Capítulo 29.

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Muy poco tiempo después, las luces de la sala se apagaron, quedando unas pocas tenues encendidas.

—¿Ves? no era tan difícil...-Le susurro a Jean, y posteriormente recuesto mi cabeza sobre su pecho.

—Si...tienes razón. —Contesta, en un tono igual de bajo que el mío.

Gracias a que nuestras manos están entrelazadas, percibo lo fría que está su mano.

—¿Te sientes bien..? Tienes la mano muy fría. -Levanto mi cabeza, y le miro.

—Si, si...estoy bien. solo que estoy muy feliz. y algo nervioso...

—¿Ah, si? ¿Por tu primer baile? -Sonrío.

—Por todo. Nunca creí que estaría así...contigo. 

Una de las luces consigue iluminar mejor a Jean por unos momentos...lo que me recuerda.

—¿Nunca te he dicho lo bonitos que son tus ojos? -Súbitamente, pregunto.

—¿Eh? 

—Eso. creo que nunca te he dicho lo mucho que me gustan tus ojos.

Jean lleva su mirada hacia abajo, riendo.

—Gracias.

—¿Sabes? Creo que quiero verlos más de cerca, con ésta oscuridad no puedo apreciarlos bien. -Me acerco y me mira, confundido.

—¿Qué? Pero si estamos cara a ca--

Antes de dejarle terminar, pego mis labios a los suyos.

Desde aquella vez...desde mi cumpleaños, había olvidado lo que era besarlo. Y...Jean no es el tipo de chico seguro que suele tomar la iniciativa. aunque no lo parezca, piensa mucho lo que hace y dice antes de hacerlo y...es realmente considerado con los demás.

Damos fin al beso, sin embargo, no nos separamos.

—Ahora era mi turno de robarte uno...

—Tramposa. 

—Espero no tener que emborracharte para que lo hagas también. -Jean ríe, y prosigue.

—No será necesario.

Se acerca a mi y unimos nuestros labios, de nuevo.

Estando de ese modo...perdí la noción del tiempo. no sé cuanto habrá pasado, cuando la música paró, y las luces se encendieron.

Todas las parejas de baile se dirigieron a las mesas, Jean y yo hicimos lo mismo. desde una de las mesas, Connor y Meri nos hacían señas para que nos sentáramos con ellos.

Llegamos a la mesa, para reunirnos los cuatro.

Como era de esperarse, la directora salió con micrófono en mano.

—Espero que estén disfrutando de ésta noche, ya que es SU noche. ustedes ganaron con esfuerzo el estar aquí, finalmente...culminando éste año. Está de más decir que estoy muy orgullosa de todos ustedes y...especialmente, de mi tesoro, Connor.

Absolutamente toda la sala se giró hacia Connor, riendo. en cuanto a él, se lo tomó con bastante humor y se unió a la risa general. Meri, chistosamente, tomó el brazo de Connor y lo alzó.

La fiesta de esa noche no terminó sino hasta muy tarde, y podría decir que fue la fiesta más agradable y memorable en la que he asistido.

Los siguientes tres días luego de aquello fueron solo para dar oportunidad a todos los estudiantes de terminar de recoger sus cosas.

En cuanto a mi, ya casi termino de empacar todo.

Cuando ya tengo todo listo, escucho las pisadas de alguien.

—¿Lista para decirle adiós a Widenbourg? -Es Jean, quien me mira desde la puerta.

—La verdad es que no...ya comenzaba a tomarle cariño a éste lugar. -Jean pasa, y se sienta sobre mi cama.

—Entiendo...pero ya no necesitas estar aquí. has cambiado mucho desde que llegaste...¿Sabes? incluso diría que ahora estás dando a relucir verdaderamente tu belleza.

Finjo estar enojada, y lo golpeo en la cara con la almohada.

—Auch...pero no arruines la mía. este hermoso rostro digno de Hollywood no merece esos maltratos. -Cómicamente, acaricia su cara con la mano.

—No, pero hablando en serio...desde que llegaste a la academia comenzaste a sonreír. si eso se lo debo a Connor...le estoy muy agradecido. -Sonríe, melancólicamente.

—Fue gracias a todos ustedes...

Sonrío con él, y arrastro la maleta con ruedas por el piso mientras salgo de la habitación.

Justo de cara, me encuentro con Meri y Chloe, ambas con sus maletas en mano.

Nos miramos las tres, y luego de unos segundos...nos fundimos en un abrazo.

—Voy a extrañarlas mucho...-Digo, mientras suelto mi maleta y las abrazo aún más fuerte.

—Y yo. -Dice Chloe.

—Y yo a ti, más. -Agrega, Meri.

Jean se reúne con nosotros y Meri toma la oportunidad de despedirse también de él.

—Buen viaje. y...perdón por las molestias.

Jean niega con la cabeza.

—No fueron molestias. espero que seas la futura reina que todos esperan para Numbus.

Connor baja a despedirse también. Meri asiente levemente ante las palabras de Jean y luego abraza a Connor, en despedida.

Luego de Meri...me acerco a él.

—Me alegro...de que nos hayamos podido volver a encontrar. éste año con todos ustedes fue muy especial para mi.

Connor sonríe, y asiente.

—Lo mismo digo. 

A ambos se nos quiebra la voz. antes de comenzar a llorar, nos fundimos en un sentido y largo abrazo.

Mientras me subo en el auto y veo detrás del cristal a Connor, agradezco al destino por haberme traído a Widenbourg.

Ya es hora de ir a casa. Mis padres y mi vida están allí...






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