EL GUARDIAN Vol. III

CAPITULO 22

   Al pasar el portal, Jake ve que esta de nuevo en la tierra. En los Estados Unidos para ser más exactos, en el medio del camino y rodeado de edificios, tan grandes que ni Centinel llega con su altura. Al pasar ven que las personas andan preocupadas, asustadas y gritando por su vida, mientras intentan entrar en edificios o salir del área corriendo o con sus vehículos.

   Ven que dos zordikons escapan de la cercanía de ellos, pero un tercero intenta pasar desapercibido, escaneando toda la zona y transformándose en un vehículo, pero no llegan a averiguar cual, ya que son rápidamente reprimidos por aviones de la defensa estado estadounidense, provocando que el zordikon escape.

-¡Yo me ocupo de él!-. Grita Centinel, mientras se suelta del barco.

-¡¡Centinel no!!-. Grita Jake, intentando parar a Centinel, pero es tarde.

   Centinel empieza a correr hacia la ultima posición del zordikon y examina por su cuenta el terreno, para escanear y ver algún resto de fragmentos holograficos que hayan dejado en algún vehículo y efectivamente encontró restos sobre un camión de basura, marrón, pero ya en un estado de oxidación avanzada. Al ver a su alrededor ve que a unos pocos kilómetros, un camión idéntico al que escaneo Centinel, yéndose del lugar con el resto de los civiles.

   Centinel saca su rifle y le dispara al camión y a su alrededor, para obligar salir al zordikons, pero este vehículo evade algunos disparos, mientras que otros lo recibe en la parte trasera, obligando a desarmare en contra de su voluntad. Pero no se rinde, vuelve a la forma del vehículo e intenta escapar del lugar. Centinel decepcionado, saca desde la espalda, un rifle de asalto, el cual se va armando a medida que lo va sacando de su espalda, él apunta al camión y empieza a disparar unas cuantas balas perforantes, capaces de atraer la atención al fin del invasor.

   El camión da una media vuelta, cortando la calle y saca de ambas puntas del camión sus brazos, desde la parte inferior saca sus piernas y con el resto del volumen del camión forma su cuerpo, el cual se adelgaza por cada metro que crece y sacando su cabeza, se encuentran que tiene cables de corriente eléctrica elevada, una barba hecha de estos cables y con unas pequeñas uniones, como si tuviera un aspecto regué el zordikon.

-¡Electric War!-.

-¡Centinel Kor, el hijo débil del capitán!-. Dice el zordikons, pero con una voz obstruida por electricidad.

   Electric War saca desde las muñecas de sus brazos, una lanza en cada uno de sus lados, conectada a su cuerpo. En el brazo izquierdo saca un escudo circular, el cual tiene a su alrededor dientes metálicos filosos, capaces de abrir armaduras con el roce. Centinel saca desde su espalda, la misma arma con la cual se enfrento Vulkano a él, la espada del dragón; con esta a su lado, siente que cualquier pelea la puede ganar.

   Electric lanza un ataque con su lanza del lado izquierdo, pero Centinel la esquiva y con su espada remata hacia abajo, para intentar partirla a la mitad, pero este, como un exoesqueleto queda aún unida a Electric, este aprovecha y le inserta su otra lanza en su costado izquierdo, sintiendo el roce, su escudo lo protege del ataque, deslizando a un lado la lanza cónica a su propio brazo. Electric para antes de que se autolastimara, Centinel aprovecha ahora su oportunidad y con sus codos, golpea la cabeza de Electric para intentar debilitarlo, golpeándolo unas cuantas veces, su cabello empieza a defender del ataque y como unos látigos cargados de electricidad, golpean a Centinel y lo alejan de Electric.

   El Templassins corre a su ayuda, pero al pasar por completo el portal, se cierra permanentemente, negando la oportunidad de Centinel de volver a casa. El Templassins se acerca justo en el momento en el que Electric se levanta e intenta disparar sus lanzas al pecho de Centinel. Con el espolón, choca la cabeza y el interior de esta, ya que chocan justo donde tiene la parte abierta de su cabeza y salen los cables.