Capítulo 9

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NARRADOR OMNISCIENTE

Joder, por fin te encuentro! ¿Qué haces ahí?

-No te acerques, Brad. –Dijo la chica sin despegar la vista del agua.

-Vas a caerte...

-Llevo más de una hora sentada aquí. ¿Qué te hace pensar que me caeré ahora?

-Jacie... –Brad suspiró metiéndose las manos en los bolsillos del pantalón sin saber cómo continuar la conversación con ella sentada al borde del acantilado en el que se encontraba.

-¿Puedes acercarte al menos para hablar?

-No.

-Entendiste mal, Jacielle. Alexa es solo mi...

-¿Tu amante? No me sorprende, Brad. Engañaste a Sally conmigo, ¿por qué no me engañarías a mí con esa?

-Me ofendes, Jacielle. –Respondió el chico dolido. –No voy a decir que lo que cometí en el pasado fue un error porque tú no lo eres. No me arrepiento de nada de lo que he hecho en mi vida.

-¿Tampoco te arrepientes de evitar mi pregunta?

-Otra vez...  –Murmuró por lo bajo temiendo por la vida de la chica. – Hablaremos de ello cuando te levantes de ahí.

-Pues sigue esperando entonces...

-Por favor, Jacielle. Solo quiero explicarte quien era Alexa.

-No hay nada que explicar. Es tu amante.

-No digas bobadas, anda. Nunca te engañaría con nadie. Alexa es solo una amiga.

-Una amiga de la que nunca me has hablado.

-Porque nunca me ha hecho falta hasta ayer.

-¿Cómo?

-Me echaste de casa. ¿Lo recuerdas?

-Sí, pero en ningún momento te pedí que te fueras a casa de una de tus amiguitas.

-Mira, Jacie. Me vas a odiar más de lo que ya lo haces, pero necesito decírtelo. Alexa no es solamente mi amiga, también fue mi esposa. – Jacielle se giró hacia él rápidamente abriendo los ojos como platos.

-¡¿Qué?!

-Sí, nunca antes habíamos hablado del matrimonio por lo que no sabía nunca como decirte que ya me había casado una vez hace muchos años. Es por eso que cuando me preguntaste si pensaba casarme contigo, me bloqueé, y no supe que responder.

-Debiste habérmelo contado. –Dijo poniéndose de pie con cuidado para acercarse a él. –Tenía derecho a saberlo.

-Lo sé, Jacie, lo sé. Y por eso te pido perdón. Perdón por todo lo que te haya hecho sentir mal y por haberme ido a su casa...

-Eh, que eso si que es mi culpa. –Dijo la chica suspirando. –Yo también debo disculparme por las cosas que te dije anoche. Quiero que sepas que no estaba pensando correctamente y...

-Sí, está bien. ¿Olvidamos todo y empezamos de nuevo?

-Sí, pero necesito que me hables al menos de ese matrimonio...

-Me parece bien. –Dijo dándole la mano para caminar hacia los coches. – No me siento seguro cerca de ese acantilado. No sé cómo pudiste estar sentada allí...

WANDA, Más Allá Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora