Capítulo 31 [FINAL].

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7 años después.

—¡Lory, cariño, arréglate rápido!—Digo, sin obtener respuesta. derrotada, me dirijo a su padre, quién se está partiendo de la risa.—

—Hablarle a Lory es como hablarle a la pared.—Jean levanta una ceja.—

—De tal palo, tal astilla. me hace recordar a alguien que conozco...

Ruedo los ojos.

—No puedes estar hablando en serio. ¡Nuestra hija no pudo salir más idéntica a ti! Su boca, sus ojos, su cabello...es tu copia femenina.

—¿Y eso te disgusta?—pregunta, pícaro.—

—¡N-No! ¿Cómo podría disgustarme?—interrogo, mientras arreglo el cuello de su traje.—Que mi hija sea la copia viviente del amor de mi vida es fantástico.—sonrío, Jean detiene mis manos de su traje, y se acerca para besarme.—

Entonces...

—¡Eeeeuggh! ¡Qué asco!

Nos detenemos al momento en el que oímos la voz de Lory, quién nos miraba fijamente.

—¡Papá y mamá se iban a besar, qué asco!—ríe.

—¡N-No, no! ¡No es eso! ¡Estaba arreglando el traje de tu padre que después de tantos años aún no sabe ponérselo como se debe!—Balbuceo, tratando de explicarme. bueno, no estoy mintiendo del todo, al principio eso era lo que estaba haciendo.—

Jean ríe, y corre hacia Lory para levantarla por los aires, con gesto juguetón.

—¡Aaaaah! ¡No papá, bájame!—Ríen ambos.—

—Eso te enseñará a no espiar a tus mayores.—Le planta un beso en su mejilla. sonrío ante semejante escena, tan tierna.—

Observándolos, me hacen recordar el día en el que supe que estaba embarazada. Como olvidarlo...

Mi madre y yo ya lo sospechábamos, aunque mi padre y Jean no estaban al tanto de ello. ambas fuimos al doctor para hacerme las pruebas, y cuando salió positivo mi madre ideó una sorpresa para ellos.

Me compró una camiseta que decía "Estoy en espera de nueve meses por la llegada de mi príncipe o princesita". al cruzar la puerta, lo primero que vieron ambos al entrar fue a mi, parada en frente, vistiendo esa camiseta. papá y Jean se miraron ojipláticos en ese momento...

Jean cayó de rodillas frente a mi, hundiendo su rostro en mi vientre, con los ojos llorosos. 

Nunca lo había visto tan emocionado por nada...

—Deberíamos salir ahora. Meri, Connor, Phillipe y mis padres deben estar afuera esperando.—interrumpo.—

Hoy, hemos quedado en salir de la rutina de la realeza y reunirnos para hacer un día de campo con el pequeño Phillipe y sus padres, Connor y Meri.

Mis padres, por su lado, al oír la idea les pareció agradable y no tardaron en querer unirse.

Llegamos al lugar, en cuanto los mayordomos abren las puertas de nuestra limusina Lory y Phillip corren y se encuentran para fundirse en un abrazo, como si no se hubiesen visto desde hace años.

Aunque se vieron la semana pasada...

Al igual que mis padres, Jean y yo salimos. me coloca una mano sobre el hombro y susurra a mi oído.

—Esos dos...es un futuro, quién sabe. me recuerdan tanto a nosotros cuando éramos niños...

Le dedico una sonrisa en respuesta.

No es tan loco lo que dice Jean. después de todo, cuando Lory y Phillipe se conocieron, hicieron química casi de inmediato. casi al instante se convirtieron en amigos inseparables, como nosotros, los padres.

Y parece que a Meri le tocó la misma suerte que a mi, ya que Phillipe es identico a Connor.

¿Una niña idéntica a Jean, y un niño idéntico a Connor, siendo pareja en un futuro?

Sin poder controlarlo, comienzo a reír descontroladamente por la imagen tan absurda que se formó en mi cabeza, que si Connor o Jean lo supieran...

Ya me falta camino para correr.

—¿Qué es tan gracioso?—se acerca Connor y pregunta.—

—N-Nada, solo...que, viendo la notable complicidad entre Lory y Phillipe y considerando el obvio parecido de ellos dos contigo y con Jean a cuanto apariencia se trata...

—¿Disculpa?—Llega Jean e interrumpe, de manera indignada. ambos se miran y luego me miran a mi de la misma forma.—

—Qué mente tan retorcida...—Dicen ambos, casi que al unísono. todo el grupo comenzamos a reír. mis padres, Jean, Connor y Meri. mientras los niños jugaban detrás de nosotros sin enterarse de nada.—

Se podría decir que son éstas actividades las que yo echaba de menos siendo princesa. las risas, la comida casera, el aire libre, sentarnos debajo de un árbol y simplemente disfrutar de la vida, sin preocuparnos por cosas efímeras. es increíble lo bien que me ha hecho ese año en Widenbourg, me di cuenta de muchas cosas, como también me hizo extrañar otras. no solo por ello soy la persona que soy ahora, gracias a Widenbourg ahora tengo una gran familia, junto a todos.

La Academia Widenbourg.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora