Capítulo 31

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WANDA, siete meses y medio

NARRADOR OMNISCIENTE

-Oye, no salpiques tanto, hija. –La regañó Jacielle pasándose las manos por la cara quitando todas aquellas gotas que su hija no dejaba de salpicar al mover las manos en el agua. –Wanda, por favor. ¿Por qué no esperas a que venga tu padre y se lo haces a él? Odio que me caiga el agua en los ojos.

Pero la niña siguió haciendo caso omiso de lo que su madre le decía, ahora incluso hacia burbujas de saliva con su boca.

Jacielle resopló resignada hundiéndose rápidamente para mojarse la cara por completo.

-Eres un completo demonio, Wanda. Que a papá le guste hacer eso no significa que a mí también me guste...

Y era cierto, la niña había aprendido a no dejar de salpicar gracias a Bradley, quién la había alentado a que siguiera haciéndolo cuando estuvieran en la piscina.

-Muy bonito le parecerá a él. Deja que venga de trabajar para que veas... – Volvió a murmurar cruzándose de brazos.

Por fin Jerry había dado su brazo a torcer respecto al trabajo y le había permitido recuperar de nuevo su puesto en la empresa. Alguien tenía que trabajar en esa casa ahora que Jacielle no volvería a hacerlo hasta que la niña no cumpliera un año.

-Anda, mira... –Murmuró Jacielle al escuchar la puerta principal abrirse. – Ahí viene papá, pequeña.

-Pa-. –Los ojos de la chica se agrandaron sin creer lo que oía.

-¡Oh, Dios! ¡Brad, corre!

-¡¿Qué pasa?!

-¡Pa-pa-pa-pa! –Volvió a gritar la niña sin dejar de salpicar mientras que Jacielle la miraba feliz y Bradley subía las escaleras corriendo asustado.

-¡¿Qué?!

-¡Escucha esto! Venga, Wanda, di papá.

-Pa-. –Bradley sonrió sorprendido para quitarse los zapatos junto con la chaqueta del traje y meterse en el agua a coger a la niña del flotador en el que se encontraba para darle un fuerte abrazo.

-¡Muy bien, princesa! –Jacielle los miró enternecida a pesar de todo para acercarse también a ellos. –¿Pero cuándo empezó a decirlo?

-En cuanto abriste la puerta y dije que ya habías llegado. Bradley le sonrió para besarla en los labios antes de seguir oyendo como la pequeña Wanda seguía diciendo aquella palabra. Su primera palabra entendible.


WANDA, nueve meses

-Es hermoso, amiga.

-¿A qué sí? Se parece tanto a Oliver... –Jacielle sonrió sin dejar de mirar al nuevo integrante de la familia: Owen.

El pequeño había nacido el día de ayer y Jacielle no se había separado de su mejor amiga ni a sol ni a sombra.

-Ya me estoy imaginando a nuestros dos pequeños haciendo de las suyas por toda la casa.

-Bff... No lo digas en alto que después no va a ver quien los pare...



WANDA, un año y medio

Mamaaaaaaaaá!

WANDA, Más Allá Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora