WANDA, Más Allá Del Amor

Capítulo 15

-¡¿Sigue despierto?!

-No lo... –Pero Amber no esperó a oír la respuesta de Brad. –Pensé que vendríais antes.

-Henri pudo retenerla. –Confesé sentándome a su lado. –No le dije que se había despertado hasta que estuvimos en el coche.

-Buena estrategia. –Asentí de acuerdo con él. –¿Cómo se lo tomó el niño?

-Mejor de lo que esperaba, la verdad. Fuimos a dejarlo con su abuela, aunque la madre de Amber también quiso venir.

-¿Por qué no se queda esta semana en casa? Así no estará solo allí. Estoy seguro que Amber querrá pasar la mayor parte del tiempo aquí.

-Sí, tienes razón... –Dije pensativa apoyando la cabeza en su hombro. – ¿Hablaste con él?

-No, no. Salí de la habitación en cuanto despertó para llamar al doctor...

-Jacie. –Miré hacia la puerta de la habitación para ver a Amber. –¿Quieres entrar? Jerry quiere hablar contigo...

-Vé... –Murmuró Brad por lo bajo dejando un beso en mi hombro.

-Entra conmigo...

-No, mejor no. Te espero aquí.

-Está bien. Te quiero.

-Y yo a ti. –Respondió sonriéndome antes de que me levantara para entrar en la habitación.

-Hola...

-Hola, hija. –Me acerqué hasta la silla que había al lado de la cama para mirarlo.

Llevaba una venda alrededor de su cabeza cubriendo ésta.

-¿Cómo estás?

-Ahora bien, cuando se pasen los calmantes que me pincharon lo dudo...

-¿Recuerdas algo?

-Hmm... Solo un coche saltándose el semáforo cuando yo pasaba...

-Lo importante es que ahora estás bien.

-Sí, y gracias por venir.

-Estoy segura que tú harías lo mismo si fuera yo la que estuviera en esa cama.

-Por supuesto, eres mi hija.

-Pues ya está. –Respondí evitando su mirada.

-¿Bradley sigue aquí?

-Sí.

-¿Sabes? Me sorprendió verlo aquí cuando desperté...

-Quiso quedarse para que Amber fuera a descansar.

-Eso dice mucho de él.

-Brad es el hombre más bueno y bondadoso que existe en este mundo. –Hizo una mueca con la cara haciéndome enfadar. –No querrás verlo ni saberlo, pero es así. Y si aún no has entendido todo el bien que Brad me hace, es porque estás cegado.

-Yo no he dicho nada, Jacie.

-Lo piensas, y las cosas nunca son como tú las piensas o las imaginas. Hay mucha historia más allá de la simple excusa que se inventó Sally para que no sintieran vergüenza de ella, pero es una cobarde. Tantas amenazas que salieron de su boca y mira, ninguna de ella cumplió.

-Sigue siendo tu madrina.

-Dejó de serlo en cuanto dijo que lo mejor que hubieras podido hacer era haberme dado en adopción.