Capítulo 11

442 33 2
                                    


-¡Hijo!

-¡Hola, mamá! –Bradley soltó mi mano para ir a abrazar a su madre.

-¿Cómo estás, corazón?

-Muy bien. ¿Y papá?

-Trabajando, ya lo conoces.

-Debería ir pensando en jubilarse...

-Sí, también se lo he dicho muchas veces. –Suspiró esquivando a su hijo para mirarme. –¿Hola?

-Hola... –Saludé tímidamente por primera vez en mi vida.

Llamadme ridícula, pero nunca antes había conocido a la madre de alguno de mis novios porque nunca antes había tenido una relación seria.

-Mamá, ella es Jacielle, mi novia.

-¿Ah? –La mujer frente a mí sonrió para venir a abrazarme. –¡Encantada, querida! Me llamo Pam.

-Pamela. –Completó su hijo provocando que ella rodara los ojos.

-Llámame Pam, cielo. –Asentí sonriéndole antes de poner rumbo hacia la salida del aeropuerto.

-¿Con quien viniste, mamá?

-Tu hermana me dejó antes de ir a trabajar.

-Oh, ya veo que tiene unas ganas tremendas de verme.

-Claro que tiene ganas de verte, hijo, pero tenía una cita importante en la boutique.

-Que ganas de tener a mi bebé... – Murmuré al ver que lo más probable era que iríamos en taxi.

-¿Qué?

-Se refiere a su coche, mamá.

-Ah... –Murmuró encogiéndose de hombros como si aún no lo hubiese entendido.

⁂⁂⁂

-Y ésta será vuestra habitación.

-Gracias, mamá.

-Estaré abajo preparando algo para merendar. ¡No tardéis demasiado!

-De acuerdo. –Ambos asentimos y enseguida solté mi maleta para tirarme de lleno sobre la cama.

-Nunca he estado más nerviosa en mi vida.

-¿Tú?

-Sí... –Suspiré riendo cuando se acostó a mi lado mirándome.

-Tampoco fue tan malo, ¿no? –Negué con la cabeza apoyando ésta misma en su pecho.

-¿Crees que le caigo bien?

-Oye, ¿pero que estás preocupada de verdad por eso? ¿Tú? ¿La chica que nunca tiene vergüenza por nada y que es...

-Para, para. Lo estás haciendo para molestarme.

-¿Yo? –Rió haciendo que lo mirara mal. –Bueno, ¿qué te parece bajar a comer y luego volvemos y te hago un masaje?

-Hmm... –Gemí de solo imaginarlo. – Que es una maravillosa idea.

Nos sonreímos mutuamente antes de ponernos de pie para bajar al comedor donde su madre nos esperaba con la mesa servida.

-¡Por fin bajáis! Sentaos, sentaos. – Asentí sentándome junto a mi novio. –Saqué algo de fruta, espero que te guste la fruta, Ja...

WANDA, Más Allá Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora