CAPITULO 4

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-Despierta pequeño dormilón, es hora de trabajar-. Escucha Jake esas mismas palabras una y otra vez.

   Jake al despertar siente dolor de cabeza por el golpe y por duro suelo en donde durmió toda la noche, si en realidad había dormido una noche, siente que el ambiente en donde esta es húmedo, empeorando su estado. Al abrir los ojos ve que esta encerrado en una clase de prisión de piedra.

   Las paredes, hechas de piedra, pareciera que estuviese en el interior de una montaña o en el subsuelo encerrado, con una puerta metálica como único ingreso, nota que la única iluminación que tiene es a través de una rejilla que se encuentra en el techo y permite que le de el sol y la luna en su cuerpo.

   De repente Jake escucha tambores en su cabeza que cada vez se hacen mas fuertes, se tapa los oídos y empieza a gritar, intentando parar de escucharlos.

 -¡¡¡Paren...paren...paren!!!-.

   Con un grito desgarrador se saca la mano de sus oídos, sin saberlo y de manera inconsciente, su mano se hizo un puño y este acumula piedra en su puño, ve la puerta de metal y en un intento desesperado de escapar del lugar, escucha la misma voz que lo despertó dándole ordenes.

-¡¡¡Hazlo!!!-.

   Antes de que tocara la puerta, la acumulación de piedra cae en frente a Jake, este enciende ambas de sus manos e intenta quemar al espectro que lo esta atormentando. Al ver atrás, nota la presencia maligna que había luchado antes de quedar inconsciente y luego capturado.

-Tu...por tu culpa me encerraron-. Dice enojado Jake.

-De echo fue por tu culpa...-.

   Antes de que terminara de hablar, Jake se abalanza hacia él para sujetarlo con ambas manos, al retenerlo, lo pone contra la pared de piedra y lo levanta, provocando que deje de tocar el suelo y quede a merced de Jake.

-Ahora me dirás tu nombre verdadero-.

   Maldita se transporta al otro extremo de la habitación y se limpia su atuendo con las manos, dejando a Jake sosteniendo contra la pared nada.

-Bien, como te dije mi nombre es Maldita, la gema que tiene "Reverse" es la Gema Maldita, osea yo, pero que sucede...soy absolutamente incontrolable, pero no significa que nadie puede usarme, en cambio todos me usan, pero yo decido cuando usar mis habilidades o no, tu me entiendes-.

   Jake quedo pensando en sus gemas, si habrá más como Maldita que estén absolutamente locas.

 -Nos veremos pronto...Jake-. Dice como despedida Maldita.

   Jake se apoya contra una pared, sin esperanzas suspira y se tumba contra el suelo viendo la puerta de metal. Empezó a preguntarse en voz alta.

-¿Serán acaso las personas que me salvaron?...¿O quizás otros que me quieran matar?...¿Me tuve qué haber quedado con Lu y Zeck?...Tantas preguntas y ninguna respuesta, fue un error volver a la Tierra-.

   Al pasar la hora en la cárcel, su cansancio, más su ansiedad, acumula energía destructiva y dispara a la puerta con esta, pero la puerta se la rechaza y le devuelve el impacto a él. Jake empieza a volverse más y más paranoico, al punto que se vuelve un misterio total lo que se encuentra tras la puerta. La noche cayo y con sigo su sirviente más atroz, Maldita.

-¿Algún avancé?-.

-Cállate-.

   Pasaron los minutos con la presencia juzgadora de Maldita a su lado, volviendo loco a Jake por completo.

-¡¡¡Estoy harto de esto!!! Voy a salir ahora-. Dice de manera decisiva Jake.

La luna se empezó a cubrir con oscuridad en sus alrededores, los ojos de Jake se tornaron negros, con las estrellas dentro de esta oscuridad, obteniendo un poder devastador del Guardián. Jake grita del sufrimiento, provocando que su cuerpo reaccione con tentáculos de oscuridad, los cuales se aferran a la puerta y la empiezan a extraer de la piedra, Jake empezó a molestarse al ver que no hace efecto, lanza fragmentos de oscuridad desde la mano para desgarrar parte del metal, pero no da efecto, al no dar más decide parar de hacer todo lo que hace y gritar en sentido a la puerta, esta responde contra la vibración, la puerta empezó a temblar, alertando de esta manera a los que están del otro lado que intenta escapar su prisionero. Jake cae agotado al suelo al ver que sus intentos fueron inútiles, provocando que sus ojos volviesen a la normalidad y como saldo el agotamiento fatal de todo su cuerpo.

EL GUARDIAN Vol. IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora