MARCOS P.O.V
Y por fin, último día de clase. Nada que hacer, buen rollo con los profesores, comidas de convivencia, música y fotos, muchas fotos.
Con Laura, con Andrea, con toda la clase. Y es que tuve mucha suerte de que al cambiarme de instituto, me tocara con ellos. Había sido un curso genial, se me había hecho muy corto. Si estuviera plasmado en un libro no duraría más de diez capítulos. Pero habían pasado muchas cosas: peleas, risas, lloros, ligues, más risas, muchas peleas y amores entre unos y otros.
-Una semana antes-
-Oye, ¿y si nos vamos toda la clase a la playa el último día? -Dijo Andrea, antes de entrar a un examen de biología.
Todos aceptaron emocionados. Algunos dijeron que se lo pensarían, otros que tendrían que hablarlo. Pero al fin y al cabo, fue el único tema de conversación en las dos horas de clase que quedaban. Con el paso de los días unos y otros se fueron descolgando del plan. "Tengo acampada" "Me voy de viaje" "No me dejan" y otras pamplinas que no había quién se las creyese.
Finalmente quedamos trece, pero qué trece. Los mejores de la clase, sin duda. Amanda, amiga de Andrea (No estudiaba mucho, pero era simpática), Lorena (un poco fresca, pero majísima), Alma (Andrea la conocía desde hace tiempo, hablaban pero no le caía muy bien a la empollona), Laura por supuesto, Lucía, Marta, Paola (amiga de la infancia de Andrea, super divertida), Ainara (otra amiga de la infancia de Andrea), Roberta (había repetido un curso, pero era también genial), Paloma y Julián (dos mellizos de la clase que se llevaban bien con Lorena, Alma y Roberta). Y Andrea. Y yo.
-En el mismo día-
Al salir de clase esperé a Andrea como siemre, nos íbamos en tren todos juntos. Yo no hacía nada más que imaginarme qué podría pasar, era el último día, quizá mi última oportunidad... Y tenía que pasar algo, aunque solo habláramos, pero tenía que quedarse en el recuerdo. Y no podía darle otro beso así por las buenas o sospecharía gravemente.
Nos metimos al tren y hablábamos todos de los profesores, de música, de la libertad y de a qué playa iríamos. Al final quedamos en la más cercana de nuestra ciudad, sólo a treinta minutos de casa. Llegamos a las tres y cuarto, cogimos comida del Mc Donald's y nos dirigimos por el camino de olas azules y rojas hasta llegar al sitio correcto de la playa.
Toallas colocadas, mochilas en el suelo, y todos nos quitamos la ropa que en ese momento ya empezaba a sobrar. Ver a Andrea en bikini fue algo asombroso. No era la que estaba más buena del grupo, ni la más morena, ni la que tenía mejor culo, pero para mí... para mí era perfecta. Todos empezaron a correr al agua mientras yo los miraba quiándome las aparatosas zapatillas.
Avancé rápido hasta llegar a Julián y lo tiré al agua hundiéndolo prácticamente en la arena del fondo del mar. Las chicas habían llegado más lejos y se salpicaban. Unas gritaban, las otras se capuzaban. Pero todos acabábamos con un "pues el agua no está tan fría..." Estaba perfecta. El sol nos rozaba en la piel y nos divertíamos. No pensábamos en nada. Un par de ahogadillas a uno, una que se resistía, una que al final caía,... Incluso hicimos peleas de torres, Andrea se subió encima mío y luchamos contra Roberta y Lorena. Fue un empate, pero todos nos reímos. La cosa estaba yendo realmente bien...
Más tarde salimos a la arena, nos comimos las apetecibles hamburguesas y tomamos un poco el sol. Ardía pero se agradecía. Laura y Marta corrían buscando ligues. Lorena regateaba con un vendedor ambulante el precio de unas sangrías. Julián hablaba con su novia por teléfono (ya tenía bronca...), Andrea estaba cuchicheando con Paola y con Ainara. Se llevaban genial y no paraban de reírse. Y yo conversaba con Paloma. Todo bien. Así se pasaron las horas hasta que llegaron las seis de la tarde. El reloj nos pilló desprevenidos a todos que estábamos en el agua de nuevo. Nos secamos y fuimos de vuelta al tren. Una vez en nuestra ciudad nos separamos: Andrea, Ainara, Paloma, Paola y Roberta se fueron a la piscina de Paloma. Yo me fui con Julián a jugar a futbol y las demás se fueron por su camino.
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Siento haber tardado TANTO. Os juro que los exámenes me comían, pero ya estoy de vacaciones! Este cap. ha sido muy autobiográfico, de hecho he puesto a gente de mi clase real ;) pero no existe ningún Marcos... ¿¡por qué!? ¿ES TANTO PEDIR? espero que os haya gustado! No creo que queden muchos caps... un par o así. ¿Os he pillado por sorpresa? Agradezco ideas y comentarios :) ¡BESITOS!
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Otra historia de amor adolescente
Jugendliteratur-Te aviso de que yo no quiero las típicas historias de amor de los libros. -Dije. -No, nena, los libros escribirán historias de nosotros.