La Academia Widenbourg.

Capítulo 19.

-Parece que la clase de lingüística se le da excepcionalmente bien, señorita Taylor. -Camino junto con Connor y el profesor me habla justo antes de que él y yo saliéramos del salón.-Siga con el buen trabajo.

Bueno, la escritura siempre se me ha dado bien.

-Gracias...-Agradezco y salgo junto con Connor del aula y ambos caminamos por la academia mientras hablamos.

-Vaya...quién diría que una rebelde escribía tan buenos poemas, me has dejado impresionado... -Lo dice con un tono burlón y a la vez pícaro.

Es agradable andar con él. aunque es un poco atrevido, no llega al punto de emborracharse y besar a la gente...como otras personas.

-Ese es el resultado de escribir desde pequeña. era una de las pocas cosas que de verdad amaba hacer...-Mientras hablo, siento que choco con alguien. cuando volteo, veo que se trata de Jean...acompañado por Meri. Nos mira por un momento, y luego de tartamudear y carraspear su garganta un poco consigue formular la frase.

-Yo...te estaba buscando. Iba a ir con Meri a la azotea y pensé que querrías---

-Ahora mismo no puedo.-Respondo de manera instantánea, sin poder evitarlo. me siento muy mal...no quiero seguir haciéndole daño...pero ahora, cada vez que lo veo...luego de aquello, me pongo muy nerviosa y le suelto lo primero que pienso para huir.

-Si necesitas cualquier cosa...sabes donde encontrarme. -Jean me mira por última vez antes de reanudar su camino, evidentemente herido por como le he tratado. Connor espera a que Jean y Meri se hayan ido antes de hablarme.

-...¿Quieres venir un momento conmigo al jardín? el cielo nocturno se ve precioso.

Asiento con la cabeza, algo triste, y le sigo.

Al llegar, Connor se sentó en el pasto del jardín y dio unas palmaditas a su lado para indicar que me sentara con él. tiene razón...el cielo nocturno iluminado por el cálido brillo de las estrellas, acompañado por el dulce sonido de los grillos es hermoso. ninguno habla por un largo rato, simplemente nos hacemos compañía el uno al otro.

-Sabes...no es fácil construir una amistad sólida con alguien. poner tu vida en manos de otra persona, y tu entera confianza. Porque no todas las personas son dignas de llamarse amigos...o mayordomos. -Al oír la palabra "mayordomo" me giro hacia él, para encontrarme con su mirada, como si de una alarma se tratase. ¿Se refiere a Jean?

-Cuando encuentras a una persona así de genuina, debes atesorarla y conservarla lo mejor que puedas...no hay muchos así. Jean es uno de ellos.

Al oír su nombre, recojo mis piernas con ambos brazos y le dejo seguir hablando, en silencio.

-Siempre tuve un poco de envidia a la relación que tienes con él. él es capaz de hacerte reír o entristecerte...protegerte, o hacerte huir. provoca en ti todas esas facetas que demuestran el fuerte lazo que une a dos personas. No me gusta verte triste. tampoco me gusta ver como una amistad tan sincera y verdadera como la de ustedes dos se rompe.

Si supiera que el problema es que Jean y yo nos besamos...me pregunto si cambiaría su manera de ver las cosas.

-...Un beso no necesariamente rompe una amistad.

Me sobresalto y le miro, sorprendida. ¿Como lo sabe?

-¿Como lo...?

-Jean y yo nos encontramos de casualidad. me contó lo que pasó...y que se sentía muy mal al respecto. quería que las cosas entre ustedes dos volvieran a ser como antes. Creo que aún no sabes cuanto se preocupa por ti. Digo, debe de estar realmente desesperado para recurrir a mi, sé que no le agrado. -Dice, y suelta una risa ahogada. -Bueno...ni yo, ni ninguna otra persona de la realeza que no seas tú.

¿Qué...? ¿Y eso porqué?

-¿A qué te refieres con eso..? -Un silencio nos invade antes de obtener respuesta.

-No puedo decirte más, es algo muy íntimo de su vida y su pasado. si alguien debe contarte, no soy yo, es él.

¿Su vida y su pasado...? ¿Hay algo de Jean que aún no sé...? Me pregunto si aquello que dijo esa noche tenga relación...