Sonríe [KookJin]

-Sonríe L-

Junio llegó antes de lo que Seok Jin hubiera podido imaginar. El calor era palpable y el hecho de tener que usar playeras o camisas de mangas cortas no era lo que más le agradaba, agradecía que dentro del hogar Jeon había aire acondicionado. No soportaría el calor de verano, era de las estaciones que más detestaba. Caminar en un parque con el sol en su cabeza, sudando asquerosamente no era como le gustaba pasar sus tardes.

Escuchó a Aoi llegar con Joseph de hacer las compras para reabastecer la cocina. La chica había suspirado exageradamente ante el contraste de temperatura entre el exterior y el interior. Luego se dirigió donde él estaba terminando con un pastel y guardó todo antes de sentarse sobre la isla, observándolo hacer su trabajo.

-¿Cuándo nos dirás lo que ocultas?-giró con una sonrisa antes de volver su vista a los copos del pastel.-no me ignores, Seok Jin, sabemos que algo ocultas.

-Nunca dije que no.-se mordió el interior de la mejilla, una de las cerezas no había quedado bien.

-¿Entonces?-tomó el chocolate rallado para esparcirlo por la blanca superficie-Jin.

-Se preocupan por nada.-le restó importancia, siguiendo con la decoración-no es nada malo lo que oculto.

-¿Seguro?-tomó tres cerezas, colocándolas estratégicamente como lo había imaginado.

-Seguro.

-¿Entonces por qué el señor Jeon tiene papeles tuyos que dicen que trabajarás aquí hasta fines de julio?-se detuvo unos segundos antes de volver a colocar la última cereza-Seok Jin ¿Por qué dejarás de trabajar aquí?

-Problemas familiares, debo volver a Daegu en agosto, tengo cosas que resolver ahí. Cuando las termine volveré.-aseguró mirándola con una pequeña sonrisa-así que deja de preocuparte, pequeña.

-Es difícil no hacerlo, en especial cuando siento que no eres sincero.-Jin tomó el pastel para guardarlo antes de girarse hacia ella y caminar para picarle la frente.

-Pequeña curiosa-murmuró antes de salir de la cocina.

~Sonríe~

El señor Lee había sido fiel y no había dicho nada respecto a dónde tenían planeado ir. Su madre era curiosa, demasiado para su gusto, por lo que necesitó de Lee para que le mintiera, diciéndole que irían a hablar con el señor Choi por temas de un trabajo de Kook. Agradeció que ella se lo hubiera creído.

Bajó con él y entraron a la joyería. Conocía al dueño, había sido uno de sus primeros trabajos y a lo largo de los años se mantuvieron en contacto ante alguna remodelación que él quisiera. Así que no fue extraño que fuera el mismo señor Kim quien se acercara con una sonrisa a recibirlo.

-Jeon, qué gusto verte.-dijo el hombre canoso haciendo una reverencia.

-Lo mismo digo, Kim.-Kook sonrió-¿Cómo ha ido el negocio?

-De maravilla, pero pasen, dijiste que querías ver alianzas ¿cierto? Tengo unas hermosas para mostrarte-el hombre comenzó a guiarlos y Lee lo ayudaba con su silla-¿Quién es la afortunada?

-Afortunado-corrigió, una tierna sonrisa en su rostro-se llama Seok Jin.

-Seok Jin...lindo nombre. Debe ser muy especial como para que venga a comprar una alianza, Jeon. Debe amarlo mucho más de lo que amaba a la señorita Tzuyu.-al llegar al lugar el hombre comenzó a sacar cajas con distinto tipos de alianzas.

-Lo hago, definitivamente.-con una sonrisa vio los distintos anillos que Kim le mostraba, analizándolos y pensando cuál se vería mejor en la mano de Seok Jin.