con cada paso que daba.

-Cariño-Byeong Ho la tomó del brazo cuando estuvo a punto de caer por un escalón que llevaba años en su hogar pero que por esos segundos se había olvidado que existía.-¿Qué ocurre? Te ves...tensa.

-Sólo estoy preocupada.

-¿Por quién? Es... ¿por Jin?-ella lo miró.

-¿Lo notaste?

-Por supuesto-ella vio en sus ojos algo extraño que no supo descifrar.

-¿Sabes algo al respecto?

-No-aseguró pero ella sentía que le mentía, sin embargo ¿Por qué lo haría? No tenía motivos para hacerlo así que le creyó.

-Me preocupa todo esto, quiero saber qué le ocurre, por qué no confía en nosotros para decirnos.

-Puede ser que no es eso, sino el hecho de que tal vez piense que la verdad sería más dolorosa para nosotros.-su esposo la rodeó con sus anchos brazos, dejándola reposar en su pecho-no deberías preocuparte tanto, cariño. Verás que tarde o temprano nos dirá lo que pasa, sólo sé paciente.