CAPITULO 17

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   El tiempo paso, consigo la calma reino por muchos días, las mareas que vienen del océano tan tranquilas y relajantes, el sonido del viento que se escucha en la selva y que se adentra en la montaña, produce placer a los oídos de Jake, al saber que el paso del tiempo pudo lograr pasar sus sentimientos tan oscuros y tristes hacia su amigo perdido Tempo.

   En ello se acerca Leo con un plato de cereal con forma de animales acompañado con leche, se sienta al lado de Jake en el sillón, toma el control remoto del televisor y enciende la televisión, para poner un canal de dibujos animados.

-¿Qué no estas grande para esas cosas?-. Pregunto Jake.

-Este programa lo dan solo a las ocho de la mañana, tu no deberías pedir una cita a Liz-. Dice en respuesta a la pregunta de Jake.

-¿Cual Liz?-.

-Liz Starkey, la chica la cual estuviste viendo estos días en los tejados de las tiendas, cerca de tu colegio...a disculpa, seguro se te estuvo cayendo la baba mientras la mirabas-.

-No conozco a ninguna Liz-.

-Bueno...-. Leo saca un pequeño mechón de cabello que tiene escondido en su remera y se la muestra a Jake.

-...creo que si no es de ella, sera de Jessica y creo que a ella no le gusta que la toquen si su permiso-.

-Leo, no lo harías-.

-Pruebame-.

   Jake aprieta su mano derecha con fuerza y de un tirón, toma el pelo de la chica.

-Entonces...¿Es de ella?-.

-Si-.

-Jake, eso esta mal-.

-Hable con ella uno de estos días, sobre perder a un ser querido...se le habrá caído a mi saco accidentalmente-.

-¿Tu saco?-.

-Esta en la lavandería, esta muy sucio, jamás lo lavaron en el templo-.

   Mientras ven la televisión, Leo ve a Jake, sigue con la misma cara desde que vino el primer día luego de la muerte de Tempo.

-¿Sigues pensando en él, cierto?-.

-Ya no tanto-.

-Jake...debes dejar de sufrir-.

-No puedo Leo, el hecho de que recibí su collar como alma...-.

-Pero demostrando ser fiel a la causa-.

-¡No quiero que nadie se sacrifique por mi!-. Grita Jake.

   Provocando que Leo se ensucie con un poco de leche en su ropa y ensuciar el sillón. Él se levanta un poco molesto, Jake se levanta con él, sabiendo que había arruinado la conversación tranquila.

-¡Jake!...Jake...¿Tu piensas que nosotros somos inocentes? Somos igual de culpables, nosotros pasamos más tiempo con él que tu, nadie sabia sobre su collar-.

-Leo, solo no quiero que nadie sacrifique su vida por mi-.

-Ellos, nosotros hasta incluido tu, deberías saber que daremos la vida sin importar que, por la supervivencia de la vida-.

-Yo...-.

   En ese instante, Jake sufre dolor de tan fuerte que provoca que caiga al suelo de rodilla, mientras se aprieta el cráneo.

-¡Leo, no se que pasa, pero me duele la cabeza! ¡¡¡Haz algo por favor!!!-.

-¡¡¡Jake!!!-.

   A los gritos, provoca que el resto del equipo se levante malhumorado por los gritos, saliendo Jess de la habitación con sus brazales apuntándolos a ellos, con sus armas que expulsa de sus costados y mientras bosteza, sienten como ella camina cada vez más lento y que el viento que entra en la montaña para de sentirse. Se levanta Jake como si nada, como si su dolor de cabeza hubiera desaparecido, ambos quedan confundidos por la situación que sucede, Jake se acerca despacio hacia Jess, donde toca sus armas, sus manos, siente como si estuviese congelada, pero no hay rastros de frió, mientras la mira fijo, escucha la voz de alguien conocido.

EL GUARDIAN Vol. IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora