Capítulo 4

538 34 0
                                    

JACIELLE

-¿Qué haces aquí? –Pregunté observándolo sorprendida.

-Solucionar las cosas. –Lo miré fijamente a los ojos sintiendo unas ganas horribles de llorar.

-Vé con él, Jacie. Mañana hablamos. – Dijo Mackenzie acercándose a mí para darme un abrazo. –Verás como todo se va a solucionar.

-Sígueme. –Me dirigí a Brad antes de caminar hacia la salida sin ni siquiera despedirme de los demás.

Sentí sus pasos tras los míos todo el camino hasta el interior de mi casa.

-Jacie, perdóname. Perdóname por toda esta semana de mierda que hemos vivido. Nunca fue mi intención discutir tanto y mucho menos hacerte daño, no quiero verte sufrir.

-Pues lo conseguiste... –Murmuré esquivando su mirada. –Creo que es la primera vez en tanto tiempo que discutimos así...

-Sí, lo siento. –Volvió a decir acercándose. –Fui un idiota, por eso estoy aquí y quiero proponerte algo.

-Bradley, no...

-Dejame acabar, por favor. –Me interrumpió a sabiendas que me negaría a lo que me pediría. –El lunes iré a hablar con tu padre. Le diré la verdad, y le daré mi carta de renuncia.

-¡No!

-Escúchame, Jacie. –Volvió a decir mientras que yo negaba con la cabeza. –Nos iremos de aquí, nos mudaremos de ciudad o de país si es lo que quieres y montaremos nuestra propia empresa lejos de todos.

-No, Brad. No. En otras circunstancias hubiera aceptado, pero ahora no quiero separarme de Henri. No quiero que crea que lo abandoné como hicieron conmigo.

-Jacie...

-Tampoco quiero ser la responsable de que pierdas el trabajo por mi culpa, Brad.

-No me importa el trabajo si sigo a tu lado, Jacielle. Puedo encontrar trabajo en otra empresa.

-Joder... –Me quejé antes de lanzarme a sus brazos. –¿Qué hice para merecerte?

-Comportarte como una niña caprichosa cuando nos conocimos. – Lo miré ofendida haciéndolo reír.

-¿Hablas en serio?

-Sí. Desde ese momento noté la carencia de amor y cariño que te faltaba.

-Claro, y pensaste: “Seré su caballero de brillante armadura.”Intenté imitar su voz.

-En ningún momento pensé en eso. Solo quise ayudarte y que supieras que no estabas sola. Además, he de admitir que me volvía loco el que me dijeras que te hiciera el amor en vez de tener sexo.

-¿Ah, sí? –Alcé las cejas rodeándole el cuello. –¿Y qué te parecería que fuéramos a la habitación a por ello?

-Me parece que debes decírmelo bien. –Reí negando con la cabeza.

-Señor Levis, ¿le gustaría hacerle el amor a esta joven señorita que se encuentra sola e indefensa?

-Hmm... Será todo un honor para mí. –Dijo cogiéndome en brazos para llevarme como a una princesa hacia la habitación de arriba.


-Hmm...

-¿Quién toca a estas horas? –Lo oí quejarse a mi lado.

WANDA, Más Allá Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora