Después de como le he tratado...aún sigue allí.
Jean...
—...¿Y a ti te agrada él? -Le pregunto, sólo por curiosidad.
—Veamos...besó a la chica que me gusta. ¿Tú que crees?
El calor sube por mis mejillas. eso que dijo no es secreto para nadie, pero...si es raro oírlo en voz alta.
—No, no me agrada. y honestamente me fastidió mucho saber que te besó, pero...debo de admitir que no hay muchas personas como él. es de los pocos que van más allá de servir a alguien sólo por obligación y por que es su trabajo. él lo hace porque de verdad te aprecia. y con decir ésto no pretendo ser su amigo ni mucho menos. solo arreglar un malentendido...
Guardo silencio mientras analizo sus palabras.
Connor está ayudando a Jean aún cuando no le agrada, sólo porque sabe mi historia con él. creo...que lo juzgué mal.
—Gracias.
—De nada. Dile al tonto que si te hace llorar o hace algo en contra de tu voluntad de nuevo, la próxima vez no seré tan pasivo.
Dice, de manera seria, mientras se levanta y me ofrece su mano para ayudarme.
Volvemos a la ahora bastante solitaria academia, y nos separamos para ir a nuestras habitaciones.
Al día siguiente, me dirijo a la clase de cocina, a la cual casi llego tarde. al terminar la hora, bajo a la cocina de la academia por algo de agua. en ese momento, una carcajada maligna y muy conocida surge de mis espaldas.
—Vaya...no sabes cuan cansada estoy de ti. de tu pésima vestimenta, de tu blanco y estropeado cabello...
Me volteo lentamente. Exacto. es Ámber. la misma que no había visto en un largo tiempo, desde la treta del collar. me mira de arriba a abajo, como si fuese basura, mientras lentamente se va acercando a mi. como puedo, retrocedo.
—Créeme cuando te digo que como princesa eres un fracaso. vistes como vagabunda y te comportas como delincuente...das asco.
A medida que se acerca a mi, puedo divisar algo metálico y reluciente en su mano. ¿Eso es...una navaja?
—¿Q-qué planeas hacerme..? ¿Porqué me odias tanto?
Se para justo frente a mi, y deja soltar una carcajada. me quedo petrificada, sin poder gritar ni saber que hacer. tuve una mala experiencia con objetos así antes...
—¿Porqué? Pues gracias a que llegaste tú, Connor dejó de prestarme atención. Gracias a ti, ahora él me detesta. Mientras que yo trataba con todas mis fuerzas verme bonita para él, tu vienes como si nada y me lo robas.
Mientras lo dice, aprieta los puños. tengo que tener cuidado con lo siguiente que diga...
—Quizás ese sea tu error. si dejas de intentar agradarle, puede que te vea por lo que en realidad eres. A Connor no le gustan las chicas superficiales.
—¡CÁLLATE! ¡TÚ NO ERES NADIE PARA DARME CONSEJOS A MI! -Luego de gritar, alza la mano en la cual sostiene la navaja y la usa en contra de mi. cierro los ojos y me cubro el rostro con los brazos, pero lo raro de ello es que no siento dolor alguno.
—¿¡Qué haces tú aquí?! ¡Ocúpate de tus propios asuntos!
Abro los ojos, para ver a Jean de espaldas, quien se había interpuesto entre nosotros.
—Me pregunto qué diría la directora si le informo que una princesa atacó a otra, con nada más y nada menos que una navaja...-Jean sostiene a Ámber fuertemente del brazo y le quita la navaja. Ámber huye, roja por la rabia. permanezco detrás de él, hasta que suspira y se gira hacia sus espaldas para hablarme.
—¿Estás bien? Lo siento, llegué en el momento del ataque. si hubiese llegado un poco más temprano...-Le abrazo repentinamente, hundiendo mi cara en su pecho e interrumpiéndolo.
—Llegaste en el momento justo...como siempre.-Jean se queda en silencio, no me devuelve el abrazo. simplemente, posa una mano sobre mi cabeza. cuando veo su otra mano, entiendo la razón. tiene un gran corte, está sangrando mucho y varias gotas rojas mancharon el piso.
—¡T-Tu mano! ¡Estás sangrando! -Jean la observa por un momento, y me responde, restando importancia a la situación.
—No es nada...la sangre es muy escandalosa.
—¿¡Como puedes decir eso cuando tienes tu mano cubierta de sangre!? Tenemos que curarte.
—Taylor, no hay necesidad---
—AHORA.
Literalmente, lo llevo a rastras a la enfermería, en contra de su voluntad.
—Siéntate en la camilla mientras busco unas vendas.
Tomo unas vendas y algo de alcohol y regreso con él. Al verme con el alcohol en las manos, Jean tuerce el rostro y me mira.
—No te voy a mentir...va a doler. pero tenemos que desinfectarlo...
—No creo que algo duela más que esa cachetada que me diste. y no me refiero al golpe en sí—dice, en medio de risas.—sino tu rostro de decepción al hacerlo. jamás hemos peleado...debo admitir que si me dolió.
Siento como mi corazón se me encoge en el pecho, recordar aquello me hace enrojecer.
Lo había olvidado por completo...
Con mucho cuidado, voy colocando el alcohol por la herida con una bola de algodón.
—Lo siento...
Jean se voltea a mi.
—¿Porqué? No es tu culpa que el alcohol arda.
—No me refiero a eso. Connor me hizo dar cuenta de un hecho...no te valoro. eres el mejor mayordomo que alguien podría tener, y he sido muy injusta contigo. lo siento...siempre acabas siendo herido gracias a mí.
Termino con el alcohol, y comienzo a vendarle la mano.
—Soy tan estúpida...me quedé congelada justo como aquella vez—agrego, refiriéndome a un incidente ocurrido en mi juventud, con un hombre desquiciado que intentó hacerme daño al igual que Amber, con una navaja. aquella vez terminó mucho peor...Jean acabó con una enorme cicatriz en el brazo y bastante magullado por protegerme.—
Paseo mis dedos delicadamente sobre aquella cicatriz, con tristeza. el chico frente a mí guarda silencio por un momento y desvía la mirada recordando aquel suceso. niega con su cabeza, sonríe y aparta mi mano del lugar.
—No es tu culpa, es mía...no debí haber bebido esa noche, pero a pesar de saber las consecuencias negativas que tiene en mi lo hice de igual manera. lo siento...
Termino de colocar la venda, y pregunto.
—Sabes...Connor me dijo algo extraño. me dijo que no te agradan las personas de la realeza, y solamente yo soy la excepción. ¿Porqué?
Suspira, fastidiado.
—Connor debería meterse en sus asuntos y no contar cosas que no tienen importancia.
—No fue él quién me lo dijo en realidad—rectifico—fuiste tú, mientras estabas ebrio.
Jean abre los ojos como ventanas, llevando una mano a su rostro con frustración.—Genial...voy a aclararlo: No tengo un trauma ni nada parecido. simple con decir que no me agradan. lo tienen todo y siempre quieren más, y para un niño...sin nada, huérfano... observar eso lo llenó de ira.
ESTÁS LEYENDO
La Academia Widenbourg.
RomanceTaylor, quién es la actual princesa y futura reina de Soria, es lo total opuesto al estereotipo de "princesa". debido a su fuerte carácter, orgullo y singular estilo propio, sus padres se verán obligados a cambiar su forma de ser inscribiéndola en...