Capítulo 23

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DOS MESES DESPUÉS


⁂ JACIELLE ⁂

-¿Ya vienes?

-Que sí, pesada. Estoy llegando.

-¡Genial! Voy a ir preparando el té.

-De acuerdo. Hasta ahora. –Dije antes de colgar en el mando del volante.

La pesada de Mackenzie me había hecho salir de casa solo para que fuera a la suya a opinar sobre el nuevo color de las paredes.

Me había insistido tanto en cuanto le había dicho que no tenía ganas de salir, que terminé aceptando solo para que dejara de llamarme al móvil.

Aparqué frente al edificio donde vivía con su marido para entrar y dirigirme a la última planta, el ático para ser exactos.

Toqué el timbre para cruzarme de brazos a la espera.

-¡Mack, abre! Me haces venir y luego no me abres la puerta...

-¡Voy! –La escuché decir del otro lado. –¡Solo un momento!

-¡Ábreme ya! ¡Me hago pis! –Grité golpeando la puerta antes que ésta se abriera. –¡Por fin! ¡Creí qué...

-¡Sorpresa! –Brinqué del susto al no esperarme aquel griterío.

-¿Qué diablos?

-Fue idea de ella. –Se justificó Amber señalando a mi amiga.

-Te dije que no quería nada de esto.

-¡Pero eso fue hace dos meses! –Dijo antes de abrazarme. –¡Estaba segura que cambiarías de opinión!

-Pero sabes que ésto es absurdo, ¿verdad? Solo somos tres...

-Los chicos vendrán después, no te preocupes. ¡Ven, mira los regalos! – Rodé los ojos acercándome a la mesa que había decorada con un arco de globos rosas y blancos donde se encontraba todo tipo de dulces.

-Tú quieres que se me suba el azúcar.

-¡Pero tú no debes comer tanto! No te preocupes. –Ahora me llevó hasta el sillón para coger su teléfono y buscar algo antes de darmelo.

-¿Qué es esto?

-¡Tu regalo! –Le dió al play del vídeo y en la pantalla apareció Gina Palmieri sonriendo.

-Ciao, bella! Come stai? Sé que eres una de mis mayores seguidoras y eso debo agradecertelo de cuore. Quiero felicitarte por esa bebita que viene en camino, será tu mayor orgullo y te enamorarás de ella nada más verla, te lo digo por experiencia. Rió mirando algo detrás de la pantalla. ¡Oh! También quiero disculparme por no haberte respondido aquellos mensajes que me has enviado. Mille scuse! Muchas veces no tengo tiempo de responder a todos los mensajes, ¡pero a partir de ahora prometo responder a todos los mensajes que me escribas!Abrí los ojos sorprendida y emocionada a la vez. –Espero que algún día podamos vernos en persona ¡y que nuestros hijos jueguen juntos! baci dall'Italia! –Lanzó un beso hacia la pantalla antes de levantarse en cuánto alguien se acercó para entregarle a su bebé.

-Oh, Dios mío...

-Dile adiós a Jacielle, amore! Adios!Movió la pequeña mano del bebé en mi dirección haciéndome sonreír. Enseguida la pantalla se quedó negra dando por finalizado el vídeo.

-¡¿Te gustó?!

-¡¿Pero como diablos conseguiste que hiciera esto?!

-Ah, un buen mago no revela nunca sus secretos. –Sonreí más que feliz abrazándola emocionada.

-¡Te amo!

-Aw, eso ya lo sabía, Jacie. –Las tres reímos antes de ir a comer algo.

⁂⁂⁂

-¿Te gustó entonces?

-¿Estás de broma? –Le respondí con otra pregunta cuando me devolvió el móvil. –Nunca se me hubiera pasado por la cabeza algo así.

-¿Le enviaste un mensaje de agradecimiento?

-¡Sí! Aún no me ha respondido, pero tampoco voy a volverme loca por eso...

-Dijo que intentaría responder a tus siguientes mensajes, pero también debes tener en cuenta que allí la hora es diferente.

-Por eso. Voy a espe... –Callé frunciendo el ceño llevándome la mano a la tripa.

-¿Se está moviendo?

-Sí... –Me sonrió emocionado para poner su mano sobre mi barriga abultada.

-Hola, Miri. Soy papá. A ti también te gustó la fiesta, ¿verdad?

-Eso, tú dale más cuerda para que no deje de moverse... –Dije resoplando al sentir más pataditas.

-Vamos, Jacie. Debe ser maravilloso sentir eso.

-Sí, si para ti es maravilloso sentir dolor...

-Que negativa que eres, Dios. Pero tú no le hagas caso a tu madre, princesa. Ya te darás cuenta que se hace la dura, pero en el fondo te ama y ama todo lo que haces.

-Si tú lo dices...

Y tenía razón, por mucho que me negara a todo lo relacionado con el bebé o dijera que me molestaba, en el fondo no era así.

-Te vas a lamentar luego de estas cosas, cariño... –Suspiré mirando como Brad seguía moviendo la mano por mi barriga.

-No sé si me arrepentiré después de esto, pero ahora es lo que siento... –El que suspiró ahora fue él dándome por perdida. Cogió mi mano arrastrándola hacia aquella parte de la barriga donde el bebé seguía moviéndose.

-Esto significa que está feliz y que le gusta oírnos hablar. –Aparté la mirada sintiendo mis ojos cristalizarse. –Jacie...

-No quiero hablar.

-Pero lloras porque sabes que tengo razón.

-No estoy llorando...

-No, solo sudas por los ojos.

-Idiota... –Murmuré apartando la mano para pasarla por mi cara antes de levantarme para ir a la cama. –Voy a dormir.

-Está bien. Descansa, amor. Las quiero... –Asentí, pero no respondí.

No tenía las ganas ni las fuerzas de seguir hablando con él porque estaba segura que si lo hacía, los sollozos no iban a parar.

WANDA, Más Allá Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora