La Academia Widenbourg.

Capítulo 11.

Escucho el sonido de la puerta abriéndose y veo entrar por ella a Jean con una bandeja de comida.

—¿Es el menú de hoy satisfactorio para usted, su real majestad?—De manera cómica, posa la bandeja sobre mis piernas y hace una reverencia. no pude contener la carcajada puesto que él y yo nunca nos hemos tratado de ese modo, aún siendo mi mayordomo.

Yogurt, cereal y frutas con jugo de naranja. veo qué recordó lo que me gusta comer...

—¿Qué, no te gusta? -Se acuesta de un salto en mi cama, coloco la bandeja en la mesita de noche y Jean utiliza mis piernas como almohada.

Mientras como, decido charlar un poco con él.

—Gracias por pensar en mi y traerme mi desayuno favorito. -Jean contesta con dificultad en medio de un largo bostezo.

—Por nada.

—Oye...¿No descansaste bien? 

—...Digamos que Meri me tuvo algo entretenido. De verdad, no sé que hacía Fred para soportar ese estilo de vida todas las noches...

Contesta, de nuevo bostezando. No sé que siento al oír eso, si compasión o ternura.

—Oye, no hace falta que cuides de nosotras hoy, puedes descansar. yo me hago responsable de Meri.

—....

—¿Jean?

Al no obtener respuesta, me inclino un poco para ver su rostro. se ha quedado dormido...pobre, parece que no durmió nada anoche.

Despertarlo por el simple hecho de que se quedó dormido en mi habitación me parece muy cruel, así que me levanto, cuidadosamente me muevo y coloco su cabeza sobre mi almohada.

—Descansa...-Digo en voz baja, y arropo a un chico que duerme plácidamente antes de marcharme.

Casualmente, Meri sale de su habitación al mismo tiempo que yo.

—Buenos días...-Bosteza y luego de decir ello me sonríe.

—Buenos días. -Antes de entablar conversación, la saludo cordialmente.

—¿Qué hiciste con Jean anoche? Está muy cansado...-Meri contesta, sorprendida y arrepentida.

—Yo...vi un especial de películas con él...pero no lo obligué, le dije que si no quería estaba bien...

Está claro que no lo conoce. Jean es demasiado amable como para negarse, decir "No" le cuesta un mundo, aún si él sale perjudicado.

—¡Si le causé molestias quiero disculparme con él! -Antes de que saliera a buscarle, la detengo.-

—Jean está dormido en mi cuarto. es mejor que esperes a que despierte para hablar con él...

—¿¡E-En tu cuarto!? -La cara de Meri se torna roja en menos de un segundo.

—¡No, no, no es eso! Me trajo el desayuno y se quedó dormido...

—Ah...

Meri se gira y suelta un pequeño suspiro de alivio. parece que piensa que no lo he notado...Demonios. esta chica es demasiado tierna.

—Tranquila, no voy a robarte a Jean.

Meri se sobresalta al momento.

—¿¡Q-Qué dices!? 

Su rostro enrojece de nuevo, esta vez aún más que la anterior.

—¡Yo voy a bajar a esperar la próxima clase! 

Se va, casi que gritándome lo último. ésta chica es demasiado obvia... ¿Jean no se ha dado cuenta? Viniendo de él, no me extrañaría.

Bajo unos segundos después de Meri. cuando veo el tablón con las clases y los horarios, veo que la próxima clase es la de...Cocina. no sabía que para ser reina era imprescindible saber cocinar...pero al menos espero que ésta clase se me dé mejor que la anterior.

Entro junto a los demás a la clase de cocina que queda en la planta baja. a diferencia de la otra clase, ésta no tiene sillas. solo mesas y utensilios básicos y complejos.

—¿Será Connor nuestro profesor otra vez?

—¡Espero que si!

Dos chicas cuchichean entre sí lo "maravilloso" que sería si Connor da también ésta clase. es increíble como logró hacer que todos lo admiren, hasta algunos chicos suspiran por él...

Entra Connor, y se ubica en la mesa al lado de mi. Obviamente, los comentarios hostiles hacia mi no tardaron en oírse. no me importa, la verdad. 

Ésta vez, el profesor no es Connor. un hombre entra y es el que nos comienza a dar la clase. Mientras sigo las instrucciones que el profesor nos dice, Connor se acerca a mi oído.

—¿Qué tienes para decirme respecto a la carta?

Siento su aliento en mi oído y me sobresalto, botando un poco de la mezcla sobre la mesa.

—Señorita Taylor, ¿Hay algún problema?

—Yo...eh...y-yo...-Debido a la mirada del profesor y de todos clavada en mi, me congelo y no sé que decir. no sé porqué reaccioné de esa forma...nunca me había pasado antes.

—Fue mi culpa, la distraje mientras trabajaba. 

Parece que Connor se percató de mi obvia desesperación y contestó por mi.

—Entiendo. pero me gustaría que no se vuelva a repetir.

La clase se reanuda, cuando Connor vuelve a hablarme.

—Has puesto demasiado azúcar...y no lo has batido bien. se hace de éste modo, mira:

Toma mi mezcla y se hace cargo de todo, en menos de un minuto ya estaba hecho.

—De verdad eres bueno...

—Pues a ti te hace falta algo de práctica, y no me molestaría enseñarte. -Toma un poco de la mezcla con su dedo y me mancha la nariz. hago lo mismo pero en mayor cantidad y antes de darnos cuenta, estábamos bastante manchados y estallamos en risa los dos al ver como hemos quedado.

Es muy agradable estar así...jugar de éste modo...justo como cuando éramos niños.