Como JungKook se había esperado, su madre lo regañó por lo ocurrido con Seok Jin. El pelirosa quiso mentir diciendo que fue un accidente cocinando, pero Kook terminó por decir la verdad sin importarle el sermón de Eun Yeong.
De esto hacía una semana, aproximadamente. Jin odiaba tener que estar en la casa sin hacer algo útil, pero según le dijo el doctor, tendría que estar unas semanas así para que las heridas sanaran más rápido y no corriera riesgo alguno. Así que nuevamente Elizabeth, Aoi y Sook (salvo Joseph quien se había ido de urgencia a su país natal por un problema con su hermano hacía unos tres días) se repartían la tarea de cocinar mientras él hacía un intento por ayudar. Y era sólo un intento porque en cuanto ellos lo veían lo regañaban y evitaban que tomara algo, incluso el matrimonio Jeon lo hacía. JungKook, por su parte, no le decía nada, pero en cuanto lo veía tomar algo, se lo sacaba y se encargaba de dejarlo en su lugar para, con una mirada, decirle que se fuera y no tocara más. Para lo único que podía usar las manos era para comer, asearse y hacer sus necesidades. A eso lo habían limitado. Aunque en ocasiones Aoi se ofreciera a darle de comer.
Suspiraba cansado, no podía mandarle mensajes a su hermana, apenas pudo comunicarse en una llamada con su madre para que le cuente lo que ocurrió ya que ni siquiera podía contactarla por video llamada, hacer señas sería complicado en su estado. Sus amigos mucho no lo habían llamado, sus trabajos y responsabilidades los limitaban, pero en cuanto podían se quedaban más de una hora hablando.
-Que aburrido-murmuró viendo a través de su ventana el día gris.
Según había visto en la televisión, se avecinaba una lluvia intensa, con fuertes ráfagas de viento. Esos días eran especiales para él, por lo general se quedaba cocinando, pero ahora en su estado se aburriría al no poder hacer nada.
Tocaron a su puerta y, con un cansado pase, dejó que la persona que lo buscara entrara.
-Jinnie-la voz de Eun Yeong lo hizo voltear-pequeño, necesitaba comunicarte que saldré con Byeong Ho por unos asuntos urgentes en Busan, así que no estaremos por unos días. Aoi no estará tampoco, acaba de recibir un mensaje de su madre, su abuela está en estado crítico. Las únicas en la casa serán Sook y Elizabeth. Si necesitas algo pídeselos a ellas ¿sí, cariño?-asintió, volviendo a ver hacia la ventana, escuchando los pasos de la mujer acercarse a él-lo siento, pero tus manos no pueden hacer tareas pesadas, Jinnie, es por tu bien.-ella le dio un beso en la frente y él no pudo hacer más que sonreírle para no preocuparla.
Cuando se fue suspiró volviendo a mirar el color gris que invadía el cielo.
~Sonríe~
No supo en qué momento se quedó dormido, pero cuando despertó en plena tarde, la lluvia ya azotaba la ciudad con fuerza. Las ganas de levantarse fueron nulas, más sabiendo que no podría hacer nada, por lo que se quedó en su cama, contando las gotas de lluvia que chocaban contra su ventana. Era lo más divertido que podía hacer en un día como ese.
-Jinnie.-Elizabeth ingresó al cuarto, volteó a verla-el joven Jeon te llama, está en la sala.
Asintió y tan pronto como ella se fue, se levantó de la cama y se encaminó a la sala donde JungKook lo esperaba para no-sabía-qué. Fue casi sin ganas, pensando en que gracias a sus manos no podía hacer algo productivo. Sólo caminar, mirar y...bueno básicamente eso.
Al llegar vio al mayor distraído con su celular, hasta que al escucharlo dejó todo a un lado y lo observó.
-Recuerdo que en una conversación me dijiste una vez que te gusta estar bajo la lluvia.-comentó, lo miró desconcertado.
-Sí, pero no puedo, me enfermaré y...
-Me gusta estar bajo la lluvia.-interrumpió, viendo hacia la puerta que daba al jardín.
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Sonríe [KookJin]
Fiksi PenggemarJungKook es un joven arquitecto que, tras un accidente, termina en silla de ruedas sin la esperanza de volver a caminar. Amargado con la vida misma, cree que ya no tiene posibilidades de ser feliz por lo que se concentra en su trabajo para olvidars...