Capítulo 19

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DOS SEMANAS DESPUÉS

-Muy bien, Jacielle. Veo que seguiste todas mis indicaciones al pie de la letra. El bebé está en perfecto estado. –Asentí con la cabeza no queriendo mirar la pantalla que había a mi lado.

-¿Puedo levantarme ya?

-Por supuesto. –El doctor me tendió papel y enseguida me incorporé para limpiarme la barriga bajo la atenta mirada fastidiosa de Bradley. –Debo seguir recomendándole lo mismo de la última vez, pero ahora si puede moverse y hacer su vida normal.

-Genial.

-¿Seguirá tomando las mismas vitaminas?

-Sí, enseguida vuelvo a hacer otra receta. –Brad asintió mientras que yo me sentaba frente a la mesa del doctor.
Recuerden pedir con antelación la siguiente cita, espero poder decirles el sexo en la siguiente consulta.

-Gracias, doctor. Hasta la próxima.

-Adiós, y cuídense. –Salí a toda prisa de allí para dirigirme al coche de Brad.

-¿No podías comportarte, Jacielle?

-Y me comporté. –Dije abrochandome el cinturón de seguridad.

-¿No estás contenta por saber que la próxima vez conoceremos el sexo? –No respondí. –Por favor, Jacie...

-No quiero hablar, Bradley. Déjame en paz.

Y así lo hizo, es más, ya era costumbre que nuestros paseos en coche fueran en total silencio hasta llegar a casa.

-¿Quieres algo para comer?

-No.

-Dios, me estoy cansando de esto, Jacie.

-¿Y crees que yo no?

-Pensé que con lo que te había dicho Mackenzie te había hecho reaccionar.

-Pues ya ves... –Respondí quitándome los zapatos para subirme a la cama. –No quiero discutir...

-¿Y crees que yo si?

-Por supuesto, mira dónde estás. –Me acosté dándole la espalda. –Cierra la puerta cuando salgas, y ni se te ocurra despertarme.



NARRADOR OMNISCIENTE


Bradley cerró de un golpe la puerta de la habitación principal para subir a la planta superior y comenzar a golpear el saco de boxeo sin ton ni son.

Esa actitud de su novia lo volvía loco, tan loco como aquella primera vez que se conocieron.

Aún no entendía como era posible que no entrara en razón y siguiera negándose a lo inevitable.

Dejó de golpear el saco para volver a la planta inferior y coger la botella de whisky que había escondido por si a Jacielle se le ocurría ir a cogerla.

Se pensó el coger un vaso de cristal del armario, pero finalmente decidió beber directamente de la botella.

Él no era de beber, muchas veces lo había dejado bien claro. Solo bebía en ocasiones puntuales después de ver cómo poco a poco su ex esposa se iba apagando con cada gota de alcohol y por eso temía que a Jacielle le pasara lo mismo. Por suerte, la chica tenía más cabeza que Alexa para eso.

La noticia del bebé a él le había sorprendido tanto o igual que a Jacielle, pero él si que supo tomarlo bien a pesar de todo, aunque a veces se sentía responsable de que Jacielle no quisiera al bebé.


⁂ JACIELLE

-Ay... –Me estiré en la cama a gusto antes de bostezar.

Miré el reloj dándome cuenta que había dormido toda la tarde.

¿Seguiría Brad en casa?

Intrigada, salí de la habitación en su búsqueda.

-¿Brad? –Pero nadie respondió. –Las llaves están aquí...

Caminé hasta el baño del pasillo e incluso a la habitación de invitados, pero tampoco estaba.

-Al menos que... –Subí las escaleras de caracol para quedarme totalmente shockeada. –¡Bradley!

Ni siquiera lo pensé, salté a la piscina haciendo que su cuerpo se moviera en el agua.

-¡Brad, despierta! –Grité sacando su cabeza a la superficie para arrastrarlo hasta las escaleras. –¡Bradley!

Con todas mis fuerzas, y con las que no tenía, lo saqué como pude de la piscina hiperventilando de la angustia que tenía.

-Por favor, por favor, despierta... – Comencé a hacerle el boca a boca desesperada. –Bradley, vamos... ¡Vamos!

Y de pronto, cuando ya había perdido todas mis fuerzas por seguir adelante, comenzó a toser escupiendo todo el agua retenida.

-Respira, Brad, respira... –Apoyé su cabeza en mis pies mientras que las lágrimas comenzaban a rodar por mis mejillas. –¡Te odio!

-Yo te quiero. Mucho... –Negué con la cabeza sollozando sin poder evitarlo. –¿Por qué lloras? Te ves fea cuando lo haces...

-Idiota... –Suspiré para ayudarlo a ponerse en pie y a bajar las escaleras para ir a la habitación. –¡¿Como pudiste meterte en la piscina borracho?!

-Yo no estoy borracho...

-¡No que va! Si la botella estaba dentro de la piscina, por Dios. –Cogí dos toallas del baño para tirarle una de ellas a la cara.

-¡Eh!

-Sécate antes de que cojas una gri... – Me llevé las manos a la tripa al sentir un fuerte dolor.

-¿Qué te pasa?

-N-nada... –Caminé hasta la cama sentándome para intentar evitar el dolor.

Venga, bebé, no pasa nada...

-¡¿Es el bebé?!

-T-tranquilo, no pasa nada... –Cerré los ojos respirando hondo.

-Es todo mi culpa, lo siento. –Se sentó a mi lado suspirando. –Sé que esta noticia no te gustó, pero por favor, es este el momento de formar esa familia que siempre quise.

-No lo entiendes, Brad. No entiendes el miedo que siento...

-Yo también siento miedo, pero juntos lo superaremos. –Lo miré sintiendo las lágrimas otra vez para mirarme la barriga aún poco notable.

-Será mejor que duermas, Brad...

-Sí, dormir me vendrá bien... –Se acostó a mi lado cerrando los ojos quedandose dormido al instante.

-¿Qué haré contigo, Brad?

Suspiré cogiendo una manta del armario para taparlo y apagar la luz al salir de la habitación.

WANDA, Más Allá Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora