EL GUARDIAN Vol. III

CAPÍTULO 29

   Paso el mes, Jake no quiso hablar de Anubis con la Gema de la Unión, ya que lo ultimo que saben es que se encuentra en el centro de la ciudad, protegido por sus soldados de piedra que obtuvo cuando Uknow era el Dios de los Dioses, corrompidos por la oscuridad de su alma para que los protejan. Anubis prepara su arma de mundos para hacer la prueba en la Tierra.

   Jake se encuentra en un estado de insuficiencia para poder hacerle frente a Anubis y vencerlo. Porque primero debería cumplir una ultima misión con la familia de Aura que estaban tan preocupados hace días al no saber nada de ella luego del ataque en la capital. Jake pasa por su hogar varías veces, buscando el valor para poder hablarle a sus padres y contarles lo sucedido, pero al no tener ese valor, solo sigue caminando cada vez más y más, intentando hallarlo.

   Empezando diciembre, Jake se canso de ver a los fantasmas de Aura rondando por todos lados, cansado de esta vida, decide acabarla.

   Camina hasta la playa de Mar Chiquita para sentarse y contemplar el atardecer una vez más. Mientras lo hace, saca de sus bolsillos una bolsa de tela rota, pero al abrirla, ve por ultima vez a sus queridas gemas, las cuales ya no eran las mismas sin sus almas que las porten. Por respeto a estas, las saco de la bolsa y las acomodo en un circulo, para no irse solo.

   Jake ve el atardecer sin mirar como su mano izquierda se acerca lentamente hasta su cuello para activar la hoja oculta y poder ver a Aura en el otro lado. De repente siente la patada de un desconocido en su espalda, provocando que la hoja falle al ser liberada y penetre a la nada. Jake enojado se levanta y amenaza al desconocido con esta, pero resulta ser Caydo, el cual al ser amenazado por Jake, toma la hoja de Jake y la baja lentamente ante sus ojos.

-Esperaba más de ti Jake-.

-¡Déjame!-. Grita Jake llorando.

-No lo haré, porque tu no me dejaste a mi antes-.

-Por favor, déjame hacer esto-.

   Caydo parte con sus plumas metálicas del Guardián en dos, dejando caer la otra parte afuera del circulo de gemas que rodean a Jake.

-Te contaré mi historia...una historia que cargo desde el día que renací como Caydo...Mi pueblo era llamado la raza de los "Angelicales" una raza que sirve únicamente a Elohim sin dudar de él, entre ellos existe una fuerza élite de cinco arcángeles, los más poderosos de todos los arcángeles y de los soldados de Elohim, pero él no dudo en no cuidarnos a nosotros y dejar nuestra especie casi extinta...yo tenía una familia, un hijo y una hija, una esposa que la amo aún con toda mi alma y amigos, familia que perdí por culpa de Anubis...mato a toda mi especie, no dejo nada vivo de ahí...exceptuando a mi, al ver que toda mi raza murió, juré vengarme de él cueste lo que cueste, si eso significase portar el nombre del arcángel de Caydo para lograrlo-. Dice Caydo, sin poder controlar sus lagrimas.

-Yo...-.

-Nada, debes luchar y vencer, diles que su hija murió, pero fue vengada por ti y no solo eso, acabarás con esta maldita guerra de una vez por todas-. Dice Caydo, incitando a Jake a pelear.

-¿Como? No tenemos casi nada-.

-No es cierto-.

   Caydo se acerca a la hoja del Guardián y la vuelve a colocar en el braza, como un tipo de imán se vuelven a unir a la otra parte del metal que quebró. Las gemas reaccionan ante Caydo y estas van directamente a sus manos unidas para recibirlas a todas.

-Mientras haya un Guardián vivo, habrá esperanza para todos-.

   Jake toma las gemas de las manos de Caydo, guarda la hoja oculta en el interior del brazal y se prepara para la batalla final, intentando ignorar todo el dolor y concentrándose que lideraría la batalla final contra Anubis para acabar esta locura.